LA CORTE DE LOS 47

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Recientemente ha sido publicada una carta con fecha de 1° de junio de 2016 y firmada por 47 ex sodálites rechazando la denuncia ampliatoria por asociación ilícita para delinquir, secuestro y lesiones graves interpuesta el 10 de mayo de 2016 por cinco ex sodálites (José Enrique Escardó, Martín López de Romaña, Vicente López de Romaña, Óscar Osterling y Pedro Salinas) en contra de siete integrantes y un ex integrante del Sodalicio de Vida Cristiana y presentada el 12 de mayo en una rueda de prensa en el local de Miraflores del estudio de abogados Benites, Forno & Ugaz.

Al revisar la lista de firmantes, he podido constatar que conozco personalmente sólo a siete de los signatarios. Los demás nombres me son desconocidos o corresponden a personas que no he tratado personalmente. Y de entre esos siete, cinco de ellos son adherentes sodálites, es decir, varones que emiten junto con sus respectivas cónyuges un compromiso de adhesión al Sodalicio en vistas a vivir la espiritualidad sodálite en la vida matrimonial. Y de entre esos cinco, sólo dos han vivido un tiempo relativamente largo en comunidades sodálites. Los otros tres habrán vivido en comunidades a lo más un mes, en lo que se conoce como período de prueba.

Para mayor detalle, quienes siguen siendo adherentes sodálites —según la información de que dispongo— y, por lo tanto, aún mantienen una vinculación institucional con el Sodalicio de Vida Cristiana, son: Rafael Álvarez Calderón, Julián Echandía, Marcos Nieto, Edwin Esquivias y Óscar Álvarez. Si en algún momento en época reciente dejaron de ser adherentes, me gustaría saber cuándo y por qué motivos.

Los dos primeros, al igual que muchos de los que estuvimos en comunidades sodálites en los 80, también pasaron por San Bartolo y sufrieron maltratos. A Rafael un día el superior le volcó un plato de ensalada en la cabeza durante el almuerzo. No sé si él seguirá considerando ese incidente como algo normal e inofensivo, algo así como una medida educativa que él aplicaría sin ningún escrúpulo con alguno de sus hijos. Asimismo, él sería la persona que se acercó a mi hermano Erwin y que le habría sugerido que yo podría tener el síndrome de Asperger. Eso explicaría —según algunos— mi supuesta falta de empatía al no considerar el daño que habría hecho a varias personas al exponer a la luz pública —con supuesta falta de ética— lo que ocurría en las comunidades sodálites. Se trataría de un intento de desacreditar al mensajero e incitarlo a guardar silencio. Ahora sabemos dónde se hallaba en realidad la falta de ética y de vergüenza.

Julián Echandía también sufrió maltratos en San Bartolo, de lo cual puede dar mejor testimonio Pedro Salinas, quien vivió junto con él en una de las comunidades sodálites del balneario sureño. Un día, siendo encargado de temporalidades de la comunidad Nuestra Señora de Guadalupe, Julián se olvidó de tener preparada a tiempo la comida para un visitante ilustre, Mons Emilio Vallebuona (entonces obispo de Huaraz), y hubo que improvisar un plan de emergencia para cocinar fideos, del cual me encargué yo. Como castigo, a Julián lo tuvieron toda una noche sin dormir limpiando repetidamente la casa. Asimismo, cuando tiempo después pasó por la crisis personal que terminaría con su salida de comunidad, lo recluyeron en San Bartolo, y estaba prohibido dirigirle la palabra. Si quería salir a pasear por el malecón, a rezar el rosario por ejemplo, dos miembros de la comunidad tenían que seguirlo de cerca y vigilarlo continuamente. Se trataba de un situación similar a la de un secuestro, pues Julián no hubiera podido irse si es que lo hubiera querido.

Los otros firmantes a los que conozco personalmente son José Salazar, un hombre bonachón y de buen corazón, incapaz de matar una mosca, y un joven muchacho que es hijo de un adherente sodálite amigo mío.

Respecto a los demás nombres, se trata en el caso de algunos de personas evidentemente vinculadas con entidades gestionadas desde el Sodalicio de Vida Cristiana.

Alejandro Estenós y Rodolfo Castro mantienen una relación laboral con la Universidad Católica San Pablo de Arequipa —fundada y administrada por el Sodalicio—, el primero como docente investigador y el segundo como docente ordinario, investigador adscrito y director del Instituto para el Matrimonio y la Famila.

Claudio Ávalos es gerente administrativo de la Asociación Cultural Vida y Espiritualidad (VE), que se dedica, entre otras cosas, a la publicación y distribución de los libros y folletos escritos por miembros del Sodalicio y de la Familia Sodálite.

Esteban Pacheco y José Luis Villalobos aparecen como colaboradores del Centro de Estudios Católicos (CEC), una página web dedicada «al estudio, la reflexión y el diálogo sobre diversas realidades humanas iluminadas por la riqueza de la fe» y que es gestionada por sodálites.

Hans Ortiz ha sido hasta no hace mucho (diciembre de 2012) coordinador del Movimiento de Vida Cristiana, entidad integrada por diversas asociaciones de laicos y laicas no consagrados de cualquier sexo y edad que desean vivir de acuerdo a la espiritualidad sodálite.

Juan Andrés Coriat ha sido, entre marzo de 2012 y diciembre de 2013, profesor en los colegios Villa Caritas y San Pedro, ambos de propiedad del Sodalicio. Además, actualmente colabora con la producción audiovisual del Sodalicio de Vida Cristiana.

Ésta es someramente la información que he podido obtener. Por lo tanto, cuando la carta dice que quienes la firman son ex integrantes del Sodalicio, no se debe entender que se trata de personas sin ninguna vinculación actual con el Sodalicio. No me extrañaría que la mayoría de los firmantes que no conozco personalmente sigan comprometidos con el Movimiento de Vida Cristiana —al cual podríamos definir como una versión light del Sodalicio abierta a todo tipo de personas— y que, por lo tanto, no se trate de personas mental y psicológicamente independientes, sino de cortesanos de la institución que todavía se sienten inconscientemente constreñidos a rendirle pleitesía.

Por otra parte, he de suponer que la gran mayoría de los firmantes —salvo seis de los siete que he mencionado— son personas jóvenes que se unieron al Sodalicio después de mi partida del Perú hacia Alemania en noviembre de 2002. Por consiguiente, no pudieron conocer de primera mano lo que ocurrió en las comunidades sodálites entre los ’70 y los ’90, sino que su experiencia se reduciría al Sodalicio de las dos primeras décadas del siglo XXI.

Además, se debe tener en cuenta que quienes sufrieron abusos han tenido que pasar por un largo y doloroso proceso de toma de conciencia que culmina con el reconocimiento de haber sido víctimas de acciones que atentaban contra sus derechos humanos y que les han causado lesiones psicológicas perdurables. Superar el lavado de cerebro —o formateo mental— efectuado en el Sodalicio puede tomar más de una década después de abandonar una comunidad sodálite. En el caso de los firmantes jóvenes, todavía es muy pronto como para que se den cuenta si les han lavado el cerebro o no. Yo, por ejemplo, hasta el año 2007 tuve una posición favorable hacia el Sodalicio y hubiera defendido la institución a capa y espada, aún cuando ya había grietas en mi valoración global de la institución.

Asimismo, se pueden constatar ciertos vacíos en el documento: sólo se repudia las conductas descritas como delitos contra la libertad sexual. ¿Y los abusos psicológicos y físicos? ¿Consideran que no son tan graves como para mencionarlos y repudiarlos explícitamente? ¿O piensan que éstos no se dieron en el Sodalicio y son puras fantasías de quienes supuestamente odian la institución? Pues resulta que más adelante en la carta son mencionados bajo el término general de “abusos”, pero son atribuidos a algunos de los cinco ex sodálites que aparecen como agraviados en la denuncia del 10 de mayo: «Rechazamos a algunas de las personas que presentaron la denuncia arriba indicada y que han salido a enarbolar la bandera de la verdad y la justicia a través de sus denuncias; señalándose ellos mismos como víctimas, pero que en algunos casos no han sido capaces de reconocer sus propios errores y abusos cometidos contra varios integrantes de la Familia Sodálite e incluso contra algunos de los firmantes. Por lo cual, les exigimos en aras a la verdad y justicia, tan exigida por ellos, que pidan perdón por cada uno de los actos y que reparen, de ser el caso, a cada una de las personas que han y hemos sido víctimas de ellos». Resulta evidente que no se están refiriendo a abusos sexuales.

Conozco a José Enrique Escardó, el cual vivió algunos años en comunidades sodálites al mismo tiempo que yo, aunque nunca coincidimos en la misma comunidad. Nunca tuvo ningún cargo de responsabilidad y nunca supe de él que hubiera hecho nada que pueda describirse como abuso.

Pedro Salinas ha admitido que durante su pertenencia al Sodalicio cometió abusos piscológicos contra otros miembros, pero nada que se diferenciara sustancialmente de lo que hacían otros sodálites que habían recibido la misma formación y las mismas indicaciones. De hecho, supuestamente él sería uno más de los que practicaron una especie de bullying contra Julián Echandía en una de las comunidades de San Bartolo, según se infiere de lo narrado en su novela Mateo Diez (Jaime Campodónico/Editor, Lima 2002).

De los otros tres denunciantes no puedo decir nada, pues no conozco toda su historia, pero nadie los ha acusado de haber cometido abusos sexuales, y aquellos otros “abusos” a los que hace alusión la misiva de los cortesanos no creo que se refieran a acciones distintas o peores a las que han realizado otros sodálites de comunidad. Pues es moneda común en el Sodalicio que alguien que ha sido víctima de maltratos psicológicos no tenga conciencia de esto debido al formateo mental del cual ha sido objeto y finalmente termine haciéndole a otros cosas similares a las que antes le hicieron a él. Y algo que una persona normal y en sus cabales no haría, termina haciéndolo no en virtud de ser él mismo sino en virtud de ser sodálite. Nos hallamos ante un sistema perverso que transforma a las víctimas en victimarios, aunque tenga toda la apariencia de una espiritualidad profundamente cristiana que lleva a quienes la siguen hacia la santidad. Objetivo que en más de cuatro décadas de existencia no parece haber alcanzado ninguno de los miembros del Sodalicio, mucho menos aquél que fue considerado como «el mejor entre nosotros».

Por otra parte, me extraña la memoria selectiva que tienen los cortesanos en su misiva al exigirles a algunas de las víctimas denunciantes —no se se sabe quiénes en concreto, porque no se especifica— que respondan de sus actos de abuso, pero no se exige lo mismo de otros sodálites que siguen formando parte de la institución y que han realizado cosas similares o peores. Lo curioso es que esto significa que algunos de los signatarios reconocen haber sido víctimas de abusos en el Sodalicio por parte de una persona que entonces también era sodálite y que nunca fue cuestionada en su actuar por la institución misma.

Es necesario reconocer que los abusos psicológicos no partían de iniciativas personales de quienes tenían puestos de responsabilidad, sino que era un modus operandi conforme con la disciplina sodálite. No conozco a ningún superior sodálite que no haya cometido abusos en mayor o menor grado. Por ahí nos acercamos al concepto de que se trata de un sistema organizado que mediante un lavado de cerebro destruía algunas barreras morales en la mente de los sodálites, haciendo que consideraran aceptables y necesarios métodos punitivos y correctivos que atentaban contra derechos fundamentales de la persona. De ahí que muchos sodálites digan que no han visto abusos en las comunidades. En realidad sí los han visto, pero no los han categorizado como tales. Y como ya lo he señalado, la mayoría de los firmantes son demasiado jóvenes como para darse cuenta de si efectivamente les lavaron el cerebro o les formatearon la mente. El modo de actuar del Sodalicio, desde que tengo memoria, ha seguido siempre este esquema delictivo, independientemente de que las personas que hayan formado parte de él sean conscientes o no de ello, o hayan actuado incluso con las mejores intenciones.

Esto pone también en entredicho la frase donde dicen «todos los firmantes hemos ingresado al Sodalicio de Vida Cristiana de manera libre y consensuada». En la carta que dirigí a Luis Fernando Figari, Superior del Sodalicio, el 17 de diciembre de 1981, solicitando entrar a vivir a una comunidad sodálite, escribí lo siguiente: «esta decisión la he tomado libremente y por mi propia voluntad». Sin embargo, la decisión de pertenecer al Sodalicio ya la había tomado previamente a los 15 años de edad gracias al intenso trabajo de proselitismo que se hizo conmigo y que no estuvo exento de manipulación psicológica —según constato ahora con la madurez que dan los años—. En las cartas que escribí en agosto de 1988 solicitando hacer mi profesión temporal, y en agosto de 1991, pidiendo que se me permita renovar por dos años este compromiso, aparecen expresiones similares, dando a entender que mi decisión era libre y consensuada. Sin embargo, el margen de decisión era muy estrecho debido al formateo mental que se me había efectuado. No existía la posibilidad de tomar una decisión libre de toda coacción interna, pues el asunto se planteaba como una elección entre la vocación a la que Dios lo llamaba a uno —único camino para alcanzar la santidad y la felicidad— o el apartarse de ella —lo cual se consideraba una traición y un camino seguro hacia la infelicidad y probablemente hacia la condenación eterna—. No habían otras posibilidades. Salvo la de “descubrir” a través de un tortuoso y largo discernimiento que la vocación de uno era otra. Pero esto era prácticamente la última salida, que se proponía sólo cuando se veía que el sujeto estaba cayendo en una situación desesperada que ponía en riesgo su estabilidad emocional. Y que en algunos casos estuvo acompañada de pensamientos suicidas.

Me gustaría saber a qué edad los firmantes tomaron la decisión interior de formar parte del Sodalicio de Vida Cristiana —independientemente de cuándo la formalizaron— y si recibieron información adecuada sobre otras opciones de vida y otros caminos alternativos. Casi todos los que conozco de la lista fueron captados antes de alcanzar la mayoría de edad, y los demás son demasiado jóvenes como para que no haya ocurrido lo mismo.

Además, en el supuesto de que sus experiencias personales hayan sido globalmente positivas, ¿qué derecho les da eso para negar que algunos miembros del Sodalicio hayan aprovechado la fachada religiosa de la institución para infligir lesiones graves psicológicas a quienes debían proteger; para manipular las mentes de menores de edad e inducirlos a unirse a la institución, sin informar debidamente a sus padres o tutores; para destruir o deteriorar las relaciones familiares de jóvenes adolescentes y hacerlos dependientes de los responsables del Sodalicio; para mantenerlos secuestrados no con los barrotes metálicos de una cárcel sino con las cadenas interiores del miedo a tomar la decisión equivocada y condenarse eternamente; para realizar negocios millonarios violando derechos laborales o incluso apoderándose ilegítimamente de propiedades ajenas y evadiendo impuestos; para violar la correspondencia ajena incluyendo correos electrónicos; y finalmente, para tener carne joven disponible que sirviera para saciar el apetito sexual de unos cuantos jerarcas de la institución?

Además, ¿qué saben estos cortesanos en su mayoría de lo que pasó en las comunidades sodálites en las décadas de los 70, 80 y 90? ¿Acaso han podido enterarse al respecto, si el mismo Sodalicio ha tenido la costumbre de borrar de su historia todo lo que no quiere que se sepa y presentarle a cada nueva generación una versión de cuento de hadas de su pasado? ¿Creen que con decir «durante nuestra pertenencia al SCV nuestra labor no tuvo relación alguna con actividades ilícitas de ningún tipo» queda demostrado que determinadas personas que han sido denunciadas no aprovecharon las estructuras de la organización para cometer delitos?

Que quede claro que yo tampoco realicé actividades ilícitas en el Sodalicio y puedo suscribir lo que dice la carta: «nos consta la permanencia en el SCV de muchos miembros que son personas de buena voluntad con una clara vocación [a] actuar al servicio del prójimo, de la Iglesia y de la sociedad». Lamentablemente, esto no constituye una prueba fehaciente de que las acusaciones sean infundadas, según la explicación que da el ex sodálite Gonzalo Cano en su artículo Demonios y ¿ángeles? – Una reflexión sobre la mentira perversa, publicado hace tres años (ver https://dibanaciones.lamula.pe/2013/08/23/demonios-y-angeles/gonzalocano/):

«Una persona sedienta de poder (consciente o inconscientemente) necesitaba captar voluntades para su propósito. Para esto, necesitaba captar gente sensible, inteligente y, por supuesto, manipulable. Estas personas tenían que ser menores que él y si eran adolescentes idealistas sin padre o con problemas con la figura paterna, mejor. Para someter esas voluntades, se les tenía que “formar” y para formarlos, primero había que “romperlos” psicológicamente hasta que estuvieran listos para obedecer ciegamente. El camino a la obediencia podía ser largo, pero si era minuciosamente preparado, era posible. Se los podía romper con exigencias físicas, con exigencias de trabajo, con insultos, con humillaciones, haciéndolos sentirse “impuros”, con sentimiento de culpa, amenazándolos con repetir los mismos defectos de sus padres, dándoles un sentido a su vida (que sería justamente servir a esta persona “tocada” por Dios) o simplemente manteniéndolos económicamente. Claro, como [en] todo grupo surgirían las pugnas y las purgas en el camino por ser “la mano derecha” y esa mano podría ser cambiada siempre según el capricho del líder, cosa que los tenía a todos permanentemente “en vilo” y listos para todo. Y la coartada era cualquier cosa. En este caso, mi teoría apuntaba a la religión, pero podría ser política, dinero, placer o cualquier otra cosa que haga que una persona sea poderosa. Lo principal era el poder, la ideología lo secundario (aunque para los “fieles” tendría que parecer que no importara el poder y que todo era la ideología). Eso con respecto al grupo central.

Luego habría que buscar posibles “piezas de recambio”. Un número de gente que con el tiempo se podría formar para ampliar las redes de poder. Pero tenía que ser gente especial, similar al primer grupo en potencia. A estos no se les daría toda la información, pero se les seduciría permanentemente para que sueñen con pertenecer al grupo principal y que en la medida de sus ganas (y de sus problemas psicológicos bien manipulados) estuvieran dispuestos a hacer todo o a callar todo lo que vieran por miedo, obediencia, arribismo o estupidez. A este segundo grupo le llamé “menú”.

Y, finalmente, tendrían que conseguir la famosa “cortina de humo”, que son los miles y miles de cojudos que pueden ser convocados bajo un ideal y que sólo sirven para que los perversos iniciales avancen con su plan de poder. Este tercer grupo es siempre gente buena, bien intencionada, realmente sincera y sana, pero que dado que son buenos y no se imaginan cómo procede la perversión, creen a los líderes y depositan en ellos su confianza al punto [de] que a pesar de que sean descubiertos uno por uno, afirmen siempre que son un “caso aislado” según les dicen los que siguen dirigiendo el grupo. Esta gente es inocente hasta cierto punto, pero como me dijo una vez un sacerdote: “Los mongolitos (por la gente Down) se van al cielo; los cojudos, no.”

De este tercer grupo se puede acceder también al segundo y en pocos casos al [primero]. Los del segundo grupo siempre serán buscados específicamente. Las proporciones que calculé serían así: 5% del total del grupo son los perversos/perversos; 10% los futuros perversos o cojudos que observan y no se dan cuenta de lo que está pasando; y el resto, cortina de humo.»

En consecuencia, «los actores acusados de los delitos» no pueden ser separados del resto de los miembros, como si hubieran actuado al margen o en contra del sistema en el cual estaban insertos. Ellos habrían estado interesados en seguir manteniendo el sistema tal como existió desde sus inicios, a fin de cometer sus actos delictivos, no sé si con plena conciencia. No sabemos hasta dónde llega la infección de ese virus del formateo mental que Figari inoculó en la institución desde sus inicios (ver EL PARÁSITO FIGARI).

Ciertamente, hay muchas personas inocentes que han sido manipuladas, a las cuales se les ha ocultado sistemáticamente información y que han participado o siguen participando del Sodalicio de Vida Cristiana de buena voluntad y con las mejores intenciones, buscando tener una vida coherente con la fe cristiana, creyendo que fines sagrados son los únicos fines que tiene y ha tenido la institución. Pero no deben olvidar que eso puede cumplir perfectamente las funciones de una cortina de humo. Así como cortina de humo parece ser esta carta firmada por 47 cortesanos del Sodalicio.

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FUENTES

Denuncia penal ampliatoria contra 7 miembros y 1 ex miembro del Sodalitium Christianae Vitae (interpuesta el 10 de mayo de 2016)
https://de.scribd.com/doc/312903379/Denuncia-Sodalitium-Christianae-Vitae

Carta de 47 ex sodálites rechazando denuncia penal contra el Sodalicio (1° de junio de 2016)
https://de.scribd.com/doc/314749279/Carta-ex-soda-lites

26 pensamientos en “LA CORTE DE LOS 47

  1. Le escribo a Usted Martin, al joven que llame profesor en la universidad Marcelino Champagnat, que nunca salio de mi mente por que guardo lindos recuerdos de esa epoca y no se si puedo mencionar a otros apellidados Sanchez y al actual Ministro. Lo recorde immediatamente despues de ver su entrevista por television. Recuerdo que nos decidan que pertenecian a una comunidad cristiana. Lo curioso es que a mi me impresionaban por su gran talento para ensenar lo que admiraba, pero no compre dia la rigidez como la de un soldado que cumplia su labor Casi perfectamente pero que no tenia tiempo para socializar ahora se por que. Muchas veces quize acercarme a preguntarle sobre la clase, no solo yo sino otras estudiantes pero era Casi Imposible parecia que no querian mezclarse con nosotros que eramos en la mayoria estudiantes humildes mayores y de provincia. En mi caso de Lima pero con una familia que sacaba adelante de clase media y todos con una fe muy grande. Me desconcertaba la actitud de ustedes tan profesionales, se veian inocente pero a la vez me parecia que no deseaban socializar con estudiantes humildes por que Los veiamos de clase Alta adinerada. Despues de tantos Anos encontre la respuesta. Tenia el cerebro lavado. Siento mucha trizteza de que hayan personas que se aprovechen de la inocencia de Los jovenes. Me uni a su blog. Sigues siendo increible. Disculpa por mi mala redaccion. Ya no Trabajo de profesora. Me retire. Tengo 58 Anos con hijos grandes y maravilla da de haberte conocido pues realmente eres una persona muy valiente. adelante!!!!!!
    Exitos!!!!!! Que la vida Te de Muchas satisfacciones!!!! Vivo en New York y me gustaria ver a mi profesor Martin FELIZZ !!!

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    • Querida Irene,

      Tu comentario me parece desde la sencillez como lo describes, de lo más acertado. Lamentablemente, Martín poco o nada de diferencia tiene en relación a quienes él ahora juzga. Esa escacez de empatía a la que hace referencia en sus ex-compañeros se ve reflejada también en la prácticamente nula capacidad de reflexión sobre los móviles que todos los implicados pueden tener. Todo parece reducirse a una suerte de dicotomía de buenos y malos, maltratados y maltratadores, los del bando de izquierda y derecha… y la mejor evidencia es que han pasado casi tres años desde tu comentario sobre el buen recuerdo que tienes de Martín y no ha tenido siquiera la delideza de dedicarte una línea. Seguro que ha leído tu comentario, porque por lo visto los lee, habrá alimentado su ego personal y afirmado la certeza de que es un hombre brillante… incluso tal vez hayas sacado de él alguna sonrisa de autoreconocimiento… pero no es este Martín, hoy adalid de los vulnerables, el mismo que en los ’80 no era capaz de deternerse a escuchar los comentarios o dudas de una alumna. Y de eso ya han pasado casi 40 años!! De que sirve el conocimiento, o la dicción, o la buena redacción… si solo sirve para alimentar el ego personal, alimentar el fuego de un corazon roto y enfermo cerrado al amor y la humanidad… «Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe» (1Cor.13,1). Ojalá que nuestro buen Martín piense un poco en esto.

      Gracias Irene y como tú a mi me gustaría ver también a tu profesor Martín feliz. De lo contrario, será un talento derrochado… como «Un cerdo recién lavado vuelve a revolcarse en el lodo» (2Pe.2,22).

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      • Estimado Ideas (seudónimo que parece señalar lo que te falta, no lo que tienes):

        Esa supuesta falta de empatía que señalas en mí es sólo honestidad con los datos que manejo, pues sucede que las especulaciones sobre los motivos que puedan tener los implicados suelen caer en saco roto y sólo reflejan la subjetividad de quien las hace. Me he limitado a señalar hechos y analizarlos, sin entrar en el campo de las motivaciones, que desconozco. Suponer cuáles son los motivos que sustentan los dichos y hechos de una persona ya entra en el campo de los juicios (y prejuicios) sobre esa persona, tentación que he tratado de evitar en lo posible. Y en la que tú pareces haber caído al explicar los motivos que me pueden haber llevado a dejar un mensaje sin respuesta, sin siquiera haber tomado la precaución de preguntármelo. Tu imaginación tóxica ha entrado a tallar, elucubrando los motivos por los cuales dejé un mensaje sin respuesta, cuando la explicación podría ser que simplemente pasé por alto ese mensaje porque estaba preocupado por otras cosas.

        Afirmaciones como las que haces —que sólo busco «alimentar el ego personal, alimentar el fuego de un corazón roto y enfermo cerrado al amor y la humanidad»— las he escuchado con tanta frecuencia, que ya no las tomo como una ofensa personal sino como expresión del alma venenosa que las profiere, aún cegada por los brillos sectarios de una institución que no tiene razón de ser y que tanto daño ha hecho a cientos de personas. Y sé que optar por lo contrario de todo lo que esto significa —apertura a lo humano, solidaridad con los marginados, comprensión amorosa de todo ser viviente— es exponerse a recibir sandeces como las que escribes.

        Saludos

        Martin

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  2. Esta carta está bien pensada por alguien que maneja crisis en medios: tú me golpeas con 7, yo con 47; pero falta a todo principio de justicia o caridad y a lo que el SCV dijo que quería hacer. En vez de reconocer en público las faltas de su cúpula y de decir que se inveatigará, mandan a personas de (asumo) buen nombre a blindarlas. Es lo mismo que pasó cuando salió el informe de la comisión: en vez de aceptar lo malo que ocurría se ofendieron que no se haya mencionado lo bueno. Increíble. Cada vez más convencido que la institución no tiene solución.

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  3. Con qué derecho «repudia» un grupo de personas una acusación que fue hecha a otros, y por otros ? Esto es el colmo del egoísmo y de la insensatez, y carece de sentido ! … por no decir una con_ _ _dez.
    De qué intentan protegerse ? Con qué derecho repudian abusos que ellos mismos no pueden explicar ? O han preferido cerrar los ojos y creer que no se dieron ? A ver, pues, explíquenlos, si todos sabemos que sí se dieron.

    En TODAS las sectas se da el fenomeno del lavado cerebral y en TODOS los casos es imprescindible un largo tiempo – en muchos casos con asistencia profesional – para que puedan observarse a sí mismos de una manera objetiva. Los influenciables existen, y sólo el tiempo genera la distancia para entender el pasado como una situación a analizar.

    DESDE ADENTRO NO HAY PERSPECTIVA. No se entiende esto ? Acaso el lavado cerebral es un mito, y no existe ? Acaso una víctima de lavado cerebral se encuentra en capacidad de distinguirlo ? Acaso los que quisieran seguir lavándoles el cerebro les van a permitir esta lejanía objetiva ? Acaso puede decidirse libremente desde una situación como esta ? Son libres ?

    Esta es la prueba, que el sodalicio no ha aprendido nada y que no está a la altura de observarse a sí mismo. Simplemente están enfermos, y el enfermo es enfermo y no médico. Es necesario aceptar que salir de un formateo implica tiempo e independencia, PRECISAMENTE PARA GANAR LA CONCIENCIA QUE SE PERDIÓ EN ESE PROCESO. Esa carta es una carta ciega, cobarde, irresponsable y farisaica.

    También, totalmente de acuerdo con Gonzalo Cano 😀
    Otra prueba clarísima es la absoluta incapacidad sodálite de entrar a debatir bajo artículos como este. Ni pueden ni van a poder, es algo que ellos saben perfectamente.

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    • Parece que no pueden soportar ni tolerar que hay quienes no concuerdan con ustedes. Tan simple como eso. Así como hay algunos que dicen que la pasaron mal y, seguro debe haber sido así incluyendo los condenables delitos que se hayan cometido, otros simplemente no tuvieron una experiencia totalmente diferente. Y son fuente de primera mano. Ellos no niegan lo sucedido, lo que no están dispuestos es a hacerles el juego del absolutismo para hacer creer a la gente que todo se hizo con el fin de abusar. El totalitarismo ideológico que hay detrás de esta posición es llevada a absurdos que ahora ya caen un poco en ridículo.

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      • «Así como hay algunos que dicen que la pasaron mal (…) otros simplemente no tuvieron una experiencia diferente». Ergo: TODOS LA PASARON MAL. ¿lapsus cálami?.

        Es interesante la posición del Sr. Gutiérrez, aparece en este blog con argumentos «ad hominem», generalizando, buscando descalificar las opiniones atribuyéndoles transfondo emocional («parece que no pueden soportar», «ingenuos», ) o pertenencia ideológica («izquierda caviar», «totalitaristas», «antifamilia» y un largo etcétera).

        De esta manera descalifica su propia y legítima argumentación. Por ejemplo, en este caso podría señalar que los 47 firmantes tienen derecho a discrepar de la acusación fiscal porque su perspectiva del problema es distinta. Con este argumento válido podría, por ejemplo, hacer notar que la imagen que inicia su nota y el término «cortesano» utilizado por Martín, no estarían invitando al debate. Pero no hace eso, actúa como «barra brava» y por supuesto, convoca y logra la atención y respuesta de la «barra brava» rival; petardeando de esta manera cualquier debate, convirtiendo al adversario en enemigo.

        Esperamos ideas, señor Gutiérrez, ¿podrá?

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      • Luis Fernando Figari fundó el Sodalicio, ¿para cumplir la voluntad de Dios y hacer santa a la gente, o para satisfacer sus ansias de poder y dar rienda suelta a otros deseos inconfesables? Lo cierto es que no sólo él sino también otros miembros de la generación fundacional y de la cúpula se valieron de las estructuras de la organización para realizar acciones reprochables y delitos que van desde violación de derechos humanos básicos hasta manejos económicos cuestionables. ¿Acaso las buenas intenciones y las experiencias positivas de los que vinieron después sirven para borrar esos hechos? ¿Han pasado por peritaje psicológico como sí ha ocurrido con varios de quienes fuimos víctimas? ¿Como estar seguros de que no están todavía bajo los efectos de un lavado de cerebro? Porque si te patean el culo, la valoración que tengas de esta acción puede variar de acuerdo a cómo estén ordenadas tus estructuras mentales. Para unos puede ser una bendición divina o un inconveniente sin importancia y no tendrían ningún problema en que les pateen el culo cuantas veces sea necesario, para otros constituye una humillación que ha dejado heridas psicológicas perdurables. Por lo tanto, te agradecería que mires las cosas con mayor flexibilidad y no te atrincheres en un totalitarismo defensivo y de negación de lo evidente.

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      • Gutiérrez. de todas las preguntas directas e indirectas pronunciadas en este artículo y a través de todos estos comentarios, no contestas ninguna, en eso haces perro muerto (para variar). Sin embargo inentas convencer a través de adjetivos y sin debatir. Ese es el común denominador de toda conversación con un sodálite desde hace décadas, y es muy visible en los comentarios de todo el blog. La ignorancia como bandera encubierta. Qué fácil es esconderse cuando conviene y ‘salir airadamente a defender’ cuando el huaico de argumentos incontestables se les viene encima. Creo que la moral sodálite es muy foja, débil y escurridiza.

        Qué lógica puede tener el ‘minimizar’ las acusaciones de la población y de su propia comisión de esclarecimiento, so pretexto de «47 ex-familia sodálite»s que creen haberla pasado mejor o de quienes no vieron esto o aquello. Eso no tiene la menor lógica ! Para qué escriben entonces que no vieron lo que uds. mismos aceptan que sucedió. Y para qué boicotean la explicación y acusación de terceros, basándose en que uds. mismos ni lo pueden ni lo quieren explicar ?
        Salir ‘airadamente a defender’, con un chaleco antiargumentos y bajo la bandera de la ignorancia ? 😀

        La versión extendida de las acusaciones contra el sistema sodálite, en su versión jurídica, implica entender intrínsecamente lo que es un problema sistémico y/o estructural. Explícitamente en esos dos puntos recontraabundan los argumentos que se han formulado en contra de los sodálites por todo el blog, muchas veces bien fundamentados. Pero nada, en eso el nivel de respuesta sodálite, más que el de un perfil bajo, es inexistente. Y luego alzan la voz con cartas y videítos de perdón, sin fundamentar absolutamente nada.

        Los típicos argumentos sodálites son :

        – Ya prescribió. (prescribió tan sólo por que la alargaron encubriendo, y siguen encubriendo > aparte de la «ayudita» de Cipriani).

        – Nuestra riqueza (450 millones de dólares) es obra de Dios. (hay miles de organizaciones criminales que dicen lo mismo, por otra parte ya nos vamos enterando de cómo llegaron a esa cantidad, y los métodos dfinitivamente no fueron «divinos»).

        – También hubieron cosas y personas buenas. (eso hay en todas partes, en la mafia también hay personas buenas).

        – Yo no vi nada, a mí nadie me contó. (así es que no digan que no quieren minimizar).

        – Pero les pedimos perdón «por todo» ! (cuál «todo», si no han entendido «nada» ?).

        – … y la nueva : además hay 47 que dicen que no fue un problema estructural, y no fundamentan. (en cuanto que ni saben lo que significa ‘problema estructural’).

        Son los mismos argumentos que hubiera expresado Pablo Escobar, de allí no pasan.
        Te/les sugiero que vean una película que en alemán se llama «Die Welle». Recién luego de haberla visto podrán entender a qué nos estamos refiriendo con todo esto. Mira aquí :
        https://en.wikipedia.org/wiki/The_Wave_%282008_film%29
        http://www.imdb.com/title/tt1063669/
        Aún, como ex-sodas les siguen prohibiendo ver ciertas películas ?

        Nuestras críticas NO son malintencionadas. Intentamos darles la perspectiva que uds. no tienen, y eso no es malo, eso es bueno. No se olviden que desde dentro de un sistema no existe la perspectiva para verlo desde fuera, pero para variar con la ignorancia sodálite : será un argumento que caerá en saco roto. DESDE ADENTRO NO HAY PERSPECTIVA. No se imaginan como han ayudado a probar el argumento de la problemática estructural sodálite con esa ‘carta’.

        By the way, … 47 firmantes es una cantidad miserable para los miles que alguna vez tuvieron que ver con uds. y cuyo consenso ha quedado claro desde finales del 2015.

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  4. Ah, y que sean 47 es una clara señal de que el problema es sistémico y se encuentra enraizado en la estructura de la familia sodálite, incapaz de distinguirse. No hay que olvidarse que entre el brainwashing y el síndrome de estocolmo hay vínculos, ok ? 😦

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  5. ¿Marcos Nieto no fue el que publicó algunos comentarios hace algún tiempo, exponiendo diagnósticos sobre Martín, realizados sin ninguna consulta personal y en base a suposiciones y chismes, más allá de su poca ética profesional y rigurosidad científica? Pues más parece que la cúpula a escogido a un grupo de peleles y los ha lanzado como kamikazes para atacar o minimizar a los denunciantes y los abusos cometidos contra muchos miembros o ex-miembros. Lo increíble es que estas personas tengan tan poca autoestima, tan poca valoración de su vida profesional o estén tan domesticados para ponerse como escudos humanos de la cúpula fundamentalista. Una pena esa carta….

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  6. Si se lee la carta lentamente, se distingue que la han escrito porque tienen miedo de ser criminalizados.
    La pregunta sería : Y QUÉ HICIERON UDS. – 47 SILENCIOSOS – CUANDO EMPEZARON LAS DENUNCIAS, QUÉ HICIERON PARA APOYAR A LAS VÍCTIMAS O PARA AYUDAR A ESCLARECER LOS PROBLEMAS ESTRUCTURALES DEL SODALICIO ? Y ESO NO ES CRIMINAL ?

    Y ahora salen a defender qué ? Su honra ? Por no haber hecho nada y haber permitido todo lo que pasó ? Semejantes fariseos !

    Por otra parte, de los miles de ex-integrantes de la familia sodálite > 47 es un porcentaje bastante miserable. O no ?
    Cuanto será ? El 2 por ciento ?
    *** Eso es todo lo que el sodalicio pudo reunir ? *** Caramba, pero qué sintomático ! :/

    EL RESULTADO ES MUY SIMPLE :
    – SI ESOS 47 (EL 2 POR CIENTO DE LOS EX-FAMILIA SODÁLITE ?) REPRESENTAN REALMENTE AL SODALICIO, ESTÁN ACEPTANDO QUE EN EL SODALICIO EL ENCUBRIMIENTO ES REPRESENTATIVO. ERGO SISTÉMICO Y ESTRUCTURAL.
    – Y SI ESOS 47 NO SON REPRESENTATIVOS PARA NADA, MÁS BIEN ENVÍEN MILES DE CARTAS-CUESTIONARIO A TODOS LOS ‘EX-FAMILIA SODÁLITEs’ PARA QUE SE ENTEREN DEL CONSENSO QUE REPRESENTA LA OPINIÓN ACERCA DE USTEDES.

    Con esa carta nos están dando la razón en todo. También leyeron la carta de un teleprompter ? Puedo preguntarles a cuántos miles les preguntaron para tomar parte en eso, y cuántos no quisieron ? Miren que sabemos sumar, ya ?

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  7. Y como caramelito en el turrón : estos 47 viven en países muy distintos y alejados. Cómo se pusieron en «contacto» ?
    Ahora ya sabemos de quién vino la iniciativa de «contactarlos y juntarlos» en la realidad. :/

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  8. Parece que no se leen así mismos. Ustedes no debaten en su mayoría atacan y califican sin piedad a los que no piensan como el autor del blog y sus mayoritarios cortesanos (supongo que no lo considerarán insulto o agravio ya que así los llama el autor dle blog a los que suscriben la carta) .
    Parece que no han leído que no niegan los delitos cometidos y piden las sanciones que correspondan. Pero simplemente no concuerdan con una visión apocaliptica sobre el SCV ni están de acuerdo con su disolución como era el deso de ustdes, deseo que es respetable por cierto pero con el que la Iglesia tampoco ha coincidido.
    La Iglesia simplemente tiene otra visión y ve las cosas desde su Fe milenaria y su experiencia de pecado propio y ajeno. Esa es la Visión de Misericordia del Papa Francisco quien sin dejar de reconocer los daños efectuados y preocupación por aquellos que realmente sean víctimas de actos delictivos o abusivos, no ha reaccionado como ustedes esperaban.
    Al nombrar un consejero que acompaña a las autoridades del SCV y mantener a la familia sodálite como colaboradora en las obras de la Iglesia, está también confirmando que, además de exigir una atención por las víctimas, valora el carisma recibido por que el mismo no le pertenece al SCV sino a Dios desde que la Iglesia reconoció dicho carisma como camino válido para la santidad y por ello se mantiene vigente y sigue dando muchos frutos buenos en personas y familias en todos los países presentes.
    Y todo ello se da, al margen de los pareceres, gustos o iras; al margen de las condenas civiles o canónicas, de los clamores muy justos de justicia o incluso de venganza oculta aunque caigan inocentes ( humanamente compresibles también por la dimensión de los daños causados), condenas que se darán de todos modos en los supuestos que corresponda.
    Así que amigos tranquis que yo no me encrespo con los ataques. Salgan un poquito a ver la realidad de la Iglesia, no se queden en la oscuridad vean además de ella también las luces y sobre todo cómo Dios actúa en medio de su Pueblo del que todos formamos parte .
    Seguro me lloverá los calificativos nuevamente…pero ahí lo dejo pues tengo que trabajar

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    • Lo que he dicho no es que nieguen los crímenes, pero que los minimizan. Lee mejor. Das por hecho que tu mala lectura no va a ser notada por nadie. Es muy cómodo «pedir las sanciones que correspondan» si no haces nada para que suceda, ASÍ COMO NO HICISTE NADA DESDE QUE EMPEZARON LAS DENUNCIAS.
      A uds., en el más fiel estilo sodálite, no les queda sino con-condenar los crímenes pronunciados por otros sin estar dispuestos a contribuír a corregirlos, … acaso esa iniciativa fue de ustedes ? En vez de eso prefieren decir que «no vieron nada» y «que hay también actos y personas buenas». Qué quieres que pensemos, pues. No hemos nacido ayer.

      Lo de «visión apocalíptica» tendrías que explicarlo porque suena muy chistoso. Aquí nadie había mencionado al apocalípsis, ni sé qué tendrá que ver en esto.
      Por otra parte, como podrás leer en todo el blog, mi postura personal no ha sido nunca «que se disuelva al sodalicio» sino que se reforme, aunque voy dudando que sea posible y es que tu actitud ayuda a eso. Con las medidas adoptadas por la Iglesia, sin embargo, no creo que puedan reformar algo, a pesar que considero al Arzobispo de Indianápolis como una persona bastante empática y sociable, como ya había dicho antes. Estás, por lo tanto, totalmente equivocado.

      Y eso de «la Iglesia (..) valora el carisma recibido por que el mismo no le pertenece al SCV sino a Dios», qué tal si dejas a Dios decir su opinión en vez de ponerLe palabras en la boca. Yo no creo que Dios sea fascista. La ‘espiritualidad de facto’ (la real, no la escrita en un papel) de los sodálites es lo que está en duda y no es – por lo tanto – un argumento simplemente decir que sí tiene que ser válida. Nosotros estamos fundamentando y tenemos razones que ni tú ni ningún sodálite ha querido contestar ni una sola vez.
      Si la Iglesia aceptó el carisma que los sodálites esribieron en un papel, créeme que no fue por todo lo que hicieron desde que existe el sodalicio. Es el sodalicio mismo quien tiene que decidir si es que puede solventar con actos lo que está escrito allí, porque así como andan e hicieron, parece que no.

      Existen varios casos en los que la Iglesia no hizo mucho o nada al enterarse que miembros de una orden realizaron crímenes masivamente. Eso no les da la menor solvencia moral, por si es que no te has enterado. Dicho sea de paso, la orden de los caballeros templarios fue aceptada por la Iglesia en 1129, y luego disuelta por ella misma en un enredo de argumentos y acciones muy poco transparentes en 1312. De cuando acá los documentos que aceptan o disuelven una orden son ex-cátedra ? Y de dónde se te ocurre que es voluntad de Dios ? :/

      Cuándo saldrán los sodálites a ver el sol y a sociabilizarse con todos y no sólo con quienes piensan como ellos ? Cuándo saldrán a responder con autenticidad y responsabilidad a las acusaciones fundamentadas que se les ha hecho ? Cuándo empezarán a dialogar ?

      Y – sobretodo – cuándo se verá en la hoja de vida de quienes defienden a la ‘espiritualidad de facto’ sodálite – por la que hicieron todo lo que hicieron – que ya habían buscado reformar o sancionar, o al menos criticar con justa razón al sistema sodálite aunque sea un día antes que las acusaciones de todos nosotros ?
      *** > Porque no admites que no te interesa el tema y que firmaste la carta tan sólo para que no te confundan con los crímenes que ellos han cometido, y para seguir en la atmósfera de ventajas que te proporciona seguir vinculado a la familia sodálite ? ***

      Porque nunca contestan preguntas pero son servidores de ese orgullo con brillo de pedantería, sombra de ignorancia e indiferencia camuflada y convenida : se les nombra cortesanos.
      Porque consta que quienes dicen que condenan los crímenes sodálites, pero nunca hicieron nada a pesar de que existían acusaciones fundamentadas desde hace años, se les nombra así. Otros calificativos te los puedes imaginar tú mismo.

      Saludos

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      • «…la atmósfera de ventajas que te proporciona seguir vinculado a la familia sodálite». El Sodalicio termina siendo en parte secta destructiva y en parte una especie de logia masónica (un grupo elitista que se junta para hacer negocios, influir y encubrirse entre ellos).

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  10. Dice el dicho que «caras vemos, corazones no sabemos» … en esa carta veo el nombre de un individuo que junto a su patota de abusadores llamados «hermanos de agrupación» le hicieron un acoso sexual sistemático a una chica que conozco que estuvo vinculada también en las obras sociales del SCV y el MVC…
    y ahora se vienen a hacer los santitos jejejeje
    Son criminales, confesos o potenciales pero eso son!

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