EL SODALICIO EN LA PALABRA ESCRITA (II)

Este artículo es la continuación de mi anterior escrito EL SODALICIO EN LA PALABRA ESCRITA (I).

Al año siguiente del primer reportaje televisado sobre el Sodalicio de Vida Cristiana, emitido en el programa “Entre Líneas” de Cecilia Valenzuela en Canal N (ver CANAL N: PRIMER REPORTAJE SOBRE EL SODALICIO), el periodista Pedro Salinas publicaba su novela Mateo Diez (Jaime Campodónico/Editor, Lima 2002), donde en clave de ficción y con nombres cambiados narraba su paso a través de la institución. Independientemente de la calidad literaria del texto, se trataba de un testimonio valiente y honesto de primera mano. De alguna manera, se había abierto una compuerta para discutir el tema del Sodalicio en el ámbito público.

A fines de ese año el diario La República, a través de su revista Domingo, iniciaría la publicación de la que quizás sea la mejor investigación periodística sobre el tema que se haya realizado hasta la fecha.

REPORTAJE DEL DIARIO LA REPÚBLICA
(22 y 29 de diciembre de 2002, 5 de enero de 2003)

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El motivo que dio origen al reportaje de La República fue una carta notarial fechada el 9 de diciembre de 2002 que el Dr. Héctor Guillén, oftalmólogo arequipeño, y su esposa Martha Gross dirigieron a Luis Fernando Figari, Superior General del Sodalicio, manifestándole su preocupación por su hijo Franz, quien se había convertido en miembro del Sodalicio tras haber sido objeto de acciones proselitistas por parte de la institución e iba a ser enviado a una comunidad en Colombia, un país con guerra interna, recalcando además la situación de ruptura con la familia Guillén que se había generado desde que Franz fuera reclutado por el Sodalicio. La carta fue hecha pública y Franz Wieser, ex-sacerdote que ha sido profesor de religión en el Colegio Peruano-Alemán Alexander von Humboldt, remitió la carta al director de La República, quien la publicó en su diario.

Señor Director:

Por tratarse de un asunto de interés general, remito para su publicación en La República la siguiente Carta Notarial dirigida al Sodalitium.

Franz Wieser

__________________________________________________

Señor Luis Fernando Figari
Lima.-

Desde que nuestro hijo, Franz Guillén Gross, actualmente en San Bartolo (Lima), ingresó en el Sodalitium el 1º/6/99, como padres de familia nos hemos visto imposibilitados de entablar con él un diálogo razonable, personal, amplio, abierto y natural, llegando Franz al extremo de negarse a hablar con su padre. Somos respetuosos de la libertad de conciencia y, por tanto, de la libre elección de la vida religiosa, por lo que no podemos aceptar las limitaciones impuestas a nuestro hijo —desde su adscripción a la organización de su dirección— a sus posibilidades de desarrollo integral, plural, libre en plenitud de conciencia, situación que ha generado un radical cambio en su personalidad, la deserción de sus estudios universitarios, el abandono de su hogar y el total alejamiento e incluso enfrentamiento con su familia, lo que contradice su supuesta formación cristiana. Luego de que nuestro hijo inició su formación en San Bartolo, hace año y medio, ha sido drásticamente limitado en su posibilidad de visitar a su familia en Arequipa, a pesar de habérsele enviado el dinero para su pasaje y de nuestra angustiosa necesidad de tenerlo en casa para eventos familiares trascendentales. Siendo Colombia (adonde piensan enviarlo) un país en guerra interna y en el que se ha asesinado a cerca de 30 religiosos y secuestrado varios sacerdotes, incluyendo al cura sodálite arequipeño Juan Pablo Rosado Gómez de la Torre, nosotros, como padres de Franz Guillén Gross, en ejercicio de nuestros derechos como familia, responsabilizamos directamente a usted y a su organización de cualquier daño físico, emocional, mental y/o moral que se deriven tanto del aislamiento que le ha sido impuesto hasta ahora por el Sodalitium a nuestro hijo como de la decisión de enviarlo a Colombia. Nos despedimos con la esperanza de ver pronto a nuestro hijo Franz en Arequipa.

Héctor Guillén Tamayo
Martha Gross de Guillén
DNI 29250771-29331501

El Sodalicio, a través de su vocero Germán McKenzie, emitió una respuesta, que fue publicada en el mismo diario el 16 de diciembre de 2002.

Señor Director:

Habiendo aparecido publicada en la sección Cartas del diario bajo su dirección el último lunes una carta relativa a nuestra institución religiosa, me permito solicitarle la publicación en la misma sección.

Atentamente

Germán McKenzie González
Superior Regional del Perú
Sodalicio de Vida Cristiana

__________________________________________________

CARTA NOTARIAL

Sres.
Héctor Guillén Tamayo
Martha Gross de Guillén
Piérola 106
Cercado
Arequipa

Estimados señores:

Al haber tomado conocimiento de su carta pública del 9 de diciembre pasado, como responsable del Sodalicio de Vida Cristiana en el Perú quiero manifestarles lo siguiente:

El hermano Franz Guillén Gross, como todos los miembros del Sodalicio de Vida Cristiana, es una persona adulta que se ha adherido libremente a nuestra institución religiosa. Cualquier acusación de ustedes que ponga esto en duda equivale a una calumnia.

Considero que los asuntos que ustedes señalan deberían haber sido tratados directamente entre padre e hijo. Lamento mucho esta situación que en ningún modo puede ser imputada a nuestra institución. Dado que el Hno. Franz también tiene conocimiento de su carta pública, a él le corresponde actuar de acuerdo a su conciencia.

Me permito aclarar que las imputaciones de su carta no corresponden a la verdad.

Que Dios, Señor Nuestro, los bendiga y que este tiempo de Navidad les ayude a profundizar en la fe.

Atentamente,

Germán McKenzie González
Superior Regional del Perú
Sodalicio de Vida Cristiana

A continuación vendrían los artículos que se publicaron en la revista Domingo en tres números consecutivos, entre el 22 de diciembre de 2002 y el 5 de enero de 2003. La buena calidad del reportaje hay que atribuirlo a que La República contaba entonces con una de las mejores unidades de investigación periodística del Perú. Por ello, la presentación de la información obtenida fue bastante objetiva.

Dado que este material ya no está disponible en la página web de La República, he tenido que recurrir al Internet Archive para encontrar copias del reportaje, aunque sin las fotos. A través de los siguientes enlaces se puede acceder a los respectivos textos publicados en Domingo.

22 de diciembre de 2002
http://web.archive.org/web/20021224155310id_/http://www.larepublica.com.pe/SUPLEMEN/DOMINGO/2002/1222/domingoCONTROVERSIA.htm

29 de diciembre de 2002
http://web.archive.org/web/20030104013342id_/http://www.larepublica.com.pe/SUPLEMEN/DOMINGO/2002/1229/domingoCONTROV1.htm
http://web.archive.org/web/20030104013634id_/http://www.larepublica.com.pe/SUPLEMEN/DOMINGO/2002/1229/domingoCONTROV2.htm
http://web.archive.org/web/20030104015405id_/http://www.larepublica.com.pe/SUPLEMEN/DOMINGO/2002/1229/domingoCONTROV3.htm
http://web.archive.org/web/20030104014320id_/http://www.larepublica.com.pe/SUPLEMEN/DOMINGO/2002/1229/domingoCONTROV.htm

5 de enero de 2003
http://web.archive.org/web/20030109054933id_/http://www.larepublica.com.pe/SUPLEMEN/DOMINGO/2003/0105/domingoDESCARGOS.htm

Lo único que falta es el sumario de la entrevista que le hicieron al P. Jaime Baertl, que apareció en la versión impresa de la revista Domingo del 5 de enero de 2003, pero no en la versión digital.

La reacción del Sodalicio no se hizo esperar y, poco después de publicado el primer artículo, el encargado de Comunicaciones del Sodalicio envió una carta aclaratoria, que fue publicada en el diario y que reproduzco a continuación, junto con la respuesta del responsable de la revista Domingo.

Publicado en La República el 25 de diciembre de 2002

Sodalitium niega irregularidades

Señor director:

En la sección Domingo ha sido publicado un artículo referido al Sodalitium Christianae Vitae respecto del cual me permito hacerle llegar las siguientes aclaraciones:

El artículo «El llamado del Señor» se origina, según el mismo redactor, en «una denuncia contra la organización religiosa Sodalitium Christianae Vitae». Se está haciendo referencia a una carta pública de los Sres. Guillén, aparecida en el diario La República el 9 de diciembre pasado. Las imputaciones contra nuestra Institución contenidas en dicha carta faltan a la verdad, tal como lo manifestó el Hno. Germán McKenzie en la carta notarial del 20 de diciembre, publicada en el mismo diario La República. Llama la atención que tal descargo fuese ignorado en el artículo.

Siendo esto así, llama profundamente la atención la metodología utilizada en el mencionado artículo. Lo menos que se podría esperar de un medio de comunicación, cuya finalidad y obligación para con la sociedad es informar, es una investigación seria de las aseveraciones en las que se basa el artículo. En este caso:

El diario se negó a recoger las declaraciones de Franz Guillén, y postergó «para después» una entrevista.

No se ha consultado a las autoridades de la Iglesia, siendo el Sodalitium una Institución Católica y aprobada oficialmente por la Iglesia Católica.

El diario no ha visitado, ni visto las obras auspiciadas por el Sodalitium.

Las imputaciones vertidas, no verificadas, parecen manifestar un sesgo parcial a favor de quienes las formulan.

Todo lo que «se dice» es asumido y presentado como verdadero sin ningún cuestionamiento o indagación de quiénes son aquellos que hacen las aseveraciones. Tal perspectiva parece revelar una falta de interés por la verdad y lleva, en este caso, a cuestionar el proceder periodístico y ético del diario bajo su dirección.

El Sodalitium ha recibido su aprobación oficial del Santo Padre Juan Pablo II, no emplea método alguno reñido con la fe fundada en el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, es conocida por el apoyo a la familia, a la vocación al matrimonio como camino de santidad, al derecho a la vida de todo ser humano, al respeto a la dignidad y derechos de la persona humana.

Erwin Scheuch
Encargado de Comunicaciones
Sodalitium Christianae Vitae

Antes de enviar una carta aclaratoria, el señor Scheuch debió haberse informado mejor para no faltar a la verdad. El redactor de la nota conversó extensamente con el propio Franz Guillén el viernes 19, informándole sobre la naturaleza del artículo y la necesidad de obtener su versión. Fue Franz quien prefirió no dar entrevista alguna. El mismo viernes en la tarde, después de esperar tres días por una respuesta, Franz dijo por teléfono que sólo quería saber si su padre «ya se había retractado» y sentenció: «no te voy a dar la entrevista». La República había intentado durante toda una semana comunicarse con autoridades del Sodalitium, llamó a la parroquia de Camacho, al mismo local de San Bartolo, a la Asociación Vocaciones y Vida Apostólica. El jueves 18, Erwin Scheuch devolvió la llamada al redactor y, con un tono irrespetuoso, intentó intimidarlo y presionarlo para que desista de escribir la nota. Poco después, un sacerdote de apellido Baertl prometió la ansiada entrevista que finalmente no se realizó porque «Franz había salido de paseo». La República respetó el testimonio de los padres, cuyas declaraciones tienen un valor periodístico que Scheuch intenta negar. Nos hubiese gustado incluir con la misma amplitud los descargos de SCV, pero sus miembros —antes que dar su versión— buscaban a toda costa impedir la difusión de cualquier nota referida a ellos.

(Mario Munive, editor de Domingo)

En general, hubo un manejo torpe de esta situación por parte del Sodalicio, ya sea mediante advertencias conminatorias, ya sea negándose a declarar o haciendo un cierrapuertas generalizado, que a la larga no se pudo sostener. Al final se abrió camino un resquicio de sensatez, que llevó a que representantes del Sodalicio hablaran sobre la institución, aunque sin responder satisfactoriamente a los cuestionamientos concretos que se hizo, sino limitándose a detallar generalidades.

Yo en esos momentos ya me encontraba en Alemania. Me había adelantado a mi familia para preparar el terreno y encontrar un trabajo. En ese entonces me consideraba algo así como la avanzada del Sodalicio en tierras germanas, pues a pesar del paulatino ostracismo a que había sido sometido después de abandonar la vida en comunidades, todavía me sentía ligado afectivamente a la institución y estaba dispuesto a participar en su “misión evangelizadora” en tierras lejanas. Y, por supuesto, estaba dispuesto a jugarme el pellejo por esta causa. De modo que preparé una extensa carta en que respondía detalladamente a cada uno de los puntos relevantes del reportaje, llegando incluso al extremo de defender al mismo Luis Fernando Figari, y se la envié por correo electrónico a La República el 3 de enero de 2003. Ahora bien, el reportaje de La República estaba tan bien hecho, que no se podía negar que todo lo que ponía en cuanto a datos y hechos correspondía a la realidad. Por eso mismo, contrariamente a otros miembros de la Familia Sodálite que negaban en bloque lo publicado por los reporteros de La República, acusándolos de usar un lenguaje tendencioso, de vertir calumnias en sus textos y de faltar a la verdad, yo tuve por lo menos la honestidad de no negar aquello que era cierto, pero consideraba que los hechos habían sido interpretados erróneamente, llevando a conclusiones incorrectas. Se trataba de un problema de interpretación. Esto es lo que decía textualmente en la carta:

«Puedo afirmar que los datos que ustedes han averiguado son en su mayoría ciertos, pero lamentablemente son interpretados, tanto por el autor del reportaje como por algunos de los entrevistados, de manera errónea».

Tengo que admitir que me equivoqué, pues hechos adicionales de los cuales he llegado a tener conocimiento posteriormente, así como un análisis más profundo y exhaustivo de lo que fue mi propia experiencia en el Sodalicio, confirman más bien las conclusiones a las que llegó La República y desbaratan los argumentos que yo esgrimí entonces para defender a una institución y a su líder, que han aplicado técnicas de manipulación psicológica cuyas secuelas perduran durante años en quienes han sido sometidas a ellas, hasta el punto de que quienes han sido víctimas son capaces de seguir abrazando la causa de sus victimarios.

Mi carta fue enviada con copia a Erwin Scheuch, a Germán McKenzie y al P. Jaime Baertl. El único que me respondió fue el P. Baertl, felicitándome por ella e informándome que ya había concertado una reunión con Gustavo “Chicho” Mohme, director de La República, para conversar sobre el tema. Fruto de esta reunión fue la mencionada entrevista que le hicieron y que sólo se publicó a modo de resumen en la edición escrita de Domingo del 5 de enero de 2003. Mi carta nunca fue publicada por el diario, y sólo recibí una breve y descortés respuesta de Mohme, indicándome que ya había conversado con el P. Baertl y que, por lo tanto, el asunto quedaba zanjado y ya no era necesario publicar mi carta.

Franz Guillén y Martha Gross

Héctor Guillén y Martha Gross

Parece que el asunto no quedó zanjado allí, pues el 18 de febrero de 2003, ante la falta de respuesta por parte de Luis Fernando Figari, los esposos Guillén-Gross le enviaron otra carta notarial mucho más extensa y detallada, describiendo los problemas que observaban en el Sodalicio y pidiéndole que cumplan con aquello a que se comprometieron:

«Pretendiendo dar “punto final a una controversia” el Sodalitium y La República se comprometieron ante la opinión pública el Domingo 5 de enero del 2003 a promover la “reconciliación” de la familia Guillén Gross. Nosotros sabemos la trascendencia social de la problemática y no estamos de acuerdo en considerar este asunto como un simple “problema familiar”.»

La carta, que no tiene desperdicio, hace una descripción de ciertas características presentes en el modo de actuar del Sodalicio y que son comunes a aquellas sectas que practican el control mental con sus miembros:

«…nos preocupa profundamente el encontrar en el Sodalitium ciertas características como: el control de la atmósfera social y la comunicación, el sentimiento de un “llamado superior”, la redefinición del lenguaje, el culto a la confesión (sobre todo pública), las exageradas demandas de pureza y santidad y sobre todo la dispensación de la existencia —que consiste en una prodigalidad irracional que pone en peligro la vida misma del adepto—, que describen en grupos sectarios destructivos profesionales de la talla de Pepe Rodríguez, Steven Hassan, Rick Ross, Margaret Thaler Singer, Robert Liffton, Michael Langone y John Hockman. Valga decir que desde el punto de vista psicológico la definición de secta considera que se trata de un grupo que ejerce en sus futuros adeptos técnicas de persuasión coercitiva con consecuencias que son científica y fácilmente comprobables y reproducibles».

Se puede leer el texto completo de las dos cartas notariales de los esposos Guillén-Cross en el siguiente enlace:
http://www.elenciclopedista.com.ar/el-sodalitium-sodalites/

Con fecha de 21 de febrero de 2003, hubo una carta de respuesta de Germán McKenzie a la última carta notarial de los Guillén-Gross, pero desconozco su contenido.

REPORTAJE DE LA REVISTA CARETAS
(13 y 27 de marzo de 2003)

caretas

Con el objetivo de mejorar su imagen, el Sodalicio recurrió a periodistas de la revista Caretas, a fin de que se hiciera un reportaje de contenido positivo, para lo cual los invitaron a visitar algunas comunidades sodálites y obras de asistencia social.

La revista Caretas se ha caracterizado siempre por un estilo ligero e irónico en la presentación de su información. El resultado se ve en el artículo publicado, que muestra su mordiente sarcástica y burlona desde el título mismo: «Los once mil castos». He aquí el artículo:

13 de marzo de 2003

Los once mil castos
https://web.archive.org/web/20030421083447/http://www.caretas.com.pe/2003/1763/articulos/sodalicios.phtmlhttp://www.caretas.com.pe/2003/1763/articulos/sodalicios.phtml

Si bien muchos miembros del Sodalicio se sintieron satisfechos por la nota periodística, debido a que —a su parecer— desmitificaba mucho del carácter sectario que se le había querido imputar a la organización, en realidad el tono sarcástico del artículo daba a entender que los sodálites eran personas que no podían ser tomadas en serio.

Aún así, no faltaron quienes se entusiasmaron con el artículo, como un padre de familia que le escribió a la revista la siguiente carta, que reproduzco junto con la respuesta de Caretas (ver https://web.archive.org/web/20140116112125/http://www.caretas.com.pe/2003/1765/secciones/nosescr2.phtmlhttp://www.caretas.com.pe/2003/1765/secciones/nosescr2.phtml).

EL SODALICIO

Lima, 17 de marzo del 2003

CARETAS 1763 ha mostrado que el Sodalicio no es ni elitista ni cerrado y que al contrario, se encuentra bendecido por numerosas vocaciones de jóvenes que libremente se encuentran atraídos por su espiritualidad y vida eclesial. Tengo el orgullo de tener dos hijos miembros del Sodalicio, los cuales veo que se desarrollan plenamente y viven felices su vocación al servicio a Dios, uno en el Perú y otro en Santiago de Chile.

Javier Blanco Llosa
DNI 10270769

CARETAS hizo una crónica de la visita al mundo de los sodálites. No todos los padres coinciden con lo expresado por este lector.

Sin embargo, lo que al principio fue considerado como una jugada inteligente terminó por volverse en contra del Sodalicio, pues Caretas publicó dos números más adelante una nota con el título de “Resquicios del Sodalicio”, donde se detallaba dos casos, el del matrimonio Guillén-Cross y su hijo Franz, y el de Fernando Gerdt Tudela, el cual relataba que iba a perder su casa en Arequipa por causa de un fraude cometido por miembros del Sodalicio. A través de los siguientes enlaces se puede ver el índice de la revista con el nombre y un sumario del artículo, y una copia del mismo incluido en un dossier sobre el “El caso Guillén-Cross” preparado por MASA-Perú.

27 de marzo de 2003
Resquicios del Sodalicio
http://www.caretas.com.pe/2003/1765/secciones/indice.phtml
https://web.archive.org/web/20050318102104/http://galeon.hispavista.com/sectasperu2/productos1085705.htmlhttp://galeon.hispavista.com/sectasperu2/productos1085705.html

El artículo motivó una carta aclaratoria de parte de Germán McKenzie. Caretas publicó la carta, junto con una misiva que había enviado Franz Guillén Cross. A continuación, reproduzco ambas cartas junto con la respuesta de Caretas (ver https://web.archive.org/web/20030415184659/http://www.caretas.com.pe/2003/1766/secciones/nosescr1.phtml).

FE DE SODÁLITE

Lima, 28 de marzo del 2003

Respecto a “Resquicios del Sodalicio” de CARETAS 1766, el elemento fundamental de nuestra espiritualidad es el respeto a la libertad, conciencia, dignidad y derechos humanos de cada persona. Los miembros, todos adultos, que se han adherido libremente y ninguno está aislado ni de su familia ni de la sociedad; por el contrario mantienen comunicación fluida y libre.

El Fundador y Superior General del Sodalicio, D. Luis Fernando Figari, es un laico consagrado peruano cuyo pensamiento está reflejado en numerosas obras espirituales y sobre la fe de la Iglesia, que son de difusión pública. Con los esposos Héctor Guillén y Martha Gross hemos procurado mantener un diálogo como institución hasta que el señor Guillén no nos quiso recibir. Sus comunicaciones epistolares han sido todas respondidas. Sobre Fernando Gerdt, el Sodalicio no tiene vinculación jurídica con la Asociación Civil San Juan Bautista, que es una asociación independiente. El sacerdote sodálite, RP Javier Len, ha procedido a defenderse ante el Poder Judicial y en el proceso por delitos de difamación e injuria ya hay sentencia condenatoria, la que será leída próximamente.

Germán McKenzie González
Superior Regional
Sodalicio de Vida Cristiana

Ver siguiente carta.

Sao Paulo, 30 de marzo del 2003

No es cierto que esté sometido a un aislamiento de mis padres o de mi familia. De manera libre, me encuentro feliz de hacer en Brasil aquello para lo que he consagrado mi vida, que es el anuncio del Señor de hacer de éste un mundo mejor.

Lamento que mis esfuerzos de reconciliación no hayan sido correspondidos por mis padres. Intentos que se hicieron aún más difíciles después que mi padre pretendió impedir el ejercicio de mi libertad religiosa, por lo cual, temiendo por mi seguridad personal mientras viví en Perú, tuve que pedir garantías ante el Ministerio del Interior. A pesar de todo, el amor y la preocupación que siento por mis padres no han cambiado en absoluto. Confío que el tiempo, mis oraciones y mi testimonio personal los ayuden a ser más respetuosos de mis decisiones y de la institución a la que pertenezco.

Franz Guillén Gross
DNI 40766168

CARETAS ha consignado las versiones de las diferentes partes involucradas y también ha recibido diversas cartas firmadas por parejas de esposos que aseguran que, contrariamente a lo afirmado por los Guillén Gross, sus hijos han decidido voluntariamente y sin coacciones pertenecer al Sodalicio.

En resumen, Caretas se lavó las manos, aduciendo que había cumplido su labor periodística al consignar versiones encontradas sobre un mismo asunto. Y al Sodalicio el tiro le salió por la culata.

Como dato curioso, viene al caso comentar que Germán McKenzie dejaría de ser oficialmente miembro del Sodalicio de Vida Cristiana en septiembre de 2007. La explicación que dieron los responsables del Sodalicio a los miembros de la Familia Sodálite fue que se le había expulsado por faltas graves reiteradas. Esto ocurrió un mes antes de saliera a luz el caso de Daniel Murguía, otro sodálite consagrado, quien fue detenido por la policia mientras fotografiaba a un niño de la calle desnudo en un hostal del centro de Lima el 27 de octubre del mismo año. A consecuencia de ello, Murguía fue expulsado ipso facto del Sodalicio. Muchos creyeron que Germán había cometido faltas del mismo calibre, lo cual fue desmentido por los responsables del Sodalicio, sin especificar cuáles habían sido las supuestas faltas de quien fuera Superior Regional del Perú.

Germán McKenzie

Germán McKenzie

Germán McKenzie recibiría apoyo del Sodalicio para asentarse en los Estados Unidos y poder iniciar, al año siguiente de haber sido expulsado de la institución, estudios de religión y cultura en la Catholic University of America (Washington D.C.). En enero de 2010, Raúl Masseur, un sodálite de antigua hornada, le cedería su puesto de capellán en la Brock University de St. Catharines (Ontario, Canadá), responsabilidad que asumiría McKenzie hasta agosto de 2010. Se desempeñaría también como Director de la Oficina de Evangelización de la Diócesis de St. Catharines (Ontario, Canadá) desde enero de 2010 hasta diciembre de 2011. A partir de enero de 2012 lo encontramos como profesor adjunto en la Niagara University, en Lewiston (Nueva York, Estados Unidos). Desde junio de 2012 también es profesor visitante de la Universidad Juan Pablo II (San José, Costa Rica), cuyo rector es nada menos que el P. Emilio Garreaud, miembro de la generación fundacional del Sodalicio. Actualmente, McKenzie vive con su esposa Giuliana en Waterloo (Ontario, Canadá) y sigue manteniendo contactos con sodálites de alto rango. Su matrimonio se celebró en el año 2011 en una ceremonia litúrgica presidida por el el P. Juan Carlos Rivva, sodálite, y a la cual asistieron varios miembros del Sodalicio, muchos de ellos con cargos de responsabilidad en la institución.

Se trata de una curiosa trayectoria para alguien que fue expulsado oficialmente del Sodalicio. Ni siquiera aquellos que se han retirado de la institución por la puerta delantera, es decir, de mutuo acuerdo y cumpliendo con todas las formalidades del caso, han recibido un trato preferencial como éste.

¿Y cuáles pueden haber sido las supuestas “faltas graves” de McKenzie que habrían motivado su expulsión? Hasta el momento no han sido reveladas. Cuando entre miembros de la Familia Sodálite se comenzó a especular sobre posibles abusos sexuales, los responsables del Sodalicio simplemente lo negaron sin dar detalles concretos sobre cuáles habían sido las faltas. Lo cual no impidió que en los rumores de boca a boca la reputación de McKenzie fuera arrastrada por lo suelos. A decir verdad, si esas faltas realmente existieron, deben haber sido meras infracciones a las normas internas del Sodalicio, que cualquier persona normal nunca calificaría como “graves”. Tengamos en cuenta que el Sodalicio ha tenido como política invariable nunca dar a conocer públicamente de motu proprio delitos sexuales cometidos por sus miembros. En casos así, el encubrimiento ha sido la estrategia elegida.

También existe la posibilidad de que las supuestas “faltas graves” nunca hayan existido. En ese caso, se trataría únicamente de un pretexto para facilitar la salida rápida de un sódalite consagrado perpetuo con un alto cargo de responsabilidad, que sentía que una vida en celibato no era el camino apropiado para su desarrollo personal. Me inclino por esta hipotesis. Doy fe de la calidad humana de McKenzie, y hasta el momento de su expulsión, fue una de las pocas personas en quien había depositado mi confianza y a quien consideraba como un interlocutor inteligente y de mente abierta para tratar los temas que me preocupaban sobre el Sodalicio. Aunque llegué a tener la impresión de que también estaba sometido al código de silencio que impera en el Sodalicio, y por eso mismo dejó sin respuestas varios mensajes míos. Se comprenderá por qué la noticia de su expulsión me cayó como un cubo de agua fría y, junto con el caso de Daniel Murguía, fue uno de los detonantes del proceso de reflexión que finalmente me llevaría a la decisión de desvincularme definitivamente de una institución que parecía comportarse más bien como una mafia aunque tuviera sus tintes religiosos.

REPORTAJE DE LA REVISTA QUÉ PASA
(2 de mayo de 2003)

que-pasa

El siguiente reportaje importante sobre el Sodalicio que apareció en la prensa escrita fue publicado el 2 de mayo de 2003 en Qué Pasa, una revista chilena conservadora y liberal de centroderecha. El tono es más sereno y desapasionado que los artículos aparecidos anteriormente en medios peruanos —aunque recurre a ellos como fuente de información— y simplemente se limita a informar sobre lo que ha averiguado.

Se puede acceder al artículo a través del Internet Archive en el siguiente enlace:

2 de mayo de 2003
Gurú bajo sospecha
http://web.archive.org/web/20030515052045id_/http://www.quepasa.cl/revista/2003/05/02/t-02.05.QP.SOC.GURU.html

Debido a que informaba también sobre aquellos aspectos controvertidos del Sodalicio, el artículo no gustó a los miembros de la Familia Sodálite que lo leyeron, y las cartas a la redacción no se hicieron esperar. Estas misivas parecieran exigirle a la revista que presente una visión absolutamente positiva del Sodalicio, y niegan lo que ella dice de manera desfavorable para la institución sin presentar argumentos ni responder a cada uno de los puntos en cuestión. Dicho de otro modo, es el tipo de respuesta que alega que lo que el adversario dice es falso solamente “porque lo digo yo, que conozco mejor a los sodálites”, y que se había visto reflejada antes en muchas de las cartas que llegaron a la redacción de La República.

A continuación, reproduzco dos de esas cartas junto con las breves réplicas que les dio la redación de la revista. La primera proviene de cuatro mujeres que se identifican como integrantes del Movimiento de Vida Cristiana, y la segunda, de Alessandro Moroni, entonces Superior Regional del Sodalicio en Chile y actualmente Superior General de la institución.

Publicado en Qué Pasa el 9 de mayo de 2003

Fieles al Sodalicio

Somos un grupo de cuatro mujeres jóvenes que pertenecemos hace tres años al Movimiento de Vida Cristiana del Sodalicio. Siendo todas católicas, hemos encontrado en el movimiento el espacio y el apoyo necesario para experimentar una auténtica y comprometida vida cristiana, a la luz del Evangelio y de las enseñanzas de la Iglesia a la que hemos sido siempre fieles.

Con decepción hemos leído el reportaje aparecido en su revista el pasado viernes 2 de mayo, titulado “Gurú bajo sospecha”. El artículo no se basa tanto en hechos sino más que nada en opiniones y dichos de ciudadanos peruanos que, obviamente, están en contra del Sodalicio. Además, algunos de los hechos revelados son derechamente falsos, como las supuestas querellas instaladas en tribunales peruanos y la vinculación de nuestro fundador a Tradición, Familia y Propiedad. Para los que conocemos el movimiento, nos preocupa la actual avidez de los medios de comunicación por dar un cariz negativo de manera sensacionalista a todo tema que toque a la Iglesia. Consideramos que en aras de una información objetiva se debió haber tomado en cuenta, al menos, la opinión de algunos de los adherentes que integramos Sodalicio, que no está reflejada en el reportaje. Incluso, de la extensa entrevista que hicieron al superior de Chile Alessandro Moroni, no citan ni una palabra y lo que se menciona no tiene relación con el diálogo que hubo en la realidad.

Constanza Leontic Goñi, Sandra Schemel, María Francisca Rivas Anguita, Andrea Valdivieso Arellano

Nota de la Redacción

Quienes lideran la ofensiva legal contra Figari ratifican la existencia de 58 denuncias en diferentes tribunales de Perú. Los testimonios provienen de personas que pertenecieron al Sodalicio o tienen algún vínculo familiar con el movimiento. La voz oficial en Chile, el superior Alessandro Moroni, fue una fuente más del artículo, fue citado cinco veces en el texto y, tal como se consigna, sólo se abstuvo de hacer comentarios respecto del pasado que se le atribuye al fundador en Perú.

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Publicado en Qué Pasa el 16 de mayo de 2003

Fieles al Sodalicio

En el artículo publicado sobre nuestra institución, todo lo afirmado en contra de Sodalitium Christianae Vitae y de su fundador es falso. La afirmación sobre la existencia de 58 denuncias contra Sodalitium es absolutamente falsa. El Sodalitium no ha recibido querella ni denuncia de ningún tipo ante los tribunales del Perú ni de ningún otro país.

El cardenal Juan Landázuri, arzobispo de Lima entre 1954 y 1989; su sucesor, el cardenal Augusto Vargas, SJ; y numerosísimos obispos y sacerdotes, han conocido bien la vida y trayectoria del fundador del Sodalitium.

Del propio reportaje se infiere que tales imputaciones son producto de conjeturas obtenidas a partir de trascendidos e informaciones comprometidas con un querer totalmente ajeno a ella.

Con todo, es el caso señalar que el Sodalicio, como expresión de la Iglesia, defiende los valores de la familia. Lo ha hecho siempre. Nuestra espiritualidad habla del matrimonio como un camino de santidad. Y no es un asunto marginal, como lo expresa la adherencia de decenas de matrimonios al Sodalicio, así como los millares de matrimonios que forman parte de la Familia Sodálite. Por esta razón, nos repugna la deformación que el reportaje pretende presentar de nuestra aproximación a la familia, ya que nuestro pensamiento y convicción es justamente contrario. Con ello se nos desdibuja y deforma a través de frases comunes y una inaceptable caricatura.

Alessandro Moroni, Superior de Sodalitium Christianae Vitae Chile

Nota de la Redacción

Según informa uno de los querellantes, las denuncias, tal como se consigna en el artículo, recaen sobre Luis Fernando Figari y no sobre el movimiento. Desde la publicación del reportaje hasta el cierre de esta edición, el número de presentaciones judiciales en contra del fundador del Sodalicio en los tribunales peruanos había ascendido a 62.

Qué Pasa publicaría dos años después, el 5 de noviembre de 2005, un reportaje más benigno sobre el Sodalicio, que lleva el título de El batallón peruano del Cardenal. Este reportaje ya no está disponible en la página web de la revista.

OTROS ESCRITOS

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Herbert Mujica

Hay otros autores que han escrito sobre el Sodalicio, como el periodista arequipeño Herbert Mujica, el filósofo y periodista mexicano Édgar González Ruiz y el articulista Roberto Valdivia, sin añadir nada relevante a lo que ya se conoce por otros medios y sin mostrar un conocimiento a fondo de la institución. Sus escritos han de ser considerados como meros artículos de opinión, con algunas disquisiciones interesantes, aunque no todo tenga el mismo valor. A mi parecer, a veces caen en generalizaciones inadecuadas y llegan a conclusiones discutibles que extienden a toda la Iglesia sólo en base a sus reflexiones sobre el Sodalicio y sobre los sectores eclesiales más conservadores. Para quien tenga interés en revisarlos, los artículos de Mujica, González Ruiz y Valdivia están disponibles en la página web de Red Voltaire (http://www.voltairenet.org/es).

Como se podrá constatar, nadie en el Sodalicio ha presentado nunca de manera pública aclaraciones convincentes sobre cada uno de los puntos cuestionables que han sido señalados en la prensa escrita. Como institución que está convencida de estar “ensayando la verdad” —según dice uno de sus lemas—, cree que basta con replicar que lo que se cuenta sobre ella es falso y no corresponde a la verdad para acallar cualquier duda. Sea como sea, partiendo del postulado de que el Sodalicio es una iniciativa querida por Dios y amparándose en una aprobación pontificia que casi nadie sabe cómo obtuvieron, los responsables se niegan a dar las explicaciones del caso y mucho menos a abrir las puertas de la institución para una investigación en toda regla. Ni siquiera dentro del Sodalicio saben la mayoría de sus miembros qué secretos se esconden en la institución, pues siempre se ha controlado la información a la cual los sodálites pueden acceder, de modo sólo que sepan lo que la cúpula quieren que se sepa. La visión idealizada de la historia del Sodalicio es cuasi-dogma en la institución. Esto, unido a una disciplina férrea que forma sólo para obedecer y adherirse a un pensamiento único, considerándose cualquier reflexión crítica y personal como una tentación mundana o diabólica, sólo puede generar mentalidades refractarias a la realidad en todos sus matices y a la verdad de los hechos en toda su desnudez, por más incómodos y desagradables que sean. ¿Hay un cambio a la vista? No lo creo, mientras se siga ejerciendo este control mental sobre los miembros del Sodalicio, disfrazado de medidas de formación en la espiritualidad cristiana. Mientras tanto, no queda más remedio que seguir escribiendo, a fin de contribuir a que la verdad se vaya abriendo paso.

29 pensamientos en “EL SODALICIO EN LA PALABRA ESCRITA (II)

  1. Cuánto de verdad hay en estas líneas:
    el reportaje de La República estaba tan bien hecho, que no se podía negar que todo lo que ponía en cuanto a datos y hechos correspondía a la realidad. Por eso mismo, contrariamente a otros miembros de la Familia Sodálite que negaban en bloque lo publicado por los reporteros de La República, acusándolos de usar un lenguaje tendencioso, de vertir calumnias en sus textos y de faltar a la verdad, yo tuve por lo menos la honestidad de no negar aquello que era cierto, pero consideraba que los hechos habían sido interpretados erróneamente, llevando a conclusiones que no eran ciertas. Se trataba de un problema de interpretación.

    Sr. Scheuch ¿acaso no pueden haber condicionamientos mentales de parte suya y de otros críticos, no pueden tener influencias sus juicios, ya que no son sólo descripciones,de sus problemas afectivos? ¿ por qué sus conclusiones tendrían que ser necesariamente verdad?
    Se heredan los genes y la soberbia opina un amigo psicólogo, al ver su caso, medio en broma medio en serio y le respondo que usted no sólo tiene sangre alemana sino también española, pero la historia me responde, el débil Nietzsche y el rechazado Schopenhauer ¿y Scheuch?.
    Rechazo todo determinismo y corrientes subterráneas que podrían pasar de generación en generación, soy bisnieto de Judío y quizá también por eso, ya que se les culpa de todo, considero lo irreductible de la libertad, la soberanía de la gracia y el factor tiempo. Pero su caso le atraería a un Vittorio Messori, el caso de un Germano contra un Latino (Figari) Buenas noches, que Dios lo bendiga, viva su vida.

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  2. Martin sinceramente creo que que pretendes darle visos de profesionalismo a tus resentimientos personales, y como dijera antes, tus articulos carecen de relacion logica con lo que se expone y con lo que sucede, y tu animadversion hacia algunos miembros del SCV, a mi me habla de un problema y disputa economica, A mi que te conoci de joven no me vas a hacer creer nunca que eras una mansa paloma que se vio afectada por la insania de quienes aportaron en nuestra formacion humano.espiritual-
    Lamento mucho tu situacion emocional, pero mas, el daño que te estas infringiendo cuando escribes con tanta mala onda y ahora comienzas a confundir odiosos supuestos con realidades, en fin verdad da pereza seguir, sabiendo que este comentario sera eliminado como el anterior…
    que Dios y la Virgen te perdonen,
    a mi ya no me haces ningun daño.
    porque simplemente ya no te creo perdiste toda objetividad…
    Alejandro Zuloaga.

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    • Estimado Alejandro:

      Aquí el tema no son los resentimientos personales que me atribuyes, sino los hechos y datos referentes a la institución y su historia que el Sodalicio ha ocultado y no quiere que salgan a la luz. En ese sentido, estoy prestando un servicio a todos los que quieran tener una visión completa del Sodalicio y no se contenten con la imagen que éste pretende proyectar, que también puede tener mucho de cierto, pero que no es toda la verdad y muchas veces incluso la tergiversa a favor de sus intereses. La lógica de mis artículos reside en que se derivan de lo que yo y otros hemos experimentado en carne propia, y se basan también en fuentes que cualquiera puede consultar. No sé a qué te refieres cuando dices que no hay lógica con lo que sucede. Pues los hechos que yo narro han sucedido efectivamente. Tal vez quieras decirme que lo que yo expongo no corresponde a la impresión subjetiva que tienes, basada en la imagen que el Sodalicio está buscando dar de sí mismo. No es culpa tuya que las cosas sean así. Entiendo que, al enterarte de ciertos asuntos, quieras negar su veracidad. Pero no me eches la culpa a mí, que yo no soy quien hizo que las cosas sucedieran así, y de mi lado hubiera preferido que todo hubiera ocurrido de otra manera. En todo caso, el Sodalicio es una institución que sustenta gran parte de su reputación en base a aquello que oculta. Su fama es de papel. Deberías pedirle cuentas a los responsables de esas cosas, pues yo no las inventé ni las ocasioné. Yo soy sólo el mensajero que las da a conocer. Y no por desprestigiar al mensajero, atribuyendo sus mensajes a resentimientos personales y malas intenciones, va a cambiar la realidad, muchos menos las cosas pasadas, pues el pasado es por naturaleza irreformable.

      No hay razón para suprimir tu comentario actual, pues aunque haces algunas alusiones personales sobre mí sin centrarte del todo en el tema, respecto al cual nos manifiestas lo que sientes sin presentar argumentos sólidos, no caes esta vez en el error de hilvanar tu texto sólo en base a referencias difamatorias sobre mi persona.

      Que el Espíritu Santo te ilumine y te dé inteligencia y sabiduría.

      Un abrazo.

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  3. Estimado Alejandro,
    Yo tampoco creo que Martín sea una mansa paloma, lo conocí en mis tiempos en el MVC y sé que no es una pobre víctima de las circunstancias y que hay mucho de narcisismo, obsesión y de resentimiento en sus comentarios. Tampoco concuerdo con sus nuevas ideas pues reemplaza una visión ideológica por otra de corte utópico. Sin embargo, más allá de sus perspectivas sesgadas, reduccionismos, faltas de caridad encubiertas, y de sus intenciones (que no podemos juzgar), él ha escrito cosas muy ciertas sobre el SCV que pocos habían tratado antes. Era necesario a gritos un riguroso y descarnado examen de conciencia. Lo ideal hubiera sido que se hiciera desde dentro y con ecuanimidad. Sin embargo, debido a la cultura institucional que se generó en el SCV esto era extremadamente difícil. Fueron necesarios los escándalos y los ataques externos para empezar a darnos cuentas que muchas modelos y conductas que creíamos buenas eran, en realidad, nefastas e iban en contra de un verdadero espíritu cristiano. Es cierto que Martín le ha dado carne al anticlericalismo, pero es mejor eso que seguir con una venda en los ojos sobre aspectos que son necesarios reformar a fondo en la institución, empezando por vicios en el estilo y la vida de LFF, que antes eran incuestionados.
    En fin, «Dios escribe derecho con líneas torcidas»…..

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    • Bueno, no soy ni mansa paloma ni tampoco el Espíritu Santo. Nunca lo he sido. Yo también soy culpable de haber colaborado con el Sodalicio en varias de sus prácticas cuestionables. Tampoco soy oveja que se deja trasquilar y amén. Prueba de ello son los artículos que he ido escribiendo a lo largo de este año.

      ¿Narcisismo? Ya me hiciste el diagnóstico psicológico desde lejos y sin necesidad de terapia. Debes ser un genio en eso de conocer a las personas. Y sin siquiera cumplir con el requisito de ser psicólogo, pues sospecho que más bien eres historiador.

      ¿Resentimiento? He aquí una breve definición de cosecha propia. «Resentimiento» = actitud que se le atribuye a aquellos que tienen una opinión o posición distinta a la nuestra y nos critican. Ya está. Con decirle «resentido» a alguien, hemos desbaratado sus argumentos. Por lo menos nos creemos esa ilusión.

      ¿Perspectivas sesgadas y reduccionismo? Interesante. Es el lenguaje que utilizan quienes desde una posición de derecha critican a una posición de izquierda. Lo cual sólo indica en qué posición te crees ubicar y en cuál crees que estoy ubicado. Nada más. Y en verdad, mi aproximacion a la doctrina es más inclusiva de lo que te imaginas, pues creo que en la Iglesia deben haber voces distintas y todas tienen mucho que aportar. Ahora no suelo caer en el error de «reducir» la verdad a mi propia posición, y andar a la caza de herejes y brujas que deberían ser excomulgados y desterrados de la comunidad eclesial.

      Y en cuanto a caridad, creo que la prioridad debe ser siempre ayudar a las víctimas. No veo ninguna caridad auténtica en favorecer a los victimarios mediante el silencio cómplice. ¿Dónde están mis faltas de caridad?

      De todos modos, gracias por el resto de tu mensaje, donde tienes la honestidad de reconocer que no hay falsedad en lo que digo.

      Un abrazo.

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    • MCD, Buenos días, de acuerdo con lo que dices. Somos muchos los que pensamos como tú, tarde o temprano uno recoge lo que ha sembrado, lo bueno, lo que no lo fue tanto y también lo malo, pero debemos seguir, es posible el cambio y la bendición de Dios llega a todos. Dios te bendiga. Quien quiere ver que vea y quien no ¡oh misterio de la libertad! y/o efectos de heridas o sarro acumulado por nuestros problemas morales, afectivos o psiquiátricos.

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  4. Qué interesante Martín, has logrado que SCV cambie de estrategia para contrarrestar tu mensaje. Ahora ya no son tan obvios, ya no aparece la «barra brava» que niega todo lo que dices y que pretende descalificarte con insultos. Ahora aparecen personajes que aceptan que hay algo de verdad en tu denuncia, pero sin dejar de morder, cito a un tal MCD: «hay mucho de narcisismo, obsesión y de resentimiento en sus comentarios» . Así se capta la atención para luego soltar la diatriba. Algo así como «los niños y los locos siempre dicen la verdad», como no pueden tapar las evidencias, reconocen algunas, pero pretenden dejar establecido que es una verdad dicha por una persona cuyo contacto con la realidad está cuestionado. El último párrafo de quien me antecede lo sugiere casi de manera directa. Por supuesto, toda esta retorcida manera de actuar prodigando bendiciones. No me gusta calificar, pero cuando leo este tipo de respuestas me viene a la imagen un sepulcro blanqueado.

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  5. Si respondieran con argumentos otro sería mi pensamiento. Martin relata hechos, los documenta muy bien, los defiende con argumentos y se le responde descalificándolo con insultos, apreciaciones subjetivas, diagnósticos, etc. Si no son enviados de SCV entonces solo queda pensar que SCV les dejó un estilo, una marca, que los hace responder de manera muy parecida.

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  6. Estimado Martin;

    Para mi los vinculos entre Figari y Sergio Tapia Tapia aun no quedan claros. Puede ser hay muchos errores en los cuentos mediaticos del pasado sobre esa relacion y que han sido reproducidos hasta actualmente. Sin embargo, no veo ningun comentario sobre lo que ha sido contado en el informe sobre Sergio Tapia Tapia hecho por la Ventana Indiscreta. En este reporte alega que Sergio Tapia Tapia y Luis Fernando Figari eran (y aun son?) socios de la empresa Editorial Forja en 1975 (http://www.youtube.com/watch?v=c55T7LNS6Uk). Hay algo de verdad alli?

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    • Estimado Jorge:

      La SUNAT comenzo a existir en el año 1994, y para ese entonces la Empresa Editorial Forja ya no existía desde hace mucho tiempo. Mi abuelo también tuvo una imprenta conocida como Empresa Gráfica T. Scheuch S. A. Probablemente tampoco aparezca en los registros de la SUNAT. Eso no significa que no haya existido. Hay que admitir que es muy probable que la SUNAT no haya convertido a formato digital toda la información tributaria preexistente a su creación. Además, la existencia de la Editorial Forja con Sergio Tapia y Luis Fernando Figari como socios a partes iguales queda demostrada por los documentos que La Ventana Indiscreta presentó en su informe. Basta con usar el cerebro correctamente para darse cuenta de algo tan básico.

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      • Martin, creo q el comentario de Jorge se referia a q en la actualidad, no existe dicha empresa, por tanto, no se puede asegurar q actualmente LFF y Sergio Tapia sigan manteniendo vínculo empresarial, laboral, de amistad, o q se frecuenten.

        El comentario no niega -nadie lo hace- que anteriormente, en algun momento hayn tenido una relación laboral.

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  7. Acá, perdidos en nimiedades, mientras que en la entrada «El Sodalicio en la palabra escrita I» hoy se han publicado comentarios en los que se discute el tema de fondo.

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  8. Y qué fué de la casa que se robaron del Sr. Fernando Gerdt Tudela ? Los sodálites se la devolvieron o «se olvidaron» ?

    Y qué fue del piano Steinway que los sodas que se robaron ?

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