SODALICIO Y FASCISMO

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Cardenal Eugenio Pacelli (posteriormente Papa Pío XII) junto a Benito Mussolini

El Sodalicio de Vida Cristiana siempre se ha preciado de seguir a pie juntillas las enseñanzas del Magisterio de la Iglesia, aunque –a falta de una hermenéutica adecuada– no se hayan hecho esfuerzos suficientes para distinguir en los documentos vaticanos entre lo que corresponde a circunstancias históricas concretas y lo que tiene validez universal. La aproximación a los documentos emanados de la Santa Sede ha sido, por lo general, fundamentalista, dándole la misma validez a lo que es enseñanza firme de la Iglesia que a lo que puede ser mera opinión de un Pontífice.

Respecto a determinadas ideologías del siglo XX, el Sodalicio ha seguido las enseñanzas sociales de la Iglesia, rechazando el capitalismo liberal, el comunismo y el marxismo, el nazismo y, por supuesto, el fascismo, cuyas ideas básicas fueran condenadas por el Papa Pío IX en su encíclica Non abbiamo bisogno (29 de junio de 1931). Sin embargo, parece como que en el Sodalicio se hubiera interpretado que las frases condenatorias se aplicaban sólo al fascismo de Benito Mussolini y no a otros tipos de fascismo, si tenemos en cuenta que la figura de José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española y admirador del fascismo italiano, fue muy apreciada en el Sodalicio de los inicios, e incluso algunas de sus ideas pasaron a formar parte del ideario sodálite.

Corneliu Zelea Codreanu

Corneliu Zelea Codreanu

Otro personaje que también era muy admirado fue Corneliu Zelea Codreanu (1899-1938), rumano, líder de la Legión de San Miguel Arcángel, organización fascista, ultraortodoxa, antisemita y ultranacionalista, que a la vez contó con una rama paramilitar, la Guardia de Hierro. A diferencia de otros movimientos de corte fascista que se desarrollaban en aquel entonces en Europa, adoptaron una postura fuertemente religiosa, con tintes de misticismo, centrada en la defensa de la Iglesia Ortodoxa Rumana y en una concepción medievalista del estado como comunión religiosa. Tuve la oportunidad de conocer la historia de Codreanu a través de una biografía que me prestó Germán Doig allá en el año 1978 –Carlo Sburlati, Codreanu el Capitán: Vida y muerte de Codreanu, fundador y Jefe de la Guardia de Hierro rumana (Editorial Acervo, Barcelona 1970)– cuando yo sólo tenía 15 años de edad. Era un libro que también recomendaba Luis Fernando Figari, sobre todo para que aprendiéramos la actitud que debíamos tener ante la vida y el mundo que nos rodeaba, una actitud combativa que implicaba la posibilidad de llegar incluso al sacrificio supremo de la vida por defender la fe cristiana.

Desde sus orígenes el Sodalicio, siguiendo el Magisterio de la Iglesia, condenó el fascismo en cuanto a su doctrina y su ideología, pero aparentemente asumió varios aspectos de su mística a través de la mediación del pensamiento de personajes de impronta cristiana pero que encajan en líneas generales dentro del modelo fascista.

Recientemente me topé con una colección de preceptos o mandamientos del fascismo italiano, agrupados en decálogos para facilitar su memorización (ver http://www.thule-italia.net/fascismo/IlDecalogoFascista.html). De entre todas esos preceptos me llamaron la atención las siguientes, que presento aquí traducidos:

¡Un compañero debe ser un hermano!
1° Porque vive contigo. 2° Porque piensa como tú.

…quien sabe obedecer, puede después mandar.

El voluntario no tiene atenuantes cuando desobedece.

Un camarada es para ti un hermano: vive contigo, piensa como tú, lo tienes al lado en la batalla.

La obediencia consciente y total es la virtud del legionario.

Usa toda tu inteligencia para comprender las órdenes que recibes y todo tu entusiasmo para obedecer.

…no ames la felicidad del vientre y desdeña la vida cómoda;
desafía el peligro y busca la lucha;
considera el trabajo un deber, y el deber, una ley;
mira el sacrificio como una necesidad y la obediencia como una alegría;
concibe la vida sólo como un esfuerzo continuo de elevación y de conquista;
mantente dispuesto a cualquier renuncia, incluso a la suprema.

Cumple siempre tus deberes de hijo, de hermano, de estudiante, de camarada.

Ser intransigentes, dominicanos. Firmes en el propio puesto del deber y del trabajo, cualquiera que éste sea. Igualmente capaces de mandar y de obedecer.

No tengo la más mínima duda de que si se le presentaran estas máximas a un miembro de vida consagrada del Sodalicio de Vida Cristiana, sin mencionarle la fuente, las suscribiría de inmediato, pues yo mismo he escuchado con frecuencia frases similares durante mi paso por comunidades sodálites, especialmente aquellas referentes a la disciplina de la obediencia y a la fraternidad que se deriva de la camaradería, y que en el Sodalicio confunden con amistad.

Hace ya algún tiempo un adherente sodálite que tenía la intención de seguir perteneciendo al Sodalicio –al igual que yo en ese momento– me escribió, desarrollando el tema del «fascismo» presente en la estructura disciplinar de la institución. Si bien se trata solamente de una opinión, que probablemente esta persona no suscribiría actualmente en todos sus detalles, considero que estas reflexiones sinceras pueden servir para dar inicio a una fructífera discusión sobre el tema.

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«EL CORAZÓN FASCISTA» (10 de marzo de 2004)

No se puede negar este espíritu en los inicios y el presente del SCV [Sodalitium Christianae Vitae]; es parte de su historia y de la historia de la humanidad. El SCV surge en un tiempo relativamente similar al del Opus Dei, es decir, ambas respuestas desde la fe se dan en una situación «histórica concreta» y desarrollan –parafraseando a Maritain– un «ideal histórico concreto» desde su fe, desde su juventud, desde su situación donde el avance marxista era evidente, donde la teología de la libeación ejercía su influjo y donde las respuestas fascistas nacionales/religiosas fueron una respuesta a los momentos de la humanidad.

Por lo tanto, hay que reconocer el influjo que tuvo en LF [Luis Fernando Figari] la situación histórica y el desarollo de un ideal, una respuesta «asimétrica» en unos casos, en otros paralela a los movimientos ideológicos del momento; y esto marcó profundamente a LF, como marcaría profundamente a Escrivá.

Esta impronta fascista ha marcado para siempre al SCV y es parte –evidentemente en mi opinión– de su misma esencia, del atractivo que ejerce sobre un joven líder que busca cambiar el mundo.

Evidentemente, estas frases pueden escandalizar a más de uno, pero yo digo: ¿qué es el fascismo?

Aspectos saltantes son: ante todo un intento político revolucionario, transfomador de la sociedad, conservador, de corte militar y dictatorial, que tiende a engrandecer al líder (superhombre) y que es capaz de atraer masas y comprometerlas en ideales desde los más terribles (fascismo) hasta los más ¿nobles?, quizás…

Sin embargo, más que quedarse en su análisis, hay que analizar el «espíritu del fascismo», tarea difícil. Tan sólo me limitaré a delinear algunos aspectos de su «espíritu» tal como yo lo entiendo:

Valores tipo A:
  • Un sentido muy marcado de misión.
  • Misión que tiene como culmen la transfomación radical de la sociedad.
  • Misión que demanda para dicha tansformación radical la eficiencia; aspecto que demandan a su vez necesariamente la vivencia de la virtud, entre las cuales destacan: el heroísmo, el liderazgo, la fortaleza, la entrega, el ideal caballeresco.
  • El cumplimiento de la misión pasa por la disciplina férrea y por una estructura que la facilita y que la haga eficiente.
  • La hermandad o «fellowship» resulta un eje y medio para su cumplimiento; dejar de ser parte del «fellowship» es un acto que atenta directamente contra la misión.

Este espíritu, antes que fascista (aunque se identifica con éste), prefiero llamarlo «espíritu del caballero», conservador y radical, el cual resalta la vivencia de la virtud y que es capaz, por su atractivo, de atraer a jóvenes, especialmente aquellos con mayor capacidad históricamente comprobada de cambiar la historia, como es la burguesía (basta analizar su rol en la Revolución Francesa).

Sin embargo, este espíritu caballeresco deviene en fascismo cuando con él surgen los siguientes problemas:

«Valores» tipo B:
  • La misión y el cambio social pasa a ser un proyecto político.
  • Se tiende al culto de la imagen del líder.
  • Aquellos que no comparten el ideal del «Duce» o que por su condición de vida no lo pueden vivir, pasan a ser ciudadanos de segunda categoría.
  • La reciedumbre física y la fortaleza de carácter resultan sustanciales y su logro admite cualquier práctica física o psicológica.
  • Se cae en el error de sentirse superiores, libres de todo error de fondo.

Creo que nuestro querido SCV en un sentido tiene este «espíritu caballeresco» que en su expresión errada ha asumido aspectos del tipo B. El SCV jamás renunciará a sus valores de tipo A; dejaría de ser él mismo, dejaría de ser y de contener lo que hizo que yo me acerque a él, pero tiende a su vez a caer en el tipo B, tipo en el cual cayó en sus inicios, aunque luego Dios y sus «superiores» con sabiduría han sabido aproximarlo más al tipo A.

El reto está en que no devenga en el tipo B, y su grandeza está en que sea él mismo, el tipo A. Por algo Dios los llamó (al SCV y al Opus Dei) en una situación similar, dando una respuesta similar, donde hoy se requieren valores tipo A para una Nueva Evagelización, siendo sin duda algunos de estos valores los que llevaron a los jesuitas a evangelizar el Nuevo Mundo.

El SCV tiene en su corazón esos dos enormes potenciales de los valores tipo A y de los «valores» tipo B. Dependiendo de la santidad de sus miembros, será lo que Dios quiere. De lo contrario, prevalecerán los «valores» tipo B y la misión no será cumplida.

¿Qué es lo me atrajo a mí al SCV? Su «fellowship spirit», su «espíritu caballeresco», los «hombres de azul», y a la vez su «espíritu fascista», tan enormemente atractivo en un mundo que sigue esperando a un Salvador. Quitarle ese espíritu sería su muerte…

En síntesis, urge centrarnos cada día más en la «espiritualidad de María», y que ella, la Reina del Universo, la Doncella de Nazaret, la Stella Maris nos enseñe a ser auténticos sodálites.

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Quisiera terminar citando dos preceptos fascistas:

Desobedecer a un comandante tuyo, quiere decir desobedecer a toda la jerarquía de tus superiores, a la cabeza de la cual está el Duce.

Mussolini siempre tiene razón.

Si reemplazamos «el Duce» y «Mussolini» por «Luis Fernando Figari», obtenemos una breve descripción de la obediencia tal como se practicó en el Sodalicio de Vida Cristiana. Lo cual nos lleva a preguntarnos si la disciplina de la obediencia que siempre ha pregonado Figari tiene raíces fascistas, asumidas –consciente o inconscientemente– a través del pensamiento de José Antonio Primo de Rivera, recibiendo después una justificación teológica, o si se trata de una reflexión que se originó a partir de un encuentro con la Palabra de Dios. Por las características que ha tenido esta obediencia en la práctica –de estilo militar, recurriendo a veces a la manipulación, sin respetar la conciencia y libertad de las personas, prescindiendo del diálogo–, uno termina teniendo sus dudas. Por el bien de los sodálites y de la Iglesia, espero que estas sospechas carezcan de fundamento.

19 pensamientos en “SODALICIO Y FASCISMO

  1. Hola, te escribe un miembro del MVC, no entiendo el motivo de estos escritos, quieres cambiar en algo al SCV y a la familia espiritual? O es un ejercicio de catarsis?. Saludos Jorge

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    • Hola, Jorge:

      Si el SCV quiere cambiar o no, es algo que no me compete a mí. Ahora bien, si mis escritos contribuyen a que se tome conciencia de algunos aspectos problemáticos que hunden raíces en la misma historia del SCV, desconocida en sus detalles por muchos, enhorabuena. Ciertamente, lo peor que se puede hacer es ocultar el pasado, o hacer como que no existiera, pues si se ignora de dónde viene uno, difícilmente puede haber una comprensión plena de lo que se es actualmente. Y muchos problemas graves pueden persistir de manera latente, como una especie de cáncer. En este caso, si uno se niega a ver la enfermedad, al final termina muriéndose.

      De hecho, yo miro al SCV y al MVC como parte del Pueblo de Dios. Pero me resulta difícil comprender que muchos de los vinculados a esa familia espiritual vean a otras grupos o personas que también pertenecen al Pueblo de Dios como enemigos o, en el mejor de los casos, como mediocres y relajados. O que carezcan de transparencia respecto a su historia, sus reglamentos, su disciplina interna y que le tengan tanta alergia al diálogo abierto y sincero con quienes no pertenecen a su propio círculo. Menos aún entiendo la actitud de quienes insultan, agreden y ofenden a quienes se atreven a hablar abiertamente de estas cosas –que no es tu caso, valga la atingencia–.

      De todos modos, gracias por comentar. Comentarios como los tuyos son siempre bienvenidos.

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  2. Hola, parece que por un error, no se copio mi comentario anterior, lo resumiré. Considero que tu intención es que el SCV reconozca sus orígenes para que no caiga en lo mismo. Bueno, no entiendo mucho esta intención, porque ya no perteneces a la familia espiritual del SCV, entonces porqué te molestarías en escribir tantos temas, evidenciar tantos diálogos con otras personas del SCV. Creo que es mejor voltear la página y seguir para adelante, salvo que me equivoque y la intención sea otra.

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    • Yo hablo de lo que conozco y de lo que he vivido. No sabía que se tenía que pertenecer a una institución para poder opinar sobre ella. Los diálogos que he publicado sólo buscan dar a conocer aspectos importantes del Sodalicio, de ACI Prensa y del Movimiento de Vida Cristiana que, por su naturaleza, son de interés público y sirven para documentar una pequeña parte de su historia. Por eso evito, en la medida de lo posible, mencionar nombres, a fin de no perjudicar a quien no merece perjuicio. Imagino que no creerás que para poder hablar de los Legionarios de Cristo hay que ser miembro de la institución. Si así afuera, nunca hubiéramos llegado a conocer los serios problemas que se han presentado en ella. Y el P. Maciel se hubiera ido a la tumba matándose de risa.

      No creo que lo mejor sea voltear la página. Si la volteas una vez, estarás dipuesto a voltearla cuantas veces creas necesario, sin que haya habido un debido procesamiento de los aspectos cuestionables que ha habido en el pasado, y que pueden tener prolongaciones en el presente. La memoria es parte esencial de una identidad, sea cual sea, personal o institucional. Es condición indispensable para saber qué hay que cambiar y a dónde dirigir nuestros pasos. Quién olvida su historia, corre el riesgo de volver a repetirla, con todos sus errores. Voltear la página, que equivale al «borrón y cuenta nueva», es la base sobre la que se asienta la corrupción y la impunidad. Enfrentar lo ocurrido es la única manera de poder sanar las heridas y, además, es algo que beneficia a todos los implicados, por más que se trate de un proceso doloroso.

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  3. Nuevamente, se borró mi comentario. No he mencionado que uno puede comentar los hechos de una institución a la que pertenece, eso sería limitar mi derecho a la libertad de opinión.
    Creo que has respondido a mi pregunta en este comentario. Consideras que la página no se puede voltear porque los errores se mantienen y que inclusive estos deben corregirse. Pero Martín, si no perteneces al SCV porqué considera que debe cambiar? En qué te afecta? Siendo atrevido me adelanto a tu respuesta «seguro me dirás que es porque formamos parte de la Iglesia y debemos buscar el bien del hermano y como no puedes dialogar directamente, no te queda más que escribir por este medio.» Pero no crees que este medio genera más escándalo antes que un bien?

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  4. ¿No es acaso de interés público conocer las raíces fascistas y sus proyecciones en el tiempo de una organización católica aprobada oficialmente por la Santa Sede? Supongo que no creerás que se trata de un asunto meramente privado, o de un ligero tropezón sin importancia, atribuible a los deslices de la edad juvenil.

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    • Martín, si la Iglesia revisó e investigó al SCV para otorgar la aprobación pontificia, no crees que tomo en cuenta todo lo que ahora escribes? Salvo que creas que la Iglesia fue engañada por completo y tu hayas formado parte en su momento del fraude. En el supuesto negado, que sus raíces fueran fascistas no se pueden corregir las cosas? Claro que se pueden corregir, lo que me llama la atención es que quieras cambiar al SCV y corregir sus errores desde este espacio, entiendo que es porque al interior no recibiste la atención a tus inquietudes…

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      • ¿A qué te refieres cuando hablas de la Iglesia? Porque Iglesia somos todos los miembros del Pueblo de Dios, y así como algunos no se dejan engañar, hay otros que sí son engañados. Ni el mismo Papa está libre de ser engañado. Como, por ejemplo, Juan Pablo II, que en 1994 elogió públicamente al P. Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, presentándolo como «guía eficaz de la juventud” por haber puesto a Cristo “como criterio, centro y modelo de toda su vida y labor sacerdotal”. Al final, la verdad se abrió paso, y Maciel resultó ser un corruptor de la juventud, un pederasta abusador, un canalla de doble vida.

        No sé qué tuvieron en cuenta las autoridades vaticanas que le concedieron la aprobación pontifica al Sodalicio. Sólo sé que en los ’80 se buscó borrar toda huella de las influencias fascistas, retirando de las bibliotecas de las casas sodálites todo libro que pudiera ser comprometedor y poniendo fuera de circulación los escritos sodálites que pudieran tener referencias en ese sentido. Asimismo, me consta que hay muchas prácticas disciplinarias que se aplican al interior las comunidades que no deben haber sido ni siquiera mencionadas, por lo cuestionables que resultarían a ojos vistas.

        Por último, sólo los sodálites mayores guardan memoria de estas cosas. La mayoría de los demás sodálites ignoran estos asuntos. Además, la aprobación pontifica fue gestionada por la cúpula sodálite y los demás ni se enteraron de cómo fue el proceso, sino sólo del resultado. Has de saber que el ocultamiento de información y la falta de transparencia también se da al interior del Sodalicio.

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  5. Creo que Martín es absolutamente claro. Más bien veo en Jorge ese hermetismo y esa actitud defensivo-agresiva del los sodálites que en su interior siempre creen que no se equivocan de fondo, o que sus errores no pueden ser discutidos porque la misión que tienen es incomprensible para quienes los critican.

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    • F.U. creo que Martín no es claro y tambien creo que se equivoca en los medios y claro que me puedo equivocar, ahora preguntar y cuestionar esta mal? claro esta mal si cuestiono algo que va en contra del SCV, pero si dijera: estoy contigo Martín, sigue adelante, me paso lo mismo que a ti, pienso como tú, todo seria perfecto… creo que a quien no le gusta leer opiniones diferentes es a ti F.U.

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  6. Muy buen texto Martín un abrazo fraterno desde AQP, nos estrechamos la mano algunas veces dentro de nuestro paso y experiencia por el Sodalicio e incluso recuerdo haber participado e en alguna reunión contigo. Te quiero agradecer por la valentía de crear este espacio y por ser esa voz que representa el sentir de muchos… siempre admiré tu sensibilidad y tu ardor en tus composiciones. Yo creo que ese Amor ese cariño sincero que tienes por el SCV y lo qe significó en tu vida, se refleja justamente en el NO voltear la página y y olvidarnos del asunto… Me gustaría mucho poder compartir algunas experiencias contigo vía e-mail.

    Un abrazo
    Gerardo

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  7. No Jorge, yo estoy abierto a la discusion, creo que debes volver a leer lo que has escrito, piensa, reflexiona lo que escribiste y creo que lo que me dices a mi, mas bien te lo deberías decir a ti mismo. De otro lado me gustaría que abrieras mas la discusion y que con argumentos, datos, pruebas y una conciencia limpia lo discutiéramos.

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  8. JORGE; EL SODALICIO ESTA MAL! QUE MAS QUIERES SABER. POR EL BIEN DE LA IGLESIA CATOLICA; O HA,EN UNA REINGENIERIA O NO SE. PEOR ES NO VER LO PROPIOS ERRORES: NADIE TE LO DICE POR MALO O PORQuE LES TENGAN COLERA, SINO PARA BIEN, Y PARA BIEN DEBES PENSAR QUE UNA INSTITUCION QUE TE HACE PENSAR Y CONTESTAR ASI SIN HUMILDAD Y A LA DEFENSIVA Y DE ESAS MANERAS NO TE HA HECHO BUEN CRISTIANO, NI TE HAN ENSEÑADO LA HUMILDAD DE CRISTO.

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  9. Quisiera tener una idea de cuantos son los afectados por el scv. Pero creo que es imposible, y que por otro lado muchos no van hablar «mal» de sus lideres, o de la gente que fue una inspiración para ellos.

    Pero lo que si no creo que sean 2 o 3 gatos. Creo que son muchos mas de lo se cree. Y tienen diferentes grados de «afectación», que van desde ligeros roces con ciertas personas, al odio total al scv y todo lo que ello signifique.

    Como lo dije en otra parte del blog, para que mucha gente que se «fue mal». Pero los que se fueron mal sobretodo por los errores del scv y no de uno mismo. Y quieren seguir una vida comprometida católica, necesitan entender y comprender que estuvo mal. Que cosa que les paso fue un error del scv, que aspectos de su formación estuvieron errados.

    A los que seguimos siendo católicos comprometidos, en particular a mi, se me ha creado todo un mundo para seguir mi fe. Una crisis. Porque estuve apartado del scv, pero busque seguir siendo católico con lo que aprendí ahí. Creía que lo que aprendí ahí era bueno, todo absolutamente todo.

    El tema es ahora que sale todo el escandalo, y se cuestiona sus métodos formativos, la pregunta es: ¿Qué estuvo bien, y que no? Debo seguir viviendo el silencio de GDK, de entrar en la gente con todo (id faiting), de putear a la gente para que se haga hombre, de hacer apostolado sobretodo a la gente buena voz, etc.

    Son preguntas que deben ser contestadas por el scv de manera formal, institucional. Y no decir esa barajada de: Bueno si te hace bien sigue, sino, normal no sigas.

    Muchos dicen que olvide todo y siga adelante, pero como olvidar algo que ha sido el fundamento de mi vida espiritual por años. Y que aun es parte de mi vida cristiana. Es como renunciar al carisma por el que Dios me llamo a su vida.

    Se que el scv es bueno y es de Dios, pero sino se purga lo malo, sino se entiende bien que paso y que no debe volver a pasar, sino se hace comprender a sus miembros que estos fueron los errores y estas fueron las causas de estos errores. Estos se van a seguir repitiendo. O por ultimo van a estar expuestos a nuevos errores.

    Por otro lado, el scv se caracteriza por tener una visión integral, holística de la realidad. (Eso lo creen ellos abiertamente) Y LFF busco entender al hombre al máximo, según lo que se lee en sus historias. Tal vez hayan errores antropológicos en su visión del hombre. Tal vez no en la teoría, pero si en la practica.

    A los que fueron del scv, ya saben que me dirían si afirmo sobre los errores antropológicos de la teoría del hombre de LFF, ya saben que me pasaría, no?

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