EL SONIDO DE LA MANIPULACIÓN

sound of freedom

Según el mexicano Eduardo Verástegui, productor de la película Sound of Freedom (Alejandro Monteverde, 2023) —en la cual él mismo tiene un breve rol—, el Papa Francisco le habría dado su apoyo a la película. Así lo manifestó el 27 de agosto en un post en la red social X (antes Twitter), adjuntando un par de fotos de él con el Papa Francisco, en plan Dina Boluarte en la sesión de la ONU en Nueva York:

«Gracias, Santo Padre, por sus oraciones, gracias por haber pedido a Dios por el proyecto @SOFMovie2023 [Sound of Freedom]. En 2015, le comenté en una reunión al @Pontifex que rezara por esa intención. Hoy, la película ya está en cines y el movimiento contra la trata avanza en muchos países. Sin dudas, la oración ha tenido mucho que ver con esto.
Acabamos de tener una audiencia privada en el Vaticano con el papa Francisco donde volvimos a dialogar sobre esto, en el marco de la reunión anual de la Red Internacional de Legisladores Católicos (ICLN), una red que busca conectar a una nueva generación de líderes que promueven y defienden desde cargos públicos la vida, la familia y las libertades fundamentales.
#JuntosSomosMásFuertes. Y con esa fortaleza, estoy seguro de que vamos a terminar con el tráfico humano. Los niños de Dios no están a la venta».

No es la primera vez que alguien vinculado al mundo del cine trata de manipular la figura del Papa para promocionar una película. Lo hicieron los representantes de Icon Productions cuando afirmaron que en diciembre de 2003 el Papa Juan Pablo II había visto la película The Passion of the Christ (Mel Gibson) y había dicho «Es como fue», lo cual nunca fue confirmado oficialmente y tampoco tenía ninguna relevancia, considerando que en caso de ser cierto que el Pontífice hubiera hecho este comentario, habría sido realizado en el ámbito privado y, por lo tanto, sería sólo su opinión personal. Aún así, ACI Prensa, la agencia de noticias fundada por el Sodalicio y representante de Icon Productions para la promoción del film en América Latina, no tuvo ningún reparo en repetir continuamente este bulo como un respaldarazo oficial del Papa a la película, lo cual fue desmentido por el entonces portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls.

En el caso de Eduardo Verástegui, él es la única fuente que menciona este supuesto apoyo del Papa Francisco a la película Sound of Freedom, por lo cual podemos suponer, ante la ausencia de cualquier declaración oficial del Vaticano al respecto, que se trata de una manipulación.

¿Por qué tanto interés en conseguir un apoyo de la Iglesia católica para un thriller de acción que no se diferencia sustancialmente de otros filmes similares producidos por la industria cinematográfica? Quizás la respuesta esté en que tanto Verástegui como el director de la película, Alejandro Monteverde, y el protagonista, Jim Caviezel —quien interpretara a Jesús en The Passion of the Christ—, son católicos comprometidos, dentro del espectro derechista conservador que se define a sí mismo como pro-vida y pro-familia.

El dúo Verástegui-Monteverde ya habían colaborado en Bella (2006), alegato filmíco anti-aborto que obtuvo el Premio del Público en el Festival de Toronto, y en Little Boy (2015), historia de un niño de ocho años, cuyo padre ha sido enviado a combatir a los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. El niño, apodado “Little Boy” por tener problemas de crecimiento, tendrá que aprender que la fe mueve montañas para traer a su padre sano y salvo de la guerra. El problema está en que “Little Boy” también es el nombre de la bomba atómica que fue arrojada sobre Hiroshima, y será este atroz acontecimiento el que sea presentado simbólicamente como cumplimiento de los rezos del niño, de modo que su padre pueda regresar del frente. Un final ambiguo y manipulador, como lo es todo el film, que intenta ser una prédica sentimental y manipuladora de pretendidos valores católicos. Como es moneda corriente en los pro-vida, sólo la vida de algunos vale, lo cual justificaría la muerte de muchos otros, aunque eso ocurra debido a la explosión de la bomba atómica en Hiroshima.

Técnicamente, los filmes dirigidos por Alejandro Monteverde tienen una buena edición y una factura visual impecable. Pero eso no basta para hacer un buen film. Por eso mismo, lo que se quiere resaltar en Sound of Freedom es que se trata de una obra que ayuda a tomar conciencia sobre una grave problemática: el tráfico de niños con fines sexuales. No dudo de que es un problema que hay que tomar en serio, pero ¿era ésta la mejor manera de hacerlo, a través de una cinta que enfoca el tema desde una perspectiva religiosa y se queda en la superficie del problema en aras de mostrar la heroicidad de su protagonista y su fe inquebrantable e insobornable?

Hay que precisar que no se trata de la primera película que aborda el tema. Basta una búsqueda en Google para descubrir que no sólo hay varios documentales al respecto, sino también películas donde el tráfico sexual de niños y de jóvenes forma parte importante de la trama. Por mencionar sólo algunos ejemplos, están Trade (Marco Kreuzpaintner, 2007), The Whistleblower (Larysa Kondracki, 2010) y I Am All the Girls (Donovan Marsh, 2021) entre las más conocidas. Mención especial merece Evelyn (2011), primer largometraje de la española Isabel de Ocampo con la participación protagónica de la peruana Cindy Díaz, que cuenta la historia de una joven provinciana que es reclutada en el Perú mediante engaños y es llevada a España para ser introducida en una red de prostitución. Pero la película más popular que ha tocado el tema ha sido Rambo: Last Blood (Adrian Grunberg, 2019), donde el veterano de la guerra de Vietnam interpretado por Sylvester Stallone tiene que cruzar la frontera para ir a rescatar a su ahijada menor de edad, que ha sido secuestrada por un cartel mexicano que se dedica al tráfico de personas para ofrecer servicios de prostitución.

Sound of Freedom, aunque se base en hechos reales, parece —sobre todo en su segunda parte— una pálida y descafeinada variación de la última entrega de Rambo, pero –a diferencia de ésta— con escenas aptas para familias con hijos adolescentes, y con final feliz. No pasa de ser un thriller mediocre de buena factura, que busca ser presentado como un alegato para empujar a la gente a tomar medidas con el fin de acabar con el tráfico sexual de menores de edad. Pero la única medida que los productores y actores del film recomiendan es ver el film y ayudar a que otros lo vean. Nada más. Y a decir verdad, si lo que se quiere es crear conciencia del problema, eso se podría conseguir con documentales y filmes menos ligeros y más serios que esta película de propaganda cristiana conservadora.

Por otra parte, la realidad les ha estallado en la cara a los productores del film debido a noticias recientes referentes al personaje que inspiró la película: Tim Ballard, fundador de Operation Underground Railroad (OUR), entidad privada sin fines de lucro que tiene como objetivo rescatar a víctimas del tráfico sexual. El 18 de septiembre de este año el portal digital de noticias VICE News publicó una investigación que atestiguaba que Ballard había cometido abusos sexuales en perjuicio de por lo menos siete mujeres, que debían asumir la función de esposas suyas en misiones encubiertas destinadas a rescatar víctimas. Así informaba el diario online Infobae en una nota del 19 de septiembre:

«Se alega que Ballard insistía en que las mujeres compartieran alojamiento e, incluso, la ducha con él. El argumento era que debían convencer por completo a los traficantes de su relación marital.

En una revelación aún más oscura, se informó que Ballard envió fotografías de sí mismo en ropa interior a una mujer. A otra, le preguntó explícitamente hasta qué extremo estaba dispuesta a ir para “salvar niños”.

Si bien el número confirmado de víctimas asciende a siete, el informe sugiere que el número real podría ser más alto, ya que sólo se han considerado a las empleadas de OUR y no a voluntarias o contratistas. Al respecto, una fuente afirma tener conocimiento de al menos un incidente que involucra a una voluntaria».

Éste fue el motivo por el cual a inicios de este año se expulsó a Ballard de la misma organización que él había creado.

De este modo, por esos azares del destino, Sound of Freedom termina convirtiéndose en la exaltación hagiográfica de un abusador sexual. Y en eso debe tener experiencia el mismo Eduardo Verástegui, quien a través del sacerdote Juan Gabriel Guerra, integrante de los Legionarios de Cristo, llegó a conocer personalmente al P. Marcial Maciel, quien se ha convertido en un paradigma de pederasta y abusador sexual en la Iglesia católica. Nunca se le ha escuchado a Verástegui condenar los abusos del P. Maciel, mucho menos los abusos sexuales en la Iglesia católica. Con el film que él ha producido parece querer decirnos que ese tipo de abusos los cometen principalmente personas que no tienen nada que ver con la fe cristiana y que viven en países remotos de América Latina. Y que hay héroes cristianos animados por su fe que rescatarán a las víctimas de ese flagelo. Sabemos que eso no es cierto, por lo menos en la Iglesia católica, pues quienes se han puesto del lado de las víctimas han tenido que sufrir maltratos, difamación y agravios.

«Los niños de Dios no están a la venta» es el slogan que se repite en la película Sound of Freedom. Se les olvidó añadir que en la Iglesia católica esos niños no cuestan nada, pues están disponibles gratuitamente para clérigos y religiosos abusadores.

(Columna publicada el 24 de septiembre de 2023 en Sudaca)

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FUENTES

VICE News
Tim Ballard’s Departure From Operation Underground Railroad Followed Sexual Misconduct Investigation (September 18, 2023)
https://www.vice.com/en/article/pkaqvn/tim-ballards-departure-from-operation-underground-railroad-followed-sexual-misconduct-investigation

Infobae
Tim Ballard, inspiración para ‘Sonido de libertad’, es investigado por conducta sexual inapropiada (19 Sep, 2023)
https://www.infobae.com/mexico/2023/09/19/tim-ballard-quien-inspiro-la-historia-de-sonido-de-libertad-es-investigado-por-conducta-sexual-inapropiada/

EL CINEASTA MÁS INDEPENDIENTE DE ALEMANIA

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Roland Reber (1954-2022)

El 11 de septiembre es una fecha icónica donde ocurrieron hechos tan decisivos como el golpe de estado en Chile (1973), los atentados contra las Torres Gemelas en Nueva York (2001) y la muerte del terrorista Abimael Guzmán (2021). Pero también hay alguno que otro acontecimiento más discreto, vinculado a realidades ignoradas que deben ser traídas a la luz para comprender su importancia.

Hace un año, el 11 de septiembre de 2022, moría en el pueblo bávaro de Unterdiessen un cineasta único en Alemania, Roland Reber (1954-2022), cuya independencia artística le valió una distribución restringida de sus filmes y poco interés, si no rechazo, del público cinéfilo, lo cual también se puede deber al estilo experimental de su cine y a su renuncia absoluta a las convenciones de la narrativa cinematográfica. Pues el cine de Roland Reber no está hecho para pasar un buen rato, sino para formularse preguntas sobre el sentido de la vida, de la moral, de la religión, del sexo, de los formulismos de la sociedad burguesa, sin temor a cruzar los límites de lo socialmente permitido. Reber ha sido acusado de ser un enfant terrible, provocador, iconoclasta, sexista y hasta pornógrafo.

Efectivamente, fue un provocador en el mejor sentido de la palabra, alguien que abogaba por la igualdad y la libertad sexual de todos los géneros, y que cuestionaba en sus obras la doble moral de la sociedad y sus tabúes. En sus extrañas y bizarras películas nos mostraba alcobas ocultas, espacios cerrados, fantasías sexuales, deseos reprimidos, placeres y vicios. En este proceso, buscaba abrir el mundo del pensamiento de las personas mediante un arte preñado de sensibilidad, poesía y filosofía.

Roland Reber nació un 11 de agosto de 1954 en Ludwigshafen (Renania-Palatinado). Comenzó a escribir poemas, textos y obras de teatro desde una edad temprana. Inició una formación como enfermero antes de estudiar actuación en la Escuela de Actuación de Bochum (Renania del Norte-Westfalia), bajo la dirección de Peter Zadek. Actuó en el Teatro de Bochum, en Essen, en Múnich y tuvo numerosas apariciones en toda la República Federal de Alemania así como en el Teatro del Mercado Nuevo en Zúrich como actor invitado en la controvertida comedia Mistero buffo de Dario Fo, dramaturgo italiano ganador del Premio Nobel de Literatura de 1997.

En su primera película, Ustedes doblaron mi alma como a un hermoso bailarín (Ihr habt meine Seele gebogen wie einen schönen Tänzer) de 1979, participaron tanto actores profesionales como miembros del elenco del Teatro de Bochum, así como talentosos actores aficionados. El guion era sólo una propuesta, y los actores tenían voz en la creación de la obra. Reber fue fiel a este principio creativo hasta el final de sus días, formulado por él mismo de esta manera:

«No somos una consorcio que produce películas, sino cineastas. Y esto para mí es una aventura creativa y un proceso integral, que resulta divertido. No soy un domador que dicta a los actores o al equipo de filmación cómo deben funcionar. Me veo más como un director de orquesta que simplemente coordina a los solistas y los reúne en una orquesta armoniosa. Ésa es mi definición de trabajo en equipo, por lo que no son “mis” películas, sino “nuestras” películas».

Seguirían años dedicados al teatro, con innovaciones experimentales que causaron revuelo y escándalo. Fundó el Instituto Teatral Patológico (TPI, por sus siglas en alemán), que se convertiría en el Instituto Teatral (TI) en la década de 1980.

Fue en esta década que Reber viajó a otros países como Egipto, México, India y especialmente Jamaica. A partir del TI, en 1989, desarrolló el World-Theater-Project (WTP) en colaboración con la Comisión de la UNESCO de Alemania, Rusia, el Caribe y México, en el marco de la Década Mundial para el Desarrollo Cultural de las Naciones Unidas. Durante este tiempo, fue profesor de actuación y dirección en Moscú, Nueva Delhi, El Cairo y el Caribe. El World-Theater-Project estaba compuesto por artistas de diversos países como Jamaica, Alemania e India, quienes desarrollaron y representaron una obra de teatro en cada país junto con Reber. Surgieron producciones internacionales como El tiempo devora sus imágenes (Egipto, 1988), Stranger Than the Moon y Beyond the Horizon (Jamaica, 1990 y 1993), así como I Thought You Had Gone As Well (India, 1994).

A partir 2001, con su entonces recién fundada productora cinematográfica WTP International, sita en Múnich, se dedicó a rodar películas para expresar sus inquietudes artísticas y existenciales. Además del largometraje mencionado del año 1979 y varios cortometrajes, Reber rodó a partir de la década del 2000 diez largometrajes más, todos hechos sin subvención estatal ni fondos privados y con absoluta libertad creativa, algunos de los cuales fueron premiados en festivales internacionales de cine.

Los filmes de Roland Reber son de bajo presupuesto —lo cual se nota en el resultado final— y ha solido trabajar siempre con el mismo staff de actores, que aportan ideas para el guion y participan de la producción y marketing de las películas. A decir verdad, sus filmes se resienten tal vez de una excesiva teatralidad, falta de naturalidad en las actuaciones y falta de continuidad entre las diversas escenas. Pero eso no opaca el hecho de que Reber no pretende contar historias en sus filmes sino presentar situaciones —muchas de ellas límite— e interpelar al espectador para que cuestione sus convicciones adquiridas acostumbradas sobre la vida y la sociedad.

Quizás el siguiente texto de Reber condensa el leitmotiv de lo que ha querido plasmar en su obra cinematográfica:

«¿Por qué me resulta tan difícil la verdad?

¿Será porque no hay verdad en mí? ¿O todo es verdad y simplemente no puedo comprenderlo?
¿Qué es auténtico, qué es verdadero?
La vida como un signo de interrogación.
¿Una cadena infinita de mentiras que se condensan en una verdad?
Las palabras son sentimientos muertos, ¿pero alguna vez estuvieron vivos? ¿O todo es simplemente construcción, quimera de una mente errante?
¿Es la vida sólo la suma de todas las ilusiones?
¿Debemos mentirnos durante mucho tiempo para crear una verdad?
Mi ansia de comprensión es grande, mi olvido es aún mayor.
La ilusión del ser.
¿Somos sólo moléculas creadas por nuestra traducción de nosotros mismos que llamamos mundo?
No lo sé».

(Pensamientos sobre la idea de una película,
El sucio pedacito de vida [Das schmutzige bisschen Leben], enero de 2008)

A fin de lograr un cuestionamiento profundo, Reber no ha retrocedido ante planteamientos e imágenes que provoquen al espectador. Él mismo ha aclarado cómo se debe entender este carácter provocador de sus filmes:

«La provocación en sí misma no es un fin para mí, pero libera emociones intensas en el espectador. Las películas no están pensadas como una provocación calculada. Si provocan, siempre digo que la pantalla es un espejo. No puede mostrar nada más que lo que se refleja en ella. Y si alguien se siente provocado, casi lo llamaría una auto-provocación».

En La habitación (Das Zimmer, 2001) Reber presenta a una estudiante y a un actor, que tienen que vivir en una casa deshabitada, siéndoles permitido todo menos ingresar en una habitación cerrada, cuyo interior nunca nos es revelado, pero en la cual van proyectando sus pensamientos ocultos e inconfesables.

Pentamagica (2003) es una comedia absurda sobre cinco mujeres en busca del sentido de la vida a través de prácticas esotéricas.

The Dark Side of our Inner Space (2004) plantea una situación que se perfila como una metáfora de la vida: tres mujeres y dos hombres tiene que permanecer en un cuartel militar abandonado para jugar “El Gran Juego”, donde la única regla es que no hay reglas. Lo que comienza como algo inocuo se convierte en tragedia, quedando abierta la pregunta de qué es juego y qué es realidad.

24/7 The Passion of Life (2005) es un film poético y provocador sobre la obsesión y la soledad, sobre el placer secreto y la moral pública. Eva, la hija de un hotelero, se encuentra casualmente con la socióloga Magdalena, que trabaja como la dominatriz Lady Maria en un estudio de sadomasoquismo. Fascinada por el mundo bizarro de Lady Maria, Eva se aboca a la búsqueda de su identidad primigenia y comienza una odisea a través de los lugares ocultos del placer: estudios de dominatrices, clubes de swingers y bares de striptease.

Mi sueño o La soledad no está nunca sola (Mein Traum oder Die Einsamkeit ist nie allein, 2007) muestra al HOMBRE que huye del día a día y encuentra en una fábrica solitaria a la misteriosa GODOT, que le da asilo por una noche y lo guía a través de los desechos de la ciudad, la basura de sus pensamientos y finalmente hacia sí mismo. Delante de pantallas deterioradas de televisión el HOMBRE zapea a través de sus recuerdos en la forma de show televisivos, talk shows, stand-up comedy o farsas imaginarias. El espectador es conducido no sólo a través de los pensamientos del protagonista, sino a través de una visión satírica de la actual cultura de entretenimiento de masas.

Ángeles con alas sucias (Engel mit schmutzigen Flügeln, 2009) causó cierto escándalo en Alemania porque aparecía por primera vez en una película de Reber la actriz Antje Nikola Mönning, quien había actuado de monja en una popular serie televisiva, y ahora no sólo aparecía desnuda sino que se masturbaba delante de un grupo de jóvenes y tenia orgasmos reales. Este detalle opacaba el resto de la historia de Michaela, Gabriela y Lucy, ángeles del vicio, que por aburrimiento bajan del cielo y recorren en motocicletas las carreteras vacías de zonas rurales, en busca del placer. Michaela y Gabriela buscarán convencer a Lucy para que se libre de ataduras y pueda ser ella misma, para lo cual la llevarán a diferentes lugares donde pueda someterse a diversas prácticas sexuales.

En La verdad de la mentira (Die Wahrheit der Lüge, 2011), un escritor en busca de un tema para su siguiente libro mantiene a dos mujeres prisioneras en una fábrica abandonada, con el fin de llevarlas hasta el límite, para lo cual aplicará diversas torturas físicas y psíquicas. Presionado por su editora, se trata de una lucha contra el reloj, donde el mismo escritor, ante la falta de efectividad de sus métodos, terminará involucrado en el juego. Las experiencias límites son sólo posibles en el límite. ¿Pero dónde está el límite? ¿Qué es verdad y que es mentira? Nada parece ser lo que es.

En Illusion (2013) se cuenta cómo ocho personas, que no podrían ser más diferentes, se encuentran en un bar. Por una noche huyen de su día a día y se embarcan en un viaje a su mundo interior, hacia sus deseos más profundos. Deseos reprimidos, fantasías sexuales y miedos salen a la luz, y experiencias olvidadas hace mucho tiempo vuelven a la vida.

En el año 2015 Roland Reber sufre un derrame cerebral que lo confina a una silla de ruedas, lo cual no le impediría rodar dos películas más.

El sabor de la vida (Der Geschmack von Leben, 2017) tiene como protagonista a la alegre y optimista NIKKI, para quien la respuesta a la pregunta de a qué sabe la vida es clara: a placer. Placer que buscará disfrutar en cualquier oportunidad. En busca de material para su videoblog, recorrá el país en su land rover en busca de personas y sus historias. El film es un collage gráfico de sketches sobre los temas de sexo y relaciones sentimentales, culpa y religión, sentido y sinsentido de las convenciones sociales, convirtiéndose en una mirada voyeurista a los deseos y anhelos de los protagonistas.

La revista musical de la muerte de Roland Reber (Roland Rebers Todesrevue, 2019) es un conjunto desenfadado de satíricos sketches humorísticos y números musicales en torno al tema de la muerte, donde se cuestiona el sentido de la vida. ¿Qué es la vida? ¿Es el deseo de alguien que nos ame, el miedo a envejecer, la lucha rebelde por una muerte digna o una cacería en búsqueda de likes? ¿O quizás es sólo un show?

Las películas de Reber no dejan indiferentes a nadie, y las opiniones se dividen entre quienes las consideran bodrios infumables y quienes las aprecian como obras geniales y únicas. Sea como sea, es cine independiente en estado puro, cine comprometido con la vida, cine que difícilmente llegará a salas comerciales que suelen vender ilusiones triviales y engordar los bolsillos de quienes ven en las películas un mero negocio. Se puede discrepar sobre si los filmes de Roland Reber son buenos o malos, pero lo que queda fuera de toda duda es su honestidad artística y su libertad creativa. Valores más que necesarios en estos tiempos de aplanadora masificación comercial de los gustos y de los colores.

(Columna publicada el 16 de septiembre de 2023 en Sudaca)

LA ULTRADERECHA CONTRA SUS VOTANTES

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No siempre se puede esta mejor, pero siempre se puede estar peor. Es lo que se conoce como saltar de la sartén al fuego. Ésta es la lección que nos han dado los partidos extremistas o ultras, sean de izquierda o de derecha, a lo largo de la historia. Una lección que los pueblos no parecen haber aprendido, pues la historia amenaza con repetirse o ya se está repitiendo en diferentes latitudes del globo.

Así parece confirmarlo en el caso de Alemania un reciente estudio del Deutsches Institut für Wirtschaftsforschung (Instituto Alemán de Investigación Económica) con sede en Berlín, la más importante institución especializada en este campo en todo el país germano. Su presidente, el renombrado y premiado economista Marcel Fratzscher, ante el creciente apoyo —alrededor de 20% de los votantes, según encuestas recientes— que encuentra el partido populista de ultraderecha Alternative für Deutschland (Alternativa para Alemania), conocido por sus siglas AfD, se ha preguntado si los objetivos del partido están en consonancia con los intereses de sus posibles votantes. El estudio llega a una conclusión paradójica: los primeros afectados por las políticas de la AfD —en el hipotético caso de que llegara al poder— serían sus mismos votantes.

Según Fratzscher eso está relacionado con una falsa autopercepción de los votantes de la AfD y con una valoración errada de la realidad social alemana. ¿Cómo llega a esta conclusión?

El estudio realizado se basa sobre el análisis de las posiciones políticas del partido, no según una interpretación sino según enunciados que el mismo partido ha dado y que están contenidos en el Wahl-O-Mat, una ayuda online existente desde el año 2002 que recopila las propuestas políticas de los diferentes partidos para que los electores, sobre todo jóvenes, puedan comparar sus propias opiniones con estas propuestas y tomar decisiones electorales. Está página es operada por la Bundeszentrale für politische Bildung (Central Federal de Formación Política), que depende del Ministerio Federal del Interior.

Esta método presenta la ventaja de que el partido no podría afirmar que se la ha malinterpretado, pues los enunciados provienen del mismo partido, según un catálogo de preguntas que presenta el Wahl-O-Mat, dejando que sean los mismos partidos los que respondan.

¿Y qué es lo que quiere la AfD? Según el análisis de Fratzscher, propone una política económica y financiera de liberalismo extremo —conocido en otra latitudes como libertarismo—. Quiere reducir los impuestos en casi todas las áreas, incluido el impuesto a la herencia. Está en contra de del impuesto a las grandes fortunas. Quiere abolir totalmente el impuesto de solidaridad, que actualmente sólo pagan las personas de ingresos elevados. Quiere recortar el rol del Estado e incrementar el poder del mercado. Según Fratzscher, en Alemania ningún partido rechaza sistemáticamente las medidas para proteger el medio ambiente y el clima como sí lo hace la AfD.

En cuanto a política social, no hay ningún partido que desee recortar tanto las prestaciones sociales del Estado. Por ejemplo, la AfD se opone a un fortalecimiento de los derechos de los inquilinos. En 2021 votó en contra de subir el salario mínimo a 12 euros la hora. Asimismo, quiere recortar las subvenciones que otorga el Estado a personas desempleadas o impedidas de trabajar por razones válidas y en estado de vulnerabilidad, y quiere obligar a los desempleados crónicos a trabajar gratuitamente en actividades comunales, contraviniendo lo que dice el artículo 12 de la constitución alemana (Grundgesetz), que establece que todos los alemanes tiene derecho a elegir libremente su profesión u oficio, su lugar de trabajo y sus centros de formación, sin que se pueda obligar o forzar a nadie a realizar un trabajo determinado.

En cuanto a política de sociedad, la AfD de se diferencia de los demás partidos representados en el Bundestag (parlamento alemán) en que quiere recortar derechos y libertades, sobre todo de las minorías. Incluso en lo que respecta a la democracia y a la política interna, el partido estaría dispuesto a restringir libertades. Y en cuanto a política externa, es el único partido que propone abolir la Unión Europea o restringirla masivamente.

¿Y quienes son los votantes de este partido? Mayoritariamente son varones entre los 45 y 59 años de edad, con ingresos y formación en los niveles más bajos o intermedios. Con frecuencia son desempleados quienes votarían a favor de la AfD. La insatisfacción con el propio nivel de vida y con la situación económica y social es mayor que en el promedio del resto del electorado. Y con frecuencia esos mismos votantes tienen una participación social y política muy reducida. A la AfD le va mejor en distritos electorales donde la falta de perspectivas es grande, las oportunidades para los jóvenes son pocas y el éxodo de habitantes es constante. También en regiones con una gran vulnerabilidad económica y poca diversidad poblacional —donde menos inmigrantes o hijos de inmigrantes hay— encuentra este partido de extrema derecha su mayor popularidad.

¿Y cómo se compaginan los objetivos de la AfD con las condiciones de vida de quienes la apoyan? Fratzscher señala que las contradicciones entre los intereses de sus votantes y las posiciones del partido no pueden ser mayores, señalando que nos hallamos ante una paradoja.

Las reducciones de impuestos a los que más ganan, salarios más reducidos para las personas en la escala inferior de ingresos y el recorte de las prestaciones sociales, a quienes mas afectarían serían a los mismos votantes de la AfD antes que a los votantes de otros partidos. Si se implementaran las políticas de la AfD, se eliminaría la redistribución de los ingresos tal como existe actualmente en Alemania y que no sólo permite que la brecha entre ricos no sea tan grande, sino que mantiene sana y en funciones la economía del país. En su lugar, habría una redistribución de los ingresos desde los votantes de la AfD hacia los votantes de los demás partidos, cuyo perfil es más de clase media y alta. Y el daño económico y político que implicaría el debilitamiento de la Unión Europea y la suspensión de medidas contra el cambio climático afectaría antes que nada a los sectores socialmente vulnerables de la sociedad, y entre ellos a muchos votantes de la AfD.

Como señala Fratzscher, una posible explicación de esta paradoja de que electores voten por un partido que los perjudicaría está en que los votantes de la AfD tienen una falsa percepción de sí mismos y del contexto social en el que viven. En los últimos 70 años en Alemania no ha habido ningún partido que haya marginado y discriminado tanto a grupos vulnerables como la AfD. A través de una campaña de difamación y discriminación en perjuicio de extranjeros y personas con trasfondo migratorio, el partido habría logrado convencer a sus seguidores de que les iría económica, social y políticamente mejor si a esos grupos se les restringe las prestaciones sociales o los derechos fundamentales. Muchos de estos seguidores no entienden que una política de discriminación y marginalización les afectaría enormemente, pues ellos mismos pertenecerían a los niveles de más bajos ingresos, disfrutarían de menores privilegios, tendrían menos oportunidades que otros y dependerían en mayor medida de prestaciones financieras del Estado. Y los votantes de la AfD serían los más afectados por la pérdida de puestos de trabajo, una peor infraestructura y menores ayudas estatales.

Este fatal caldo de cultivo sólo sería posible debido a una percepción distorsionada de la realidad o debido a la creencia en teorías de la conspiración —a las cuales es muy afecta la ultraderecha populista alemana—, siendo así que los votantes de la AfD se percibirían a sí mismos como víctimas de la política y de la sociedad, y creerían que ellos constituyen una mayoría.

No pocos votantes de la AfD estarían convencidos de que la cancelación de la globalización, un nacionalismo cada vez más fuerte así como políticas económicas, financieras y sociales neoliberales les traerían mejores puestos de trabajo, más seguridad y mejores oportunidades. En realidad, ocurriría lo contrario: más desempleo, mas inseguridad y violencia, menos oportunidades.

Si el caudal electoral se mantiene, la AfD podría convertirse en la segunda fuerza política de Alemania. Pero sería muy difícil que llegue a formar parte del gobierno, pues en Alemania existe una democracia parlamentaria, y solo puede formar gobierno quien obtiene mayoría de votos en el Bundestag. Por el momento, no hay ningún partido que esté dispuesto a formar una coalición con la AfD, porque en el fondo se considera que es una fuerza política que no cree en la democracia y que pretende valerse de ella sólo para alcanzar cuotas de poder y socavarla desde dentro.

Y como todos los populismos habidos y por haber, sólo es una ilusión de sirena que encandila a sus electores para luego hacerlos naufragar, estrellados contra los peñascos de su verdadero rostro y de la inexorable realidad.

(Columna publicada el 2 de septiembre de 2023 en Sudaca)

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FUENTE

Die Rheinpfalz
Warum AfD-​Wähler sich selbst schaden (25. August 2023)
https://www.rheinpfalz.de/wirtschaft_artikel,-warum-afd-wähler-sich-selbst-schaden-_arid,5546424.html