El 25 de mayo el pueblo irlandés votó a favor de la legalización del aborto, en un país predominantemente católico pero donde la Iglesia ha perdido influencia debido a escándalos recientes. Esto es ocasión para aclarar, como católico crítico, cuál es mi posición sobre el tema.
Si bien la tradición cristiana considera el aborto como un pecado, hasta el año 1869 se consideraba que había grados en la culpa, dependiendo de cuándo se realizaba el acto. Desde antiguo, siguiendo al filósofo griego Aristóteles, se pensaba que el feto pasa por diversas etapas hasta el momento en que dispone de un alma racional y se le puede considerar humano. En su desarrollo tiene primero un alma vegetativa y después un alma animal. Ya San Agustín de Hipona en el siglo IV sostenía que un alma humana sólo puede existir en un cuerpo que tenga forma humana.
Según esto, en el derecho eclesiástico se distinguía entre el feto inanimado (sin alma) —hasta 80 días después de la concepción— y el feto animado (con alma), siendo considerado solamente el aborto de éste ultimo como un asesinato, sujeto a la pena máxima que es la excomunión. Por ejemplo, el Papa Inocencio III († 1216) dictaminó, en el caso de un monje cartujo cuya amante había abortado a instancias de aquél, que éste no era reo de homicidio pues el embrión todavía no había alcanzado el estado de ser animado.
Esta diferenciación fue abolida por el Papa Pío IX en 1869 mediante bula apostólica, determinando que el embrión recibe su alma en el momento de la concepción, aún cuando no haya prueba teológica ni científica que lo avale. Influyó en esta decisión la proclamación en 1854 del dogma de la Inmaculada Concepción, según el cual la Virgen María fue concebida sin pecado, por lo cual si el embrión no era ser humano desde su concepción, el dogma proclamado se vaciaba de contenido.
No obstante, el jesuita Karl Rahner, uno de los grandes teólogos del siglo XX, decía: «De las definiciones dogmáticas no se puede concluir que sea contrario a la fe asumir que el salto hacia la persona-espíritu ocurre recién en el desarrollo del embrión. Ningún teólogo puede afirmar que posee la prueba de que la interrupción del embarazo constituye en todos los casos el asesinato de un ser humano». Aun cuando se haya demostrado que el cigoto (óvulo fecundado) contiene el genotipo específico individual para el desarrollo de un ser humano único e irrepetible, la presencia de esa información en un conglomerado de células no demuestra fehacientemente que nos hallemos ante una persona humana en sentido propio.
A partir de entonces, la condena del aborto por parte de la Iglesia católica como un homicidio calificado se ha basado sobre una presunción indemostrable y, con el paso del tiempo, ha asumido la forma de verdad indiscutible. Se podría formular así: «creemos que la vida humana comienza desde el momento de la concepción, pero como no lo podemos demostrar irrefutablemente, condenamos el aborto en todo caso como un asesinato, ante la probabilidad de que el embrión sea efectivamente desde sus inicios una persona humana».
Yo no creo que el aborto sea un derecho de nadie y que se debe evitar en la medida de lo posible, pero soy consciente de que existen motivos que podrían justificar que una mujer tome esa decisión, por lo cual, en salvaguardia de la salud de las mujeres, el aborto bajo ciertas causales debería ser legal.
En Alemania, el aborto es ilegal según la ley constitucional (Grundgesetz). Sin embargo, está permitido si el embarazo pone en grave riesgo la salud de la madre (según atestado médico), en caso de violación (según atestado criminológico) o si la mujer considera que está en riesgo su salud psíquica, debiendo pasar por una consejería que le informe de las consecuencias del aborto y que tiende a ser disuasiva. De hecho, las cifras anuales de abortos han ido disminuyendo en Alemania desde 18.38 abortos por cada 100 nacimientos en 2001 hasta 13.45 en 2015, aunque en 2016 se dio un ligero repunte.
Sea como sea, como lo demuestra el caso de Uruguay, la legalización del aborto puede llevar a una disminución efectiva del número de abortos, que es lo que queremos todos los católicos.
(Columna publicada en Altavoz el 28 de mayo de 2018)
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FUENTES
Wikipedia (en alemán)
Schwangerschaftsabbruch
https://de.wikipedia.org/wiki/Schwangerschaftsabbruch
TN (Todo Noticias)
Debate sobre el aborto | Cuál fue el efecto de la legalización del aborto en Uruguay (28/02/2018)
https://tn.com.ar/internacional/uruguay-cual-fue-el-efecto-de-la-legalizacion-del-aborto_853783
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A continuación, anteriores artículos míos donde he abordado el tema del aborto: