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Weltbild, un grupo editorial que posee en Alemania el mayor negocio de ventas online de libros después de Amazon, se declaró en enero de este año en insolvencia. Su declive no puede atribuirse solamente a la competencia, sino también a los escándalos protagonizados en años recientes.
Pues aunque Weltbild pertenece en su totalidad a la Iglesia católica, su catálogo incluía libros pornográficos como Internado de putas, Ramera de abogados, Bar de follar, Ponme cachondo, por mencionar algunos de entre más de 2500 títulos. Este hecho lo denunció la prensa en el año 2011, en base a informaciones proporcionadas por PURmagazin, una revista que aglutina a católicos conservadores, mencionando que ya en el año 2008 se había originado una iniciativa de laicos llamada “Katholisches! Weltbild”, que envió cartas a todas las diócesis alemanas denunciando esta circunstancia. Salvo la arquidiócesis de Colonia, que decidió ceder su participación en Weltbild a la Asociación de Diócesis de Alemania, las otras hicieron caso omiso.
Y el problema no eran sólo libros de este talante. Weltbild vendía además libros a favor del esoterismo, la magia, el satanismo, la violencia de extrema derecha, etc. Aparentemente, para hacer negocio hay que vender de todo, aun cuando se pertenezca a la Iglesia católica, que muchas veces ha puesto en juego su credibilidad con incoherencias como ésta. Una incoherencia que le rendía ganancias.
Los libros problemáticos fueron retirados del catálogo. Tras intentos infructuosos por parte de las principales diócesis alemanas de desprenderse de la editorial y amenazas de entablar acciones judiciales por difamación —pues oficialmente nunca se ha vendido pornografía sino erotismo—, Weltbild ha terminado cayendo por su propio peso.
(Columna publicada en Exitosa Diario el 11 de junio de 2014)
LAS LÍNEAS TORCIDAS 
El dinero los corrompio, eso pasa por no hacer un voto de pobreza y si se es laico comprometido también se debe llevar una pobreza evangélica .
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Interesante sería investigar de qué forma ‘pertenecía’ (o pertenece) esta editorial a la iglesia, y si es que las autoridades en Roma y sobretodo el Papa tenían conocimiento de esto. Y si no lo tenían, porqué no lo tenían (?).
También sería interesante averiguar cómo se dio esta ‘pertenencia’ a través del tiempo, quién invirtió cuánto y cuándo (?), y quiénes eran los implicados.
Una carta a Roma tampoco sería mala idea, aunque creo que eso ya debe de haber sucedido > habría que ver si hay respuestas.
Todo por los malditos dólares, como siempre !
Lo de los laicos con hábitos de austeridad es una gran idea. Pero mientras sigan habiendo instituciones pseudo-católicas que como lobos rapaces se disfrazen de cristianismo, para en realidad favorecer al egoísmo de los que defienden un capital > la corrupción y su mejor disfraz, llamado comodidad, dominarán las pervertidas cabezas de sus autores.
Y es que el silencio es tan cobarde como pobre es el espíritu de aquellos que evitan todo diálogo, orinándose de miedo, como críos de cuna, que no están en posibilidad de admitir lo que realmente son.
Y cuando Cristo luego les pregunte qué hicieron con todo ese capital y habilidad y talento para administrarlo, no tengo la menor idea de lo que van a contestar. Entonces será demasiado tarde …
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En 1948 se fundó la editorial católica de revistas Winfried-Werk GmbH que en 1987 se convertiría en la editorial Weltbild, la cual para subsistir, dado el poco mercado que había para la literatura edificante cristiana, comenzó a abrir su catálogo a la literatura profana. La editorial siempre ha pertenecido a la Iglesia católica.
Por lo demás, el Papa tampoco tiene que saber todo, pues la figura del Para como un sabelotodo capaz de controlar todo en la Iglesia está muy alejada de la realidad. Es por eso que fueron iniciativas laicales del Pueblo de Dios las que denunciaron esta incoherencia por parte de las diócesis alemanas, la de vender libros de dudosa moralidad que van contra los principios éticos que defiende el Magisterio de la Iglesia.
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Aquí vale la pena recordar a los Legionarios de Cristo y sus inversiones en las industrias de la pornografía, armamentista y de los anticonceptivos. Más dinero significa más influencia y una más cómoda connivencia con ciertos políticos mexicanos corruptos -que afortunadamente por ahora están muy disminuidos-, los principios vienen después.
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