SI EL CARDENAL CIPRIANI ESTUVIERA CASADO

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Si el cardenal Cipriani estuviera casado, sabría muy de cerca qué es lo quiere una mujer y si se quedaría contenta con ser únicamente un ama de casa cuya única ocupación es el hogar, como él mismo ha enseñado en varias oportunidades.

También descubriría en su propia carne la belleza del encuentro sexual entre un hombre y una mujer que se aman, y dudo que se atrevería a condenar el sexo en general como un falso dios.

Si tuviera hijos, probablemente sabría lo que es tener en su casa a alguien que es carne de la propia carne, pero que no piensa como uno mismo y aún así se le sigue amando con respeto y cariño, sin tratar de imponerle ninguna norma moral que vaya contra su conciencia.

Y si un hijo le saliera homosexual —lo cual ocurre hasta en los hogares más católicos—, tendría tal vez un corazón más abierto a la misericordia y la comprensión, en vez de juzgarlo como una anormalidad de la naturaleza.

Sería tal vez un pastor con olor a oveja antes que un predicador con cara de piedra y olor a naftalina, dispuesto a condenar con una severidad inmisercorde y ajena al amor de Jesús.

Consideraría como una bendición del cielo que actualmente haya en todo el mundo unos 90,000 sacerdotes casados (más del 20% del clero católico) y como absurda la prohibición que tienen la mayoría de ejercer su ministerio sacerdotal.

Y se solidarizaría con aquellos pocos obispos españoles que en contados casos han hecho la vista gorda y han permitido que curas casados sigan celebrando los sacramentos y atendiendo pastoralmente a la grey.

(Columna publicada en Exitosa el 23 de julio de 2016)

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El celibato clerical no es un dogma de fe, sino una disciplina que la Iglesia católica romana estableció en un tiempo y circunstancias determinados. Como tal, este asunto puede ser modificado, sin que ello signifique una merma en los contenidos de la fe cristiana.

Está sujeto a discusión si está práctica es adecuada para los tiempos actuales, y si resulta conveniente en lo personal para muchos de los sacerdotes que ejercen su ministerio en una sociedad muy diferente a la de tiempos pasados.

Así resume el ya fallecido cardenal Carlo Maria Martini los orígenes del celibato clerical en el libro-entrevista Coloquios nocturnos en Jerusalén, publicado originalmente en alemán en el año 2008:

En todas las Iglesias fuera de la católica romana los sacerdotes pueden casarse. También pueden hacerlo en la Iglesia greco-católica. La idea de que los sacerdotes no deben casarse surgió a partir del monacato. Las mujeres y los hombres viven en comunidades monásticas o bien como eremitas a fin de seguir a Jesús en su celibato. Quieren ser plenamente libres para el servicio a Dios. «Amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas», como dice el credo de Israel, lo es realmente todo para algunas personas. Ellas arriesgan su vida por amor de él.

Para el celibato es importante que una comunidad brinde al sacerdote un ámbito de amor y de cobijo. El sacerdote no debe sentirse solo, aunque los tiempos más importantes de su vida son los tiempos. Pero no habría que olvidar que también la Iglesia católica romana sólo regulo jurídicamente el celibato de los sacerdotes en el concilio de Trento, en el siglo XVI, aunque la obligación del celibato existía desde el siglo XI.

Ello no implica una desestimación del celibato como tal, sobre el cual el cardenal Martini aclara lo siguiente [las negritas son mías]:

Esta forma de vida es extremadamente exigente y presupone una profunda religiosidad, una buena comunidad y personalidades fuertes, pero sobre todo la vocación a la vida célibe. Tal vez, no todos los hombres que estén llamados al sacerdocio tengan ese carisma. En nuestro caso, la Iglesia deberá desarrollar inventiva. Hoy en día se confían cada vez más comunidades a un sólo párroco, o las diócesis importan sacerdotes de culturas foráneas. Esto no puede ser una solución a largo plazo. De todos modos hay que discutir la posibilidad de ordenar a viri probati, es decir, a hombres experimentados y probados en la fe y en el trato con los demás.

En la misma línea, el Papa Francisco ha resaltado el valor del celibato como un estado de vida legítimo dentro de la Iglesia, que no es ni superior ni inferior al estado de vida matrimonial.

La virginidad es una forma de amar. Como signo, nos recuerda la premura del Reino, la urgencia de entregarse al servicio evangelizador sin reservas (cf. 1 Co 7,32), y es un reflejo de la plenitud del cielo donde «ni los hombres se casarán ni las mujer tomarán esposo» (Mt 22,30). San Pablo la recomendaba porque esperaba un pronto regreso de Jesucristo, y quería que todos se concentraran sólo en la evangelización: «El momento es apremiante» (1 Co 7,29). Sin embargo, dejaba claro que era una opinión personal o un deseo suyo (cf. 1 Co 7,6-8) y no un pedido de Cristo: «No tengo precepto del Señor» (1 Co 7,25). Al mismo tiempo, reconocía el valor de los diferentes llamados: «cada cual tiene su propio don de Dios, unos de un modo y otros de otro» (1 Co 7,7). En este sentido, san Juan Pablo II dijo que los textos bíblicos «no dan fundamento ni para sostener la “inferioridad” del matrimonio, ni la “superioridad” de la virginidad o del celibato» [Catequesis (14 abril 1982), 1: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 18 de abril de 1982, p. 3] en razón de la abstención sexual. Más que hablar de la superioridad de la virginidad en todo sentido, parece adecuado mostrar que los distintos estados de vida se complementan, de tal manera que uno puede ser más perfecto en algún sentido y otro puede serlo desde otro punto de vista. […]

La virginidad tiene el valor simbólico del amor que no necesita poseer al otro, y refleja así la libertad del Reino de los Cielos. Es una invitación a los esposos para que vivan su amor conyugal en la perspectiva del amor definitivo a Cristo, como un camino común hacia la plenitud del Reino. A su vez, el amor de los esposos tiene otros valores simbólicos: por una parte, es un peculiar reflejo de la Trinidad. La Trinidad es unidad plena, pero en la cual existe también la distinción. Además, la familia es un signo cristológico, porque manifiesta la cercanía de Dios que comparte la vida del ser humano uniéndose a él en la Encarnación, en la Cruz y en la Resurrección: cada cónyuge se hace «una sola carne» con el otro y se ofrece a sí mismo para compartirlo todo con él hasta el fin. Mientras la virginidad es un signo «escatológico» de Cristo resucitado, el matrimonio es un signo «histórico» para los que caminamos en la tierra, un signo del Cristo terreno que aceptó unirse a nosotros y se entregó hasta darnos su sangre. La virginidad y el matrimonio son, y deben ser, formas diferentes de amar, porque «el hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor» [Id., Carta enc. Redemptor hominis (4 marzo 1979), 10: AAS 71 (1979), 274]. (Papa Francisco, Exhortación apostólica Amoris laetitia, 159 y 161).

Todo esto se inserta dentro de una visión sumamente positiva de la sexualidad humana, que ha sorprendido a más de uno y escandalizado a aquellos que prefieren seguir viendo pecados en la mayoría de las expresiones sexuales del ser humano:

Dios mismo creó la sexualidad, que es un regalo maravilloso para sus creaturas. Cuando se la cultiva y se evita su descontrol, es para impedir que se produzca el «empobrecimiento de un valor auténtico» [Juan Pablo II, Catequesis (22 octubre 1980), 5: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 26 de octubre de 1980, p. 3]. San Juan Pablo II rechazó que la enseñanza de la Iglesia lleve a «una negación del valor del sexo humano», o que simplemente lo tolere «por la necesidad misma de la procreación» [Ibíd., 3]. La necesidad sexual de los esposos no es objeto de menosprecio, y «no se trata en modo alguno de poner en cuestión esa necesidad» [Id., Catequesis (24 septiembre 1980), 4: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 28 de septiembre de 1980, p. 3].

A quienes temen que en la educación de las pasiones y de la sexualidad se perjudique la espontaneidad del amor sexuado, san Juan Pablo II les respondía que el ser humano «está llamado a la plena y madura espontaneidad de las relaciones», que «es el fruto gradual del discernimiento de los impulsos del propio corazón» [Catequesis (12 noviembre 1980), 2: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 16 de noviembre de 1980, p. 3]. Es algo que se conquista, ya que todo ser humano «debe aprender con perseverancia y coherencia lo que es el significado del cuerpo». [Ibíd., 4] La sexualidad no es un recurso para gratificar o entretener, ya que es un lenguaje interpersonal donde el otro es tomado en serio, con su sagrado e inviolable valor. Así, «el corazón humano se hace partícipe, por decirlo así, de otra espontaneidad» [Ibíd., 5]. En este contexto, el erotismo aparece como manifestación específicamente humana de la sexualidad. En él se puede encontrar «el significado esponsalicio del cuerpo y la auténtica dignidad del don» [Ibíd., 1: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 16 de noviembre de 1980, p. 3]. En sus catequesis sobre la teología del cuerpo humano, enseñó que la corporeidad sexuada «es no sólo fuente de fecundidad y procreación», sino que posee «la capacidad de expresar el amor: ese amor precisamente en el que el hombre-persona se convierte en don» [Id., Catequesis (16 enero 1980), 1: L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española, 20 de enero de 1980, p. 3]. El más sano erotismo, si bien está unido a una búsqueda de placer, supone la admiración, y por eso puede humanizar los impulsos.

Entonces, de ninguna manera podemos entender la dimensión erótica del amor como un mal permitido o como un peso a tolerar por el bien de la familia, sino como don de Dios que embellece el encuentro de los esposos. Siendo una pasión sublimada por un amor que admira la dignidad del otro, llega a ser una «plena y limpísima afirmación amorosa», que nos muestra de qué maravillas es capaz el corazón humano y así, por un momento, «se siente que la existencia humana ha sido un éxito» [Josef Pieper, Über die Liebe, Múnich 2014, 174-175]. (Papa Francisco, Exhortación apostólica Amoris laetitia, 150-152)

El Papa Francisco también señala los problemas que acarrea un celibato vivido sin amor, ante los cuales resplandece en comparación muchas veces el testimonio de amor de muchas personas casadas:

El celibato corre el peligro de ser una cómoda soledad, que da libertad para moverse con autonomía, para cambiar de lugares, de tareas y de opciones, para disponer del propio dinero, para frecuentar personas diversas según la atracción del momento. En ese caso, resplandece el testimonio de las personas casadas. Quienes han sido llamados a la virginidad pueden encontrar en algunos matrimonios un signo claro de la generosa e inquebrantable fidelidad de Dios a su Alianza, que estimule sus corazones a una disponibilidad más concreta y oblativa. Porque hay personas casadas que mantienen su fidelidad cuando su cónyuge se ha vuelto físicamente desagradable, o cuando no satisface las propias necesidades, a pesar de que muchas ofertas inviten a la infidelidad o al abandono. Una mujer puede cuidar a su esposo enfermo y allí, junto a la Cruz, vuelve a dar el «sí» de su amor hasta la muerte. En ese amor se manifiesta de un modo deslumbrante la dignidad del amante, dignidad como reflejo de la caridad, puesto que es propio de la caridad amar, más que ser amado [Cf. Tomás de Aquino, Summa Theologiae II-II, q. 27, a. 1]. También podemos advertir en muchas familias una capacidad de servicio oblativo y tierno ante hijos difíciles e incluso desagradecidos. Esto hace de esos padres un signo del amor libre y desinteresado de Jesús. Todo esto se convierte en una invitación a las personas célibes para que vivan su entrega por el Reino con mayor generosidad y disponibilidad. Hoy, la secularización ha desdibujado el valor de una unión para toda la vida y ha debilitado la riqueza de la entrega matrimonial, por lo cual «es preciso profundizar en los aspectos positivos del amor conyugal» [Pontificio Consejo para la Familia, Familia, matrimonio y uniones de hecho (26 julio 2000), 40]. (Papa Francisco, Exhortación apostólica Amoris laetitia, 162)

Si tanto la virginidad y el celibato como el matrimonio con una vida sexual activa pueden considerarse como formas de amar que simbolizan de distinta manera el amor de Dios hacia los hombres, ¿tiene sentido todavía que la Iglesia católica romana vincule obligatoriamente —salvo en el caso de los diáconos casados— el precepto del celibato con el estado clerical? ¿No sería más conforme con la libertad de los hijos de Dios —e incluso con lo que enseña Jesús en los Evangelios y San Pablo en sus epístolas— que se deje a la decisión de quienes aspiran al estado clerical si optan por casarse o por vivir el celibato? De este modo los sacerdotes podrían elegir como estado de vida aquél  que sea más conforme con sus características y capacidades personales, sin menoscabo de su misión pastoral.

Porque los problemas del celibato obligatorio para todos los sacerdotes saltan a la vista. En el libro La vida sexual del clero, publicado en 1995 por el periodista español Pepe Rodríguez, especialista en cuestiones religiosas, se incluyen algunas estadísticas reveladoras sobre la sexualidad del clero español. Según ellas, el 95% se masturba habitualmente y 60% mantienen relaciones sexuales. 65% tienen una orientación heterosexual mientras que 35% son homosexuales. Y lo más sorprendente es que entre aquellos que practican el sexo con otras personas, el 64% comenzó a tener relaciones entre los 40 y 55 años de edad.

Dado que no ha habido ningún cambio sustancial en la disciplina de la Iglesia desde entonces, es muy probable que las cifras actuales sean muy semejantes a las de hace veinte años. Y si bien hasta ahora no hay ningún estudio que haya demostrado fehacientemente que existe una relación entre celibato obligatorio y abusos sexuales de menores, tampoco se ha demostrado que no la haya.

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Sea como sea, podríamos concluir que para muchos sacerdotes el celibato se presenta como una carga pesada, como una fachada que oculta una vida sexual practicada en la sombra y sembrada de sentimientos de culpa y frustración. Que la Iglesia les dé la oportunidad de casarse y formar una familia a la vez que los confirme en su ministerio sacerdotal no traería consecuencias negativas ni para ellos ni para la grey que atienden, y probablemente conllevaría un enriquecimiento sustancial y palpable de su labor pastoral. Y también ayudaría a contrarrestar la crisis de vocaciones sacerdotales que sufre actualmente la Iglesia.

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FUENTES

ÚTERO.PE
Cipriani: La mujer vela por que la ropa esté limpia (14 Marzo 2014)
http://utero.pe/2014/03/14/cipriani-la-mujer-vela-por-que-la-ropa-este-limpia/

ACI Prensa
Sexo y dinero son “dioses” falsos y agresivos, alerta Cardenal Cipriani (20 Abril 2015)
https://www.aciprensa.com/noticias/sexo-y-dinero-son-dioses-falsos-y-agresivos-alerta-cardenal-cipriani-93415/

El País
La lucha de los 90.000 curas casados de la Iglesia católica (01 Noviembre 2015)
http://politica.elpais.com/politica/2015/11/01/actualidad/1446374179_827110.html

Card. Carlo Maria Martini / Georg Sporschill, Coloquios nocturnos en Jerusalén, San Pablo, Madrid 2008
https://es.scribd.com/document/286660706/MARTINI-C-M-Coloquios-Nocturnos-en-Jerusalen-San-Pablo-2008

Pepe Rodríguez, La vida sexual del clero, Ediciones B, Barcelona 1995
https://es.scribd.com/doc/232506044/La-Vida-Sexual-Del-Clero-Pepe-Rodriguez

Sitio web de Pepe Rodríguez
Resumen de conclusiones estadísticas sobre la conducta sexual del clero católico
http://www.pepe-rodriguez.com/Sexo_clero/Sexo_clero_estadist.htm

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Quien quiera conocer la apasionante historia un sacerdote suizo que se casó y después regresó al ministerio sacerdotal en la prelatura de Ayaviri, le recomiendo mi post EL AZAROSO CAMINO DE LA FE DE OTTO BRUN.

27 pensamientos en “SI EL CARDENAL CIPRIANI ESTUVIERA CASADO

  1. Realmente que simplismo reducir el tema vocacional del sacerdocio a permitir que haya curas casados. Mucha letra y poca sustancia a los argumentos. La experiencia protestante con tantas crisis de pastores casados confirman que ese no es ni remotamente una solución para la Iglesia Católica. Ello sin entrar todavía al tema de la necesidad de mantener dicho celibato para el sacerdocio.
    Recomiendo al respecto estos artículos si les interesa salvo que tengan prejuicios de su autor:
    http://infovaticana.com/blogs/teullet/no-cerrarle-la-puerta-a-cristo-i/

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    • No sé qué texto habrás leído, pues en éste no se reduce el tema vocacional a permitir que haya curas casados. Los argumentos se basan en la doctrina de la Iglesia. Tienen más letra y sustancia que tu comentario, que se resume en poca letra y nula sustancia. Las crisis de pastores casados en el protestantismo no se pueden extrapolar a la Iglesia católica. El concepto de matrimonio es distinto, pues se permite el divorcio en ciertas circunstancias. En todo caso, vale la pena intentar que haya curas casados, pues las crisis de curas célibes constituyen actualmente una epidemia de carácter grave. No veo por qué haya que mantener el carácter obligatorio del celibato, cuando este factor es uno de los desencadenantes de las crisis. Y ni siquiera es un asunto de fe, sino de disciplina. Y por eso mismo, sujeto a posibles cambios.

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  2. Sí, buen artículo y buen análisis. No por las puras el Papa había ya anunciado que la discusión sigue abierta y que no está cerrada, pero nunca van a faltar los que ponen en evidencia un principio de autoridad que con toda claridad no intenta sino imponer sus propias convicciones e intereses, pero no lo referido en el mensaje original.
    Queda bastante claro que en 1 Cor 7 se escribe sobre recomendaciones y no sobre el punto de inflexión en esta discusión : LA OBLIGATORIEDAD, que NO existe en las Escrituras. Negarlo implica necesariamente realizar un acto REDUCCIONISTA de desinformación.

    Las consecuencias psíquicas de la represión sexual han hecho eco en toda la Iglesia (y fuera de ella), ignorando de las Escrituras lo que todos podemos leer. A veces, la única manera de obedecer a Xto es desobedeciendo a la Iglesia.

    P. ej. en 1 Cor 7,32 – 35 : «Mas quiero que estéis libres de preocupación. El soltero se preocupa por las cosas del Señor, cómo puede agradar al Señor; 33 pero el casado se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer, 34 y sus intereses están divididos. Y la mujer que no está casada y la doncella se preocupan por las cosas del Señor, para ser santas tanto en cuerpo como en espíritu; pero la casada se preocupa por las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. 35 Y esto digo para vuestro propio beneficio; no para poneros restricción, sino para promover lo que es honesto y para asegurar vuestra constante devoción al Señor.»

    > Está tratando de explicar porqué puede ser complicado o difícil combinar matrimonio y servicio religioso, pero no está tratando de dividir funciones en aras a un posible servicio religioso, intenta explicar como funcionan en gnral. las personas, en cuanto que con anterioridad (mismo capítulo) advierte con claridad que el celibato no es para todos los religiosos, aunque lo recomienda para quienes se sientan llamados a poder llevarse con él.

    Al decir que no es para todos, no está diciendo que es sólo para los que quieran servir en la Iglesia, ya que se pone a sí mismo como ejemplo varias veces en cuanto que él ya está sirviendo a la Iglesia.

    1 Corintios 7 – 1 Corintios 9:5 – 1 Corintios 12:4 – 1 Corintios 12:11 – Hechos 26:29 – Mateo 19:11,12 – Romanos 12:6
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    El problema de la Iglesia Católica en esto tiene más que ver con las consecuencias económicas de los posibles divorcios civiles (a dónde va el dinero), con los cambios bruscos en el desarrollo de la Iglesia, quén se queda con los hijos, etc., etc.

    En las Escrituras las cosas están claras, y a decir verdad, a quienes las escribieron les importa un rábano el ultratradicionalismo de estos grupos religiosos chistosos que andan por allí, que quieren imponer autoritariamante su palabrita por encima del contenido bíblico y ‘cerrar’ el tema. Estos podrían cambiar literalmente sus votos de castidad por votos de pobreza.

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    El que aún tenga dudas que lea 1 Timoteo 3, y en especial a 1 Timoteo 4 y que chequée lo de «doctrinas de demonios» (y que compare esto con Cipriani).

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  3. Considero que el celibato no será cambiado para los sacerdotes, por lo menos en un futuro cercano… la Iglesia puede argumentar lo que quiera…, estoy convencido que el problema es económico, patrimonial… si lo que produce el curita se queda en manos de la mujer y los hijos, la iglesia como la conocemos ahora se disolvería.

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  4. En mi opinión personal el problema del celibato radica en una muy mala enseñanza que se da en los seminarios y la falta de ejemplo que se tiene en todo el mundo y ademas que se eligen en muchos casos las vocaciones por la desesperación que cada vez ahi menos sacerdotes y en muchas ordenes se ha caído en la desesperación de querer llenar los vacíos existentes, los ejemplos de celibato hay muchos en los santos que han existido en todos los tiempos de la iglesia claro que muchos también que han roto su voto pero en todos los casos que conozco es por una pésima enseñanza de experiencias y conocimiento propio del seminario ademas esa virtud se la obtiene por gracia de Dios. ahora que si mas ejemplo se da siendo sacerdote casado que sacerdote soltero no lo creo porque el que saca la vuelta por asi decirlo a su voto de celibato o a su voto de matrimonial lo hace estando casado o siendo sacerdote no es una cuestión de continencia es una situación psíquica mas profunda de la soledad del alma de los traumas y como se sabe superarlos. Creo firmemente que se debe llevar el voto de celibato y debe ser tomado con mas seriedad mas aun en estas épocas que todo el mundo se divorcia y no sabe mantener los votos que hicieron con su pareja ver a alguien que por reino de los cielos ha hecho un voto de celibato da mucha ayuda a las parejas y es un ejemplo de que la gracia de Dios lo puede todo, porque es una vocación es un Dios que no todos lo tienen.

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    • También sería una forma de verlo, cómo no (?) Ahora bien, el problema radica en la fidelidad desde, en y para con las Escrituras, y el tema en ese contexto sería si existe una obligatoriedad, … que evidentemente no existe. La Iglesia impuso esto por otras razones. Que un sacerdote que sea realmente célibe sea un buen ejemplo desde las Escrituras ? Por supuesto que sí. El problema está en los que no nacieron con esa aptitud y sin embargo sienten un llamado a servir a Dios. No deben – entonces – estas personas acudir a este llamado ? De cuántas almas es responsable la Iglesia ?

      Lo de la cuestión psíquica > lo que la evidencia me muestra es que más son los problemas que provienen de quienes no se llevan con un celibato y están ‘obligados’ a eso, que el ejemplo que han dado. Esto repercute en la estructura de la Institución Iglesia y en la sociedad. Sigo creyendo en la relevancia del contenido bíblico y no veo problemas interpretativos ni para con un vínculo científico, y queda que «eso no es para todos». No te olvides que el mismo Dios que todo lo puede, inspiró esas líneas en la Biblia. Dios ha querido y quiere – visto desde allí – a curas casados y con descendencia, pero la Iglesia lo ha prohibido.

      La Iglesia insiste por otras razones : jurídicas y económicas. Tampoco se puede partir de que la Iglesia es perfecta en sus desiciones. La Iglesia está repleta de errores históricos, muchos de los cuáles ha reconocido.

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      • Recien veo tu respuesta Gerundio «Dios ha querido y quiere – visto desde allí – a curas casados y con descendencia, pero la Iglesia lo ha prohibido» no te ofendas por favor pero el decir lo que Dios quiere suena mas a fanático o fundamentalista que aunq no lo eres del lado conservador parece sonar mas al lado que se denomina progresista que al final todos dicen lo que Dios quiere mas aun los que se sesgan mucho a favor de un lado u otro, ahi me parece que tienes que reflexionar antes de continuar por esa linea, no lo estoy diciendo con aires de retrucar tu respuesta pero si con algo de preocupación tuya. Por otro lado hay una gran distancia en afirmar que hay según la interpretación de las escrituras un camino de perfeccion para sacerdotes casados que decir que Dios quiere curas casados y con descendencia y mas aun que la iglesia lo prohibe, habria que buscar otras formas que probarlo ya que si fuera asi hace mucho tiempo Dios mismo en su infinito poder se habria agenciado la forma de lograr esos estados de vida en sacerdotes catolicos incluso existirían visiones y manifestaciones que avalen esto asi como lo existe del celibato sacerdotal comun.

        Bueno un abrazo.

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      • La verdad considero problemático – como autocrítica – tratar de definir de una forma absoluta lo que Dios quiere. De la misma forma considero problemático el afirmar lo que Dios hubiera hecho si es que Él decidiera pasar sobre la libertad que nos ha ofrecido, argumentando (torciendo) contra lo que tú planteas.

        Mi conclusión de interpretar el deseo de Dios de querer tener a sacerdotes casados y con descendencia se da de la sgte. forma :

        – Dios inspiró a las Escrituras, donde se lee que :
        – un sacerdote puede casarse como puede no hacerlo, a pesar de recomendar al celibato ‘a quienes se lleven con él’.
        >.: quedarían (también) muchos sacerdotes casados, que – según otras fuentes bíblicas – deberían poblar a la tierra con su descendencia.
        Por lo tanto, sin pretender ser atrevido ni absolutista diría que : Dios quiere a sacerdotes casados y con descendencia. Esto está prohibido por la Iglesia Católica. Por lo tanto : “Dios ha querido y quiere – visto desde allí – a curas casados y con descendencia, pero la Iglesia lo ha prohibido”.

        Tus otros ‘argumentos’ (más directos que indirectos) :
        – fanático o fundamentalista
        – ptogresista
        > .: no creo que tengan mucho que buscar en esta ecuación, ni varían la lógica de la argumentación de forma alguna. Ni un ápice. No me ofendo, pero me preocupa que no lo quieras/puedas ver de otra forma.

        Aparte, en lo que Dios se hubiera «agenciado» ; creo que es bastante simple de entender que hay trillones de cosas que hacemos los hombres y que no son la voluntad de Dios, y que esto tiene consecuencias en la cultura y demás. No podemos aducir que Dios va necesariamente a enderezar nuestros caminos si nosotros mismos no queremos. Sigo creyendo que en esto la biblia es clara y dice lo que dice.

        (Fuera de contexto, científicamente tampoco habría una contradicción con la literalidad bíblica, ni con la calidad hermeneutica).

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        Por otra parte, quién sabe, el problema está en las ‘poses’ que se suelen defender. No tengo ninguna intención de ser progresista ni de ser conservador, sino de salir de esa absurda polarización y leer lo que está escrito.

        . : Por lo tanto, con todo respeto, creo que estás en un error, pero opiniones van y vienen.

        Otro abrazo

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  5. Bueno, luego de la impresionante lista de aberraciones que Cipriani dijo en RPP («Diálogos de Fe») – mostrando su ignorancia en todo su esplendor -, he aquí el enlace a la página web que intenta reunir firmas para motivar su renuncia :
    https://www.change.org/p/fueracipriani-exijan-la-renuncia-del-cardenal-juan-luis-cipriani-por-promover-violencia-contra-la-mujer-pontifex-es-conf-episcopal?recruiter=580947266&utm_source=share_petition&utm_medium=twitter&utm_campaign=share_twitter_responsive

    Lo sucedido :
    http://utero.pe/2016/08/01/roche-internacional-el-escaparate-de-cipriani-llego-a-5-medios-extranjeros-y-una-movida-ya-pide-su-renuncia/

    Me resulta difícil creer que el sujeto haya estado 100% sobrio …, y esa forma de reducir el tema de las violaciones a mayores y a niñas (!!!) a una forma de erotismo ‘normal’ y no enfermo, y más aún, sin mencionar la problemática social tras de ello, vinculándolo al tema del aborto, … en su cabeza hay algo que evidentemente no funciona bien. Toda una sinfonía a la ignorancia. Con Cipriani, otra vez : tampoco nos hemos equivocado.

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  6. Papa Francisco crea comisión para estudiar
    el diaconado femenino
    La comisión está integrada por seis hombres y seis mujeres, con lo que el pontífice cumple con una promesa que hizo a religiosas de diversos países en mayo pasado durante una audiencia en Roma.

    CIUDAD DEL VATICANO.- El Vaticano anunció hoy la decisión del Papa de establecer una comisión especial de teólogos y expertos para estudiar las implicaciones del diaconado femenino, un servicio que hasta ahora la Iglesia ha reservado exclusivamente a los hombres.

    “Después de una intensa oración y una madura reflexión”, indicó una nota de la Santa Sede, Francisco decidió crear el grupo de estudio compuesto por 12 integrantes, seis hombres y seis mujeres. Así cumplió una promesa que él mismo le había hecho a religiosas de diversos países en mayo pasado durante una audiencia en Roma.

    El presidente de la comisión será Luis Ladaria Ferrer, jesuita, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, y entre las mujeres que lo integrarán destacan Nuria Calduch-Benages, miembro de la Pontificia Comisión Bíblica, y Francesca Cocchini, docente de la Universidad “La Sapienza”.

    Además de Mary Melone, rectora de la Pontificia Universidad Antonianum; Marianne Schlosser, integrante de la Comisión Teólogica Internacional; Michelina Tenace, profesora de la Pontificia Universidad Gregoriana, y Phyllis Zagano, docente de la Hofstra University de Nueva York.

    El resto de los miembros son sacerdotes de Italia, España, Alemania y Francia, destacados teólogos y catedráticos de universidades prestigiosas.

    Jorge Mario Bergoglio había dado su palabra que iba a constituir esta comisión el 12 de mayo pasado durante un encuentro, en el Aula Pablo VI del Vaticano, con unas 900 líderes de congregaciones religiosas femeninas del mundo, asistentes a la asamblea trienal de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG).

    En la reunión el pontífice respondió improvisando a seis preguntas de las presentes, una de ellas le cuestionó: “¿Por qué no constituir una comisión oficial para estudiar la cuestión?”.

    En su respuesta, el líder católico reveló que había abordado el asunto hace algunos años con un “buen y sabio profesor”, el cual tenía estudios sobre el uso de las mujeres diáconos en los primeros siglos de la Iglesia.

    Siguió reconociendo que no estaba claro qué papel tenían esas mujeres. “¿Cuáles fueron estas mujeres diáconos? ¿Tenían ordenación o no? Está poco claro eso. ¿Cuál fue el papel de esas ‘diaconisas’ entonces?”, se cuestionó.

    “¿Constituir una comisión oficial que pueda estudiar la cuestión? Creo que sí. Sería bueno, para hacer que la Iglesia aclare este punto. Estoy de acuerdo, voy a hablar para hacer algo como esto. Acepto, me parece útil tener una comisión para aclarar”, añadió.

    Actualmente la Iglesia católica reserva el diaconado exclusivamente a los hombres. Los seminaristas son ordenados “diáconos temporales” un tiempo antes de recibir la ordenación sacerdotal.

    Pero no sólo pueden ser diáconos quienes serán presbíteros, también existe una categoría distinta de “diáconos permanentes” que incluso pueden ser casados. Estos son considerados el “grado inferior de la jerarquía eclesiástica”.

    Entre las funciones permitidas a los diáconos destacan la proclamación del evangelio, la predicación y la asistencia en el altar, la administración del sacramento del bautismo y el presidir matrimonios, dar bendiciones. Ellos no pueden celebrar misa ni confesar o dar la unción de los enfermos.

    La discusión sobre el diaconado femenino no es nueva. Durante la pasada asamblea del Sínodo de los Obispos, que tuvo lugar en El Vaticano en octubre de 2015, el arzobispo canadiense Paul-André Durocher avanzó el tema.

    “El Sínodo debería reflexionar seriamente sobre la posibilidad de permitir el diaconado femenino, porque abriría el camino a mayores oportunidades para las mujeres en la vida de la Iglesia”, señaló.

    “En donde fuese posible, a mujeres calificadas se les debería asignar posiciones y autoridades de decisión en las estructuras eclesiásticas”, añadió.

    Publicado en El Financiero, diario de México
    (http://www.elfinanciero.com.mx/mundo/papa-francisco-crea-la-comision-para-estudiar-el-diaconado-femenino.html)

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  7. 1 Timoteo 4 : 1-5 :

    Predicción de la apostasía

    4 Pero el Espíritu dice CLARAMENTE que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a ESPÍRITUS ENGAÑADORES y a DOCTRINAS DE DEMONIOS; 2 POR LA HIPOCRESÍA DE MENTIROSOS QUE, TENIENDO CAUTERIZADA LA CONCIENCIA, 3 PROHIBIRÁN CASARSE, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad.
    4 Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; 5 porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.

    —————
    1 Timoteo 3: 8-13 :

    Requisitos de los DIÁCONOS :

    8 Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; 9 que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.
    10 Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.
    11 LAS MUJERES asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
    12 Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas.
    13 Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.

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    ====================

    .: PARA EL OPUS DEI Y EL SODALICIO LA BIBLIA ES «PROGRE».

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    • Igual que con la opción preferencial por los pobres, resulta que en realidad los «tradicionalistas» están oponiéndose a unos radicalmente tradicionalistas. Deberían cambiarse el nombre a «medievalistas» o «barrocos».

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  8. Calculo, la verdad, que tampoco le podría constar a nadie (cómo ?). En todo caso yo no conozco indicios ni pruebas sobre si es o no es así, ni de eso ni de su sexualidad, ni de nada en ese contexto. Lo que sí, se ve lo que lleva adentro cada vez que abre la boca …

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  9. Cipriani: La mujer vela por que la ropa esté limpia

    Ahora ya sabemos lo que Cipriani piensa de Keiko Fujimori. 🙂

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    • Y bueno, pareciera que a Cipriani no le fastidia que el dinero de keiko fujimori esté limpio o no, ya que hay pruebas objetivas de cómo lo lavan. De eso Cipriani no dijo nada a pesar que esto se podía leer en todos los medios hace apenas un par de meses, pero se quedó calladito al igual que toda la «derecha católica» .. Pero qué coincidencia !

      Pero qué espera el Vaticano para librarnos de este hueso pseudomoral que no puede ser, por más esfuerzo que haga, ningún ejemplo de cristiandad ? Con sinceridad opino que una figura como cipriani le hace un inmenso daño a la Iglesia.

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  10. Estimado Martín: Tanto la vocación al matrimonio como la de consagrado (que vive el celibato, pero que puede ser desde una monja, un laico consagrado, un sacerdote, etc…) necesitan de una preparación remota que comienza desde el hogar, desde la infancia. A mayor sacrificio y generosidad, mayores probabilidades de éxito. Ambas vocaciones necesitan vivir la castidad y mantenerse castos antes, durante y después de sus promesas. Tanto el casado, como el consagrado ejercen un acto libre y nadie los obliga a otorgar su consentimiento, el cual es público y deberá durar por el resto de sus vidas.
    El gran problema es que nos ha tocado vivir (tanto a casados como a consagrados) la que quizás sea la peor época de permisividad sexual. Para muestra un botón: en Internet puedes encontrar más de 370 millones de sitios webs pornográficos (y son legales) los cuales generan distintos tipos de adicciones y que están al alcance de cualquier niño o niña con tan solo un click. Y es este contexto hiper sexualizado por el que hoy cuesta mucho más ser fiel a tu esposa y ser fiel a Cristo (en el caso de los consagrados). Pero no por ese contexto, la pureza, la castidad, la virginidad y el celibato dejan de ser valiosos y necesarios. Al respecto, un sacerdote jesuita, al cual le debo muchísimo y que ha sido un padre para mí me dijo una vez: “un consagrado que pierde su virginidad es como una gran represa a la cual le quitas un ladrillo”. Y yo lo extrapolo también al plano de los casados y siempre hago la analogía con el boxeador Mike Tyson: una vez que lo noquearon por primera vez nunca más fue el mismo. Y es que la virginidad te permite rechazar muchas tentaciones pues te da una gran libertad, un gran dominio sobre uno mismo, objetividad, claridad, te permite ver a Dios (las cosas de Dios), te da una mayor generosidad, etc, etc…. Y la fidelidad se construye a diario con pequeños sacrificios. Basta con que uno se abandone, se aleje de Dios y la pierde.
    En conclusión: en un mundo tan trastocado en estos valores fundamentales y en otros más, por más que a los consagrados y consagradas les permitas casarse y por más que les pagues, las vocaciones no se incrementarían (quizás al inicio por un tema de novedad, pero lo que convence del Evangelio justamente no es lo fácil que es vivirlo sino vivirlo al extremo, incluso hasta el martirio si Dios así lo pide, perdonar a tu enemigo, amar a tu enemigo, ser capaz de dar la vida por un desconocido o por aquel que tanto daño te ha hecho). Y justamente renunciar a tener una esposa, renunciar a tener hijos implica bastante generosidad y nobleza. Como una vez le dijo un casado a la Madre Teresa de Calcuta: “Madre: yo no haría lo que usted hace ni aunque me pagaran 1 Millón de dólares” a lo cual ella respondió: “Yo tampoco”. Te imaginas Martín la obra de la Madre Teresa de Calcuta si se hubiera casado? Quizás habría criado y educado muy bien a sus 2, 3, 4 o 10 hijos pero crees que hubiera podido hacer toda la obra que Dios le encomendó estando casada? Tú eres casado y yo también y me falta tiempo, dinero y energías para sacar adelante a mis 3 hijos y dedicarle las atenciones tanto a ellos como a mi adorada esposa. O San Juan Pablo II hubiera podido realizar el pontificado que realizó (donde llevó el Evangelio a 128 países) si hubiera estado casado? Ojo, no estoy diciendo que la vocación consagrada sea más importante que la matrimonial, lo que trato de decir es que justamente ese tipo de vocación está concebida para una plena disponibilidad y entrega a su servicio. Y eso es hoy lo que más necesita la Iglesia Católica: santos célibes y casados disponibles para Cristo. Crees que el Papa Francisco si se hubiera casado, a los 25 o más años de casado se hubiera podido desentender de su esposa, hijos y nietos para prepararse para ser el siguiente Papa? Podría estar preparado para serlo? Y ni siquiera estamos hablando de aquellos santos y santas mártires que siendo célibes han podido pasar por el martirio con éxito para dar Gloria a Dios (cada martirio más cruel que el otro). Que un casado entregue su vida dejando a su esposa e hijos es posible pero lo veo mucho más difícil y complicado que para un consagrado. Y sabemos cuántos frutos puede dar un martirio por Cristo!!! Por todo ello, lo que necesitamos en la Iglesia Católica son santos y santas, casados y consagrados que vivan su libre vocación con pureza y castidad y estén dispuestos incluso al martirio por amor a Cristo.
    P.d1: Dudo muchísimo sobre las cifras de ese estudio sobre el clero pues es información muy delicada que no veo cómo un sacerdote te respondería a ese tipo de preguntas. Ni siquiera una persona cualquiera, por más anónima que sea la encuesta. Y si ha tomado como muestra a aquellos sacerdotes casados pues sería una imprudencia referirse a todo el clero. Sería bueno que revises la metodología que usó, la muestra que utilizó, las condiciones en las que se elaboró la encuesta y el grado de error de la misma.
    P.d2: Yo he recibido los mejores consejos de mi vida de un sacerdote (célibe) y los atesoro con mucho cariño y soy casado. Y siempre estuvo disponible para mí y creo que su estado de célibe contribuyó mucho a ello. Muchas veces pedí consejos a casados pero su disponibilidad está más supeditada a sus labores como esposos, como padres y a su trabajo y están en su derecho y es su deber y su camino de santificación. Te imaginas que de ellos dependiese que Dios me perdone a través de la Confesión o que me de la Santa Comunión? Quizás podría confesarme y comulgar una vez al mes o cada 2 meses pero no con la frecuencia que necesité y necesito. Y ojo… la vocación de célibe de este sacerdote no lo incapacita de aconsejarme y aconsejarme además muy bien y darme los mejores consejos sobre temas incluso de moral sexual y tantos otros que hasta el día de hoy me acompañan y sirven. Ten en cuenta que mucha de la experiencia que ellos tienen es fruto de su vivencia del amor y además de la experiencia de años en los confesionarios.
    P.d3: Por último: tu comentario sobre que “hasta ahora no hay ningún estudio que haya demostrado fehacientemente que existe una relación entre celibato obligatorio y abusos sexuales de menores pero tampoco se ha demostrado que no la haya” es un razonamiento que no guarda lógica. Es como decir, ok, como no he encontrado ningún estudio que me diga que eres delgado, en consecuencia eres gordo, creo que este tipo de afirmaciones se cae por su propio peso, pero siempre es bueno aclarar. Además vuelvo a repetir: el celibato en la Iglesia Católica no es obligatorio, así como el matrimonio. Nadie te pone una pistola para que optes por uno o por el otro y la gente que te quiere y guía tratará en la medida de sus posibilidades de ayudarte a tener un buen discernimiento al final tú y Dios tienen la última palabra y queda luego ser fiel a esa promesa, como lo eran antes los hombres de honor: «No es necesario mi firma, basta con mi palabra».
    Un fuerte abrazo Martín y que Dios te bendiga.

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    • Es la primera vez que comento en tu blog pero se publicó desde el blog de mi esposa no sé porqué razón 🙂 Al final pensé que pondría mis datos pero te los doy: Nicolás Cedrón DNI: 10306942. Quizás la próxima aprenda a publicar mejor. Saludos.

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    • @ nutriciondiabetesblog

      Sospecho que no has leído todas las argumentaciones expuestas aquí.
      Aparte, tú escribiste : «Además vuelvo a repetir: el celibato en la Iglesia Católica no es obligatorio, así como el matrimonio.»

      > Sin embargo se lee lo sgte. en el Código de Derecho Canónico de la Iglesia Católica :

      CAPÍTULO III – 277 :
      § 1. Los clérigos están obligados a observar una continencia perfecta y perpetua por el Reino de los cielos y, por tanto, quedan sujetos a guardar el celibato, que es un don peculiar de Dios mediante el cual los ministros sagrados pueden unirse más fácilmente a Cristo con un corazón entero y dedicarse con mayor libertad al servicio de Dios y de los hombres.
      § 2. Los clérigos han de tener la debida prudencia en relación con aquellas personas cuyo trato puede poner en peligro su obligación de guardar la continencia o ser causa de escándalo para los fieles.
      § 3. Corresponde al Obispo diocesano establecer normas más concretas sobre esta materia y emitir un juicio en casos particulares sobre el cumplimiento de esta OBLIGACIÓN.
      http://www.vatican.va/archive/ESL0020/__PX.HTM

      – Está el rollo de la Iglesia latina y lo de las Iglesias católicas orientales, que no se dejan implicar en este contexto.

      > Aquí lo dicho por el mismísimo Jesucristo :

      Le dijeron sus discípulos: Si así es la condición del hombre con su mujer, no conviene casarse. Entonces él les dijo: NO TODOS SON CAPACES DE RECIBIR ESTO, SINO AQUELLOS A QUIENES ES DADO. Pues hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos hechos por los hombres, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos. EL QUE SEA CAPAZ DE RECIBIR ESTO, QUE LO RECIBA.

      ———————————

      .: Xto dice que los que no pueden llevarse con esto : EXISTEN.
      No por las puras el Papa ha abierto el tema a debate. El debate está abierto y los argumentos siguen allí. No se trata de ignorar esos argumentos, sino de leerlos y entenderlos.

      Saludos

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    • No pongo en discusión la validez del celibato como algo a los que están llamadas ciertas personas en la Iglesia, y ciertamente es algo que debe ser opcional, siguiendo el espíritu de las Sagradas Escrituras. Pero si alguien se siente llamado al sacerdocio, eso no significa automátiamente un llamado al celibato. Ni Jesús escogió sólo a célibes como apóstoles, ni san Pablo vinculó de necesidad el ministerio del presbítero o del obispo con el celibato, sino que habó de ambos temas de manera separada. Si alguien tiene la vocación al sacerdocio, pero no al celibato, actualmente la Iglesia católica de rito latino le cierra esa puerta, porque quien es ordenado sacerdote tiene la «obligación» de guardar el celibato. Y si acepta voluntariamente ese requisito y se compromete a ser célibe, pero después descubre que no tiene la capacidad para guardar el celibato, la única salida que la iglesia le ofrece es la redución al estado laical, porque la ley eclesial vincula obligatoriamente sacerdocio con celibato, aún cuando se traté de una cuestión meramente de disciplina y no de dogma, de doctrina cierta. Si quiere seguir ejerciendo como sacerdote, deberá ocultar sus escapadas y seguir manteneiendo una fachada de continencia sexual. Y casos como éste, los hay en abundancia.

      En conclusión, nadie obliga a nadie a ser sacerdote. Pero si quieres serlo, estás obligado a guardar celibato. No hay otra opción.

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      • Estimado Martín:
        Justo sobre el particular, mi gran amigo sacerdote acaba de partir de este Mundo este 02 de setiembre y aunque no tiene muchos escritos encontré uno en Internet que es de su autoría. Lo comparto pues tiene que ver con el tema. Un fuerte abrazo. Se despide Nicolás Cedrón. Descansa en paz padre Ignacio Muguiro De Biedma. (El texto se titula Un Cura Feliz).

        Un cura feliz

        La gente anda enferma de tristeza. A ratos sueñan con alegrías de plata, y mendigan el ritmo de una música epiléptica en la jarana, o el trance horrendo de la droga… Pero, poco a poco, las luces de todas sus fiestas se van apagando, y el pobre corazón vuelve a quedarse más solo, más poeta y más triste en penas. A los cristianos tristes habría que esconderlos hasta que se les pase. A los curas aproblemados y gruñones, sólo el sueño eterno les amansa. Unos y otros arruinan el cristianismo de las Bienaventuranzas, la fiesta que se lleva en el corazón, la que nunca se acaba…, la que llamamos Dios. ¡Cristo es un Dios alegre!

        Hoy a nosotros, los pequeños Cristos rotos, nos queda hacer el nuevo milagro de la alegría en este mundo de tristes; llevar siempre un Magnificat en los labios, heredado de la Madre, y un Dios de la alegría bien metido en el corazón.

        ¡Cura! Sin salud, sin plata, sin coche ni móvil, sin viajes, sin aplausos, sin juergas, sin amores tapados, ni espacios escondidos…, llevas una orquesta de alegría en tu corazón, de pie, mirando las estrellas desde donde te habla Dios. Contagias a tu paso esa felicidad que Dios te da y que no se compra en la tierra.

        Cura de Dios, vas curando a tu paso las penas de todos, y la gente vuelve a creer en los milagros. Todos quieren saber el secreto de tu alegría, y cómo se llama tu Dios. Los enfermos sonríen tanto, que hacen reír a los sanos; los pobres buscan a alguien con quien compartir su pequeño pan; los ricos empiezan a arruinarse entre risas como aquel Zaqueo, y las víctimas echan el brazo al hombro del verdugo y le hacen llorar al llamarle amigo, y así hasta mil…, a quienes les recuerdas mucho al Dios campesino de Nazaret.

        A este paso por la tierra le llaman calle de la amargura. Quisiera cambiar este nombre. Cristo recorrió ese camino muy golpeado, pero nadie vio odio en su mirada, ni amargura, ni rencor. Iba mudo, pensando que los que le pegaban eran sus hermanos pequeños, en un mal día, cuando mataban al que más los quería.

        Cura bueno de todos los días, que a la mañana coges a Cristo en las manos y lo miras con ternura, y al caer la tarde llevas alguna cruz; no la arrastres entre gemidos, haz de tu cruz una guitarra y llévala en volandas, y echa al vuelo tu mejor chiste en forma de cantar y suspirar… Aunque la voz te salga un poco quebrada, harás reír a los que, con su cruz, te siguen.

        Y si alguno, desde la acera, te dice con burla: «Eres un olvidado de Dios», arráncate con tu mejor canto, que Dios te hará dentro del alma la segunda voz. Al oír la voz de los dos, saldrá al camino la mujer única de tu vida, a darte en un beso volado el cariño que tiene una madre por su cachorro, Santa María.

        Puedes ver un video de él en Youtube también.

        Necesitamos curas santos!!! Y soy de la humilde opinión de que no hay necesidad de que haya otra opción para los sacerdotes que la del celibato a semejanza del mismo Cristo.

        Descansa en paz mi entrañable amigo Muguiro, fuiste como un Padre para mí, siempre dispuesto a ayudar. Que Dios te tenga en su Gloria y ahora puedas abrazar a tu Amado.

        p.d: tengo unos videos del Padre Muguiro y muchos consejos. Los atesoro en mi corazón. Este sacerdote comulgó por primera vez a los 8 años y nunca dejó de hacerlo hasta el día de su muerte. Tuve la bendición de visitarlo 3 días antes de su muerte y a pesar de que no me reconocía por la demencia senil que padecía (o Alzheimer) y disvariaba mucho nunca olvidó a su Amado hasta el final.

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  11. Estimado Gerundio: me expresé mal. Pido disculpas. Cuando escribí que el Matrimonio como el Celibato no es obligatorio, quería hacer referencia que nadie te obliga a casarte ni nadie te obliga a ser sacerdote o consagrado. Tú eliges libremente si decides casarte o no y si decides ser sacerdote o no. Y sabes que si decides casarte también esto implica que deberás ser fiel a tu esposa, en las buenas y en las malas y de la misma forma cuando te ordenas sacerdote o te consagras sabes que deberás vivir el celibato para tener una plena disponibilidad y estar al servicio de Dios. Saludos. Nicolás Cedrón.

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    • Ok, entiendo. Estoy de acuerdo contigo en lo del pansexualismo. Habría que considerar que se entrevé que es algo creado medialmente, es decir que es artificial y que esconde alguna intencionalidad. Considero que la sexualidad, como algo natural no necesita de todo ese rollo ni menos de semejante cantidad de pornografía ni de parafilias adquiridas, algo que puede tener serias consecuencias en la psique, a largo plazo. Esto es algo que ya se lleva estudiando detalladamente desde la Uni de Eppendorf, en Hamburgo (el programa se llama «Hamburger Modell»). Para esto hay terapias cognitivas (conducta) y a veces en combinación con terapias hormonales. El trabajo estadístico que se lleva haciendo desde hace años presenta cifras alarmantes y el tema es serio. Sospecho que existe la intención de controlar demográficamente, un tema que ha seguido una línea estratégica desde finales de los ’60 y que ahora es casi global.

      Pornografía : recomiendo sobretodo la primera pág. de estas tres, las dos primeras en inglés :
      http://yourbrainonporn.com/your-brain-on-porn-series
      http://www.yourbrainonporn.com/tools-for-change
      Argumentando con una moral que no es cucufata para nada :
      http://www.unitedexplanations.org/2013/12/10/esta-es-la-razon-del-porque-deberias-dejar-de-ver-porno-o-no/
      ———————

      Aparte, leí lo que escribiste. Pero las vocaciones mencionadas en la biblia, de quienes quieren (necesitan) casarse Y ser sacerdotes (ambas cosas), es posible en la Iglesia en el contexto del debate sobre sacerdocio y celibato ? O a quienes «no les fue dado», les queda tan sólo ordenarse y condenarse a ir contra su propia naturaleza o a la pornografía ?

      Sólo puedo celebrar que el Papa haya reabierto el tema.

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  12. Muy buena la información Gerundio, se agradece bastante. El tema es bastante complejo y tiene muchísimas ramificaciones. Creo que será motivo de otro post. Si tienes más información en español te lo agradeceré. También si tienes sobre el tema de trata de personas (explotación sexual de mujeres, niñas y niños).
    Sobre el video del sacerdote solo aclarar que es un sacerdote jesuita español y su nombre no es Francisco Muguiro (él es su sobrino) sino Ignacio Muguiro De Biedma.
    Saludos,
    Nicolás Cedrón.

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